Capítulo 19.

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De pronto me levanté para abrazar a los dos, y eso hice.

-¡Es una maravillosa sorpresa! -dije aun apretando a los dos entre mis brazos.

-Hasta que por fin te animaste, hermano -dijo James dándole palmadas en la espalda a mi hermano.

Yo seguí abrazando a mi amiga.

-Tú serás quien me ayude con los preparativos de la boda, la tuya estuvo increíble y me gustaría que la mía fuera hermosa -sonrió ilusionada.

-Así será, te ayudaré en todo lo que quieras -sonreí.

Mis padres también felicitaron a mi hermano y próxima cuñada con una emoción incontrolable.

Después pasamos a comer una merecida cena después de una gran noticia al comedor.

-Sabe delicioso, suegra -le dijo James a mi madre, quien le sonrió complacida.

-Que bueno que te guste, James, me pase todo el día metida en la cocina. Kendall me dijo que sería demasiado importante, y vaya que lo fue.

-Claro que sí -dije.

-¿Y ustedes? -preguntó papá mientras sorbía de su jugo con una cara bastante extraña y nos veía fijamente a James y a mi-, ¿cuándo piensan darnos una noticia que nos alegre la vida entera?.

¿A qué se refiere?

-¿A qué se refiere? -preguntó James repitiendo mis pensamientos.

Gracias por eso.

-Sí, ya sabes -inclinó la cabeza con los ojos cerrados y el ceño fruncido-, ¿cuándo piensan darme nietos?

Tocí ya que estaba a punto de ahogarme con los rabioles que mamá había preparado.

-Eres tan imprudente, cariño -dijo mamá levantando las cejas y rodeando los ojos.

-No, no, esta bien -siguió James un poco rojo.

[...]

-Fue un día cansado, ¿no? -dijo mientras se quitaba los zapatos con cansancio.

-Demasiado -respondí mientras quitaba mis pendientes-. ¿James?

-Dime... -quitó sus pantalones.

-Sobre lo que dijo mi padre... -fruncí el ceño y me giré para verlo-, ¿te gustaría tener un hijo?

Él sonrió con ternura y se lavantó de la cama.

-Por su puesto que si -me abrazó por al cintura-, después de ti, sería lo mejor que me haya pasado en mis veinticuatro, casi veinticinco años de vida, ya te lo había dicho.

En lo "casi" tiene razón, faltan menos de cuatro meses para que cumpla un cuarto de siglo.

Me dirigí al armario para sacar mi pijama y pantuflas.
Me cambié, lavé mis dientes, cepillé mi cabello y me acosté en la cama.

Me giré y cerré los ojos mientras ponía mis manos juntas bajo mi cabeza.

-Buenas noches, amor -me dijo al oído y rodeando mi cintura con sus fuertes brazos, haciendo que se me erizara cada cabello.

-Buenas noches -dije soltando aire con la nariz lentamente. Amo demasiado a mi hombre con ojos color hazel como para perderlo y dejar de sentir su hermoso pecho pegado a mi espalda.

[...]

04:50 a.m.

Ésta mañana había decidido ir al gimnasio, por lo que me levanté mucho más temprano que de costumbre.

Quité el brazo de James de mi cintura con mucho cuidado de no despertarlo. Pero fue inútil.

-¿Adónde vas? -dijo con un ojo abierto muy poco.

-Al gimnasio. Descansa -susurré.

-Voy contigo -se sentó y estiró su espalda con las manos apoyadas en el colchón.

Me levanté y me estiré un poco.

-Deberías dormir, te vez muy cansado.

-Estoy bien, me hace falta el ejercicio.

Asentí y me puse la ropa de ejercicio combinada con mis Nike rosas fosforescentes deportivos. Me amarré el cabello en una coleta, y me puse una banda blanca para que no me estorbara mientras hacía ejercicio.

