Juntos, ¿para siempre? |James Maslow|

Capítulo 27.

¿Cómo que seremos padres? ¿por qué me tuve que enterar así? Secuestrada, amarrada, debilitada...

-Algo se me tiene que ocurrir... Digo, no puedo aventarte así nada más... Tenemos que hacer una vida juntos.

-¿Cómo lo supiste? -pregunté en un susurro casi inaudible.

-Tenía mis sospechas desde hace dos semanas que te vi por última vez... No sé, tu rostro estaba más iluminado que de costumbre -puso la mano en su barbilla y miró a la nada.

-No le hagas nada a mi bebé, por favor... -supliqué.

-Aún no lo sé, cariño... -torció la boca en una mueca-. Voy a traerte algo de comer, no tardo... Y no intentes escapar.

-¿Cómo voy a escapar con todo ésto?

Soltó una carcajada y salió de la habitación.

Aún estaba en shock... Justo en el momento que pensaba que era estéril, me dicen esto, y de la peor forma.

Me hubiera gustado más un "felicidades, señora Maslow, usted y su esposo serán padres" y un fuerte abrazo de James. Eso hubiera sido un tanto mejor.

Solté un suspiro y mordí mi labio. Que tonta soy, hacia ya una semana tenía que haberme llegado la regla... Y simplemente ignoré el hecho de que soy mujer, y que tiene que pasar cada mes, pero como así era mucho mejor, simplemente lo dejé pasar.

Espero que James me esté buscando, y que me encuentre, porque no quiero estar más tiempo con éste infeliz.

Media hora mas tarde, llegó Manuel con un plato de sopa y agua.

-Aquí está tu cena -arrastró el bote de pintura hasta enfrente de mi-, abre la boca -tomó una cuchara y la llevó a mi boca.

-No quiero comer -hice un puchero. Parecía una niña de cuatro años.

-¡Maldita sea! ¡No queremos que le pase nada a nuestro bebé, ¿¡cierto!? -gritó aventando la cuchara al piso.

-Es mío y de James... No tuyo.

-¡Maldita sea, __________! -abrió los ojos como un loco-, desde ahora tú y yo haremos una vida juntos... -acarició mi rostro-. Nada ni nadie nos va a separar -dijo ya más calmado.

Cerré los ojos e intenté tranquilizarme. Tengo que hacerme mansita si no quiero que nos haga nada.

-De acuerdo... -susurré.

-Bien... Así me gusta -se levantó y recogió la cuchara, la hundió en la sopa y la sacó para después meterla en mi boca.

-¿Puedo preguntar que te hice para que me tuvieras aquí?

Me miró algo enfadado y puso la sopa en el piso.

-¿Qué que hiciste? -el tono de su pregunta fue más como sarcástico-, te refrescaré la memoria. Tú y yo, íbamos a ser tan felices, pero todos se fueron contra mi...

Flashback.

-¿Qué te sucede, Manu? -pregunté algo intimidada.

Su rostro cada vez emitía más rabia, era como si se estuviera volviendo loco.

-Quiero estar contigo ya... No me importa si quieres... Hemos tenido más de un años de novios, y eso se merece una noche -guiñó el ojo.

-Estás mal, tenemos catorce años -fruncí el ceño.

-Tú tienes catorce, yo dieciséis. Ahora vamos, muñeca, ya es hora.

Comenzó a tocarme los senos, todo era tan asqueroso.

-¡Quítate, Manuel! -grité-, ¡auxilio! ¡necesito ayuda!

-Cállate, nadie se debe enterar... -estiró un mechón de mi cabello.

Siguió tocándome.

-¡Auxilio! -volví a gritar.

-¡Déjala en paz, imbécil! -dijo Kendall quitándomelo de encima.

Me ayudó a levantarme y susurró un "¿te hizo algo?" yo solo negué con la cabeza.

Manuel llegó por detrás y comenzó a golpear a Kendall. Kendall se retornó y también lo golpeó, dejándolo con el rostro entero ensangrentado.

-¡Te vas a arrepentir, Schmidt! -gritó a Kendall-, ¡y tú! -refiriéndose a mi-, ¡serás mía!

Fin del flashback.

-Estabas por violarme, ¿qué esperabas?

-Quería que estuvieras conmigo, ¡eso quería!

-Tenía catorce, Manuel -dije-. Entiendelo y supéralo.

-¡Tu hermano me las va a pagar! -gritó-, y tu tonto esposo también... Todos.

-No les hagas nada... James no te ha hecho nada.

-¡Tú! ¡tú eras mía y él se quedó contigo!

-Tenía más de ocho años sin verte...

-Me da igual -soltó-. Ahora estoy muy cansado para hacer el amor contigo, así que si me disculpas... Tengo que ir a dormir.

Besó mi mejilla y estaba por abrir la puerta cuando volteó a verme.

-Te dejaré sin la pañoleta para que no digas que soy tan malo... Adiós.

Suspiré he hice mi cabeza para atrás..

-Seremos papás, James... -una sonrisa apareció, y recordé los ojos hazel del amor de mi vida.

Espero algún día poder verlo de nuevo.

[...]

Siguiente día.
09:30 a.m.

Desde la noche anterior estaba en casa de los padres de __________.

La señora Janeth estaba muy alterada, pensando en las peores cosas del mundo. Lo cual a mi también me preocupó... Tenía miedo que alguno de sus pensamientos fuera cierto. Así como: "la secuestraron" "la atropellaron" "tal vez ella no nos quiera ver" entre otras. La última la descarté, ya que no lo creo de ella.

Me senté en el sillón y tomé mi cabello entre las manos.

Kate se acercó a mi con una taza blanca he hizo una sonrisa de lado.

-Para que te tranquilices... -me entregó la taza.

-Gracias, Kate... Pero no me puedo tranquilizar con __________ desaparecida.

-Va a aparecer, James... Ya lo verás -puso su mano en mi hombro y volvió a sonreír ligeramente.

-¡James! -dijo Kendall entrenado por la puerta principal-, encontré información que nos puede servir -sonrió.

Rápidamente me puse de pie y me dirigí hacia él.

-¿En serio? -asintió-, ¿qué es?

-Una señora que trabaja en frente del gran edificio de modas dice que si vio entrar a ___________, pero que minutos más tarde salió con el presidente.

Fruncí el ceño.

-¿De verdad?

-¿Qué crees que haya pasado?

-En éste momento voy a averiguarlo.

Salí de ahí y manejé hacia el edificio se modas. Estacioné el auto y rápido entré. Subí al último piso y caminé hasta donde la recepcionista, quien en cuanto me vio, tornó su cara normal a una de susto.

___________ me ha dicho que soy guapo, ¿entonces por qué me ve así?

-Sé que me mentiste, y también sé que mi esposa y tu jefe salieron ayer... ¿¡Dónde están!?

Se levantó y vi como sus manos temblaban.

-No lo sé, de verdad... -tartamudeo.

Solo negué con la cabeza y me dirigí a la oficina, que supuse, sería del tal Kingston.

-Ahí no puede pasar, señor Maslow.

Intenté abrir la puerta y por suerte estaba abierta.

Nada. No había absolutamente nadie.

-¿Dónde están? -pregunté tomando de los brazos a la mujer sin mucha fuerza.

Guardó silencio y su fuerza se había ido.

-Él se la robó... Se la llevó.

La solté y ella solo miró al suelo.

Secuestraron a __________.

[..........]

Xoxo❤