Capítulo 12.

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-¡Bill! -se lanzó contra él y golpeó su espalda con una mano.

-James... -sonrió con mucha emoción- hermano, la última vez que te vi no tenías esos bíceps. -tocó los fuertes brazos de James.

-Tú estás mucho más grandote que nunca -golpeó su pecho.

Bill me miró con una sonrisa confusa.

-Hermano, no me vas a presentar a tu bella dama.

-Claro -me tomó de la cintura-. Ella es ____________, mi esposa.

Él hizo una extraña reverencia y me besó la mano.

-Mucho gusto, soy Bill, hermano mayor de James -sonrió-. Eres muy hermosa.

Y vaya que parecen hermanos. Aunque se ve un poco mas grande que él. Tal vez tenga veintinueve o treinta años.

-Calmate, Bill -dijo James-. Recuerda que es mi esposa.

-Se lo digo con todo respeto, hermano -dejó caer su brazo en el hombro de James.

-¿Y dónde están todos? -preguntó.

-Los primos grandes platicando a mis padres sobre sus viajes, los pequeños corriendo por todos lados, las tías echando el chisme y mis tíos están viendo el fútbol.

-Vamos a presentarte a toda la familia -me dijo y me llevó del brazo.

Nos dirigimos a la sala, donde casi caemos por unos niños que corrían como si los persiguieran la policía después de haber robado unos dulces.

-¡Primo, James! -dijo una pequeña niña con unas coletas altas y un vestido color rosa. Como de unos seis años. Bastante mona. Se abalanzó contra él, quien la cargó y le dio un beso en la mejilla.

-¡Valerie! -dijo-, que gusto verte...

-Igualmente -dijo aún en sus brazos.

La verdad es que es una niña bastante refinada. Con un acento inglés.

-Estás más linda que nunca. -sonrió.

-Losé... -cerró un poco los ojos y después me miró- Y ella también es muy linda.

-Losé. -dijo con una gran sonrisa, viendo aún a la pequeña Valerie.

-¿Quién es, primo, James? -ladeó un poco la cabeza.

-____________, mi esposa.

-Oh... pues es muy linda.

-¿Y por qué no se lo dices a ella?
James extendió a la nena, y ella extendió sus brazos.

La cargué.

-Hola, prima, ___________. Quiero decirte que eres muy linda. -sonrió.

-Hola, Valerie -sonreí-. ¡Muchas gracias! -dije con dramatizmo-, eres muy linda tú también.

-Gracias.

Miró el suelo y la bajé. Siguió corriendo con los demás niños.

-Hasta a mi prima refinada le pareces hermosa -me pegó totalmente a él.

-Dijo que soy linda, no hermosa -corregí.

-Es lo mismo -me plantó un beso corto-. Vamos a que conozcas a los demás.

-¿Todos son tan lindos como Valerie? -pregunté.

-Hago excepción de un primo que es un patán, pero todos los demás si. -sonrió.

-James, ¿por qué no me habías hablado de tu hermano?

-Si lo hice, pero escasamente, porque no pensé volverlo a ver.

-¿Por?

-Ya sabes... él estaba en Argentina haciendo su vida, su carrera, y yo pensé no volver a verlo. -miró un lugar en específico y después me miró a mi.

-Pero esta aquí -sonreí para animarlo un poco.

-Losé... -dijo, me tomó la mano y caminamos rumbo a el recibidor.

Toda la familia estaba platicando, el bullicio era demasiado, en ningún lugar había silencio, y eso esta bien, depende de al situación, claro.

-Hola, familia -gritó James y todos voltearon.

Sonrieron y después comenzaron a soltar comentarios.

-¡Jaime! -dijo un señor de más o menos cincuenta años-. Estás enorme, hijo.

James sonrió, y yo solté una risita muy baja. Estaba planeando guardar ese apodo para cuando me molestara. Claro, si ese apodo le molesta a él.

-Tío, Florence -lo abrazó y golpeó su espalda con cariño-. Sabes que odio que me digas así.

-Es inevitable -rió.

Todos comenzaron a saludar a James y después hacían comentarios como "¿quien es ella?" pero James les hacía una seña para que esperaran.

-Bueno, ahora que he saludado a todos, quiero presentarles a mi esposa, ___________.

Todos me miraron con asombro.

-Hijo, no nos habías hablado de ella -dijo un hombre mayor.

-No les había visto hace años -reprochó James-. Es por eso que hasta ahora se las presento.

-No nos invitaste a la boda, cariño -dijo una señora de unos cuarenta.

-Era inútil que viajarán la mitad del mundo para venir a ver a James casarse -dijo Cathy.

-Es el preferido, y lo sabes -siguió otro señor.

-¡Estoy aquí! -gritó Bill.

-Losé -dijo Florence.

Todos rieron.

-Lo lamento, tal vez para las de plata será.

-A menos que nos saques de la tumba -dijo un anciano.

Todos rieron, de nuevo.

-Están asustando a la señorita -dijo una mujer viéndome.

-Estoy bien -dije.

-¿Y cómo es Jaime como esposo? -preguntó Florence.

-Tío... -regañó James.

-Bien, ¿cómo es James como esposo? -dirigió su mirada a mi.

-Es maravilloso... -sonreí- es muy buen hombre.

-No mientas, si bien sabemos que David es un patán.

Todos borraron la sonrisa de su rostro, y la sustituyeron por un gesto de desprecio.

-¡Callate, Gabriel! -gritó Florence.

James apretó mi mano con mucha fuerza, estaba molesto, y de alguna manera quería que yo calmara los aires.

-Es muy bueno -defendí.

-Claro...

A pesar de su mal comentario, ese chico es muy lindo. Tal vez sea de la edad de James.

-Es un idiota -me musitó en el oído.

Todos siguieron hablando, y James me presentó con cada uno.

Todos son muy lindos (a excepción de Gabriel), pero en especial una pareja de ancianos, tal vez como unos setenta y cinco años.

Me quedé platicando con ellos un rato, y después todos nos fuimos al gran comedor para cenar, ya que nos dieron las siete de la noche.

Todos se sentaron con sus esposos y esposas de un lado, y del otro, todos los primos y sobrinos de los Maslow.

Y el señor y señora Maslow a los costados.

Todos los niños hablaban y se insultaban mutuamente.

-¡Eres un grandisimo cerdo! -le dijo un niño, que James me lo presentó como Temo a otro pequeño llamado Ernesto.

-¡Callate, tonto! -golpeó su hombro.

-¡Silencio, todos! -gritó la esposa de Florence, Marisol.

Reí por lo bajo, en gustaba que la familia fuese así. Y Valerie era la niña mas portada de toda la mesa. Muy linda como desde que la conocí.

-¿Ves a Valerie? -le susurré a James.

-Sí... es una hermosura. -sonrió viéndola, me tomó la mano por debajo de la mesa y la apretó, después me miró- ¿No te gustaría tener una niña?

[.........]

Xoxo

Juntos, ¿para siempre? |James Maslow|Where stories live. Discover now