James, por su parte, se puso la camisa gris (que lo hace ver tan sexy) y unos pantalones negros holgados, que al momento en que camina hace un extraño sonido. También puso sus Nike grises deportivos y dejó su cabello despeinado.

Salimos al gimnasio que no queda a mas de diez minutos de la casa.

[...]

Sábado 05:15 a.m.

-¿A nombre de quién hago la tarjeta de entrada?

-James Maslow -respondió.

La joven asintió y en un momento nos dio la tarjeta.

-Pueden pasar.

Entramos a el área de caminadoras y comenzamos a correr.

James terminó y comenzó a golpear un saco de box en el otro cuarto. Todas las paredes eran de vidrio, así que todos veíamos a todos.

Sus músculos se marcaban cada que daba un golpe, y el sudor corría por su cuerpo.

Una adolescente se acercó a él con cara de seducción. Paré la caminadora y los observé.

Él sonrió y siguió golpeando el saco. Algo le dijo la joven mujer.

Luego acarició la espalda de James y él frunció el ceño. Me señaló y ella se fue con una cara bastante irritada.

Me bajé de la caminadora y me dirigí a hacer abdominales.

[...]

07:00 a.m.

-Andabas de coqueto -me hice la enojada.

-Ella se acercó a mi y me comenzó a decir que estaba muy bueno y que le gustaría saber como soy en la cama. Yo solo te señalé y ella se fue.

-Lo sé, solo bromeo -sonreí.

-Me asustaste, en un momento pensé que estabas molesta y que me había cargado el payaso -se tocó el pecho con las dos manos con demasiado dramatizmo.

-Pues que bueno que sabes con quien te metes -piqué su pecho con mi dedo índice un par de veces.

-Vaya que sé -levantó las cejas.

-Tonto.

-Hermosa -sonrió.

-¿Por qué siempre que te insulto me dices cosas lindas?

-Para que se te baje lo enojada -guiñó un ojo.

-Eres todo un don Juan -fruncí los labios.

Reímos y subimos a ducharnos, habíamos acabado realmente empapados de sudor.

[...]

-James, ya casi empieza el festival en Texas.

-¿Festival?

-Sí, hay rodeo, chicos jóvenes y guapos vestidos de vaqueros...

-¿Así que por eso quieres ir? -levantó las cejas.

-Algo así... Además quiero ver a la abuela y a la tía Challen.

-Pronto iremos, _________.

Asentí en un suspiro, siempre me dice lo mismo.

[...]

Lunes 12:35 p.m.

Desgraciadamente era lunes, el clima estaba demasiado extraño. El cielo estaba gris y lleno de nubes, parecería que llovería. Había un silencio inmenso en las calles, cosa rara en Los Ángeles. Mi estado de humor no era el mejor, y no entiendo el porqué, este mes ya me libré de Andrés.

Aun que fuera mi primer día de trabajo en lo que más me gusta, parecería que sería uno de los peores días de mi vida.

Estaba en mi oficina, diseñando un vestido y fue entonces cuando recordé que había olvidado mi identificación en el coche de James, la cual ocupaba mi jefe para hacer mi contrato.

-No tardo en venir -dije dejando el lápiz sobre la mesa.

Tomé mi bolso para después salir por un taxi.

-Al despacho de abogados Maslow.

Asintió y nos dirigimos al despacho.

Pagué y entré en el edificio donde James rentaba un piso. Vi a Marian y sonreí.

-Hola, Marian, voy a entrar.

-Señora Maslow, él señor...

Entré en la oficina, la sangre se me subió a la cabeza.

-_________, no es lo que parece -dijo poniéndose en pie.

Cerré los ojos y salí tan rápido pude. Sentí como James venía detrás mío.

Me tomó del brazo y me giré.

-Sueltame ya.

-No es lo que parece...

Me safé de su agarré y salí a tomar un taxi, el cual me obedeció al ir a toda velocidad.

[.........]

¿Qué habrá pasado?:o

Xoxo

Juntos, ¿para siempre? |James Maslow|Where stories live. Discover now