Capítulo 5.

791 69 4
                                    

-Si interrumpo, James -con la mano en mi bolso-. Por eso mejor me voy...

Me tomó por el brazo y me atrajo hacia él de lado.

-Victoria, ella es mi esposa -me miró-, ____________, ella es Victoria.

-Mucho gusto -dijo ella limpiando su nariz y ojos-, disculpa que me veas así, es solo que me estoy divorciando y...

-Si, no hay problema -traté de ser amable-. Supongo que tú llevas su caso, ¿no, James? -puse mi mano en su abdomen.

-Si, llevo su caso.

-Entonces me voy a casa, al rato te veo -traté de sacarme, pero no me dejó.

-No, supongo que vienes para ir a comer, y a eso iremos.

-Pero estas muy ocupado... -hice una mueca. Creo que mis celos aflojan.

-¿Ya comiste, Victoria? -la miró.

-No en realidad.

-Entonces ven con nosotros.

Después de que los encuentro abrazados, la quiere llevar a comer.

-No estoy segura, no quiero incomodar -dijo "avergonzada"

-No incomodas, ¿cierto, amor? -me miró en son de regaño.

-Mmmh... -levanté las cejas.

-¿Entonces? -sonrió -, ¿que dices?.

-De acuerdo -sonrió.

James tomó su maletín y yo no aguantaba la rabia. Sabía que ella no es buena persona, no me gusta como lo ve, no creo que una mujer decente este abrazando a un hombre casado, ya ocupado.

Subimos al coche de James, yo en el copiloto, claro. Si no sería el colmo.

-¿A donde quieren ir a comer?

Veía por la ventana, no tenía ganas de ver ni a la morena, ni al tonto de Maslow.

-Bueno... me encanta la comida china.

Un momento de silencio se escuchó. Después, James soltó un leve tiro de aire y aceptó.

-Comida china será...

Rodeé los ojos y me incline más hacia la ventana.

Entramos al restaurante chino y nos sentamos. Un hombre de ojos rasgados fue a pedir la orden.

-¿Qué van a ordenar? -preguntó James viendo la carta.

-El plato de hoy, joven -dijo Victoria.

-¿____________? -me miró.

-Sabes que no me gusta la comida china.

Me miró como regaño y pidió lo de él y ella.

Hablaban de cosas que no entendía. Yo simplemente me disupuse a pensar en esa mujer. Se me hace conocida... tal vez no la haya visto en mi vida... pero siento que si. De algún lugar.

Acabaron de comer y nos subimos al coche, James y ella reían como idiotas.

Me llevó a la casa. Pero ella seguía en el asiento trasero. Cuando paró el auto frente a la casa, me quité el cinturón de seguridad y abrí la puerta. Cuando puse un pie encima del pavimento, James me tomó del brazo impidiendome cualquier movimiento. Yo solo apreté mis labios, y con la mirada traté de decirle que me soltara. Pero no lo hizo.

-¿No te vas a despedir?

Sentí la mirada de Victoria encima de nosotros.

-Adiós.

Me saqué de su brazo y entré en la casa. Pero pude ver que ella se bajo de atrás para subirse en mi lugar.

No sé, tal vez estoy exagerando. Pero cuando alguien no me agrada, no hay cosa que se pueda hacer.

Subí a la recámara y después de un rato bajé para hacer de cenar.

Hice carne con verduras, después, me volví a subir a la pieza.

[...]

07:56 p.m

-____________, ya llegué.

Me levanté de golpe y me recosté en la cama. No contesté, y escuché pisadas cerca de la recámara, creo que sube las escaleras.

Abrió la puerta blanca y yo solo intenté ignorarlo, mientras veía la plasma.

-Ya llegué -dijo.

-Bueno.

De reojo, pude ver que se quitó el saco, corbata, y los zapatos. Desabrochó su camisa, y quitó su cinto.

Caminó lentamente hacia mi. Se sentó a mi lado y suspiró.

-¿Que tienes, amor?

-Nada -dije indiferente.

-Sé que si, ¿que sucede? -se pegó totalmente a mi.

-Nada.

-Es Victoria, ¿cierto? -pude sentir su sonrisa.

Apagué el televisor y me giré para verlo. Fruncí el ceño he hice una mueca.

-¿Que te traes con ella?

-¿De que, ____________?

-No te hagas el desentendido, te gusta, ¿verdad?.

Frunció el ceño él también.

-Claro que no, amor, por favor.

-Pues la estabas abrazando con mucho cariño, y la llevaste a comer.

-Se esta divorciando, ____________ -dijo en tono obvio, quería que lo entendiera-. Y las llevé a comer -dijo marcando la palabra en negritas.

-Si, solo que yo soy tu esposa, y ella una desconocida. Además sabes que odio la comida china.

-Te pregunté que querías comer, y no respondiste -se estaba enfadando-, no seas infantil, por favor.

Y eso me hizo enojar a mi. Idiota.

-¿Infantil? -me levanté rápidamente y me crucé de brazos con el ceño súper fruncido.

-Si, infantil -se levantó el también.

-Entonces quedate con tu "clienta", ella no es infantil -hice comillas con los dedos.

Salí enojada del cuarto. Como me habla así, nunca lo había hecho. Ya decía yo que ella no es buena persona.
Sentí que él venia detrás mío, pero no le tome importancia y seguí caminando.

Me tomó de la cintura y me abrazó con mucha fuerza.

-No estés enojada, y mejor vamos a cenar -me susurró al oído.

-Hay comida en la estufa, come solo si quieres -me lo quité de encima y salí de la casa.

¿Creen que exageré?, por que según yo, no. Tengo que darme mi lugar, ¿cierto?.

Caminé hasta un parque, cerca del centro comercial, y me senté en la banca.

Suspiré. Quería ver a Kate, pero ni siquiera mi celular cargué. Lo olvidé en mi tocador.

-¿____________ Schmidt? -sonrió-, ¡que idiota! ¡claro que eres tú!.

Sonreí con el ceño fruncido.

-Si, soy yo... ¡Logan! -me levanté y lo abracé-. ¿Que ha pasado contigo? ¿por qué no te volví a ver?

-Ya sabes, mi trabajo en el restaurante... Pero, ¿que ha sido de ti?.

Nos sentamos en la misma banca y comencé a platicarle mi vida.

-Entonces... ¿te casaste? -hizo una mueca.

[...]

¡Hola!

Actualicé rápido, ¿no?

Xoxo

Juntos, ¿para siempre? |James Maslow|Onde histórias criam vida. Descubra agora