Epílogo.

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2 meses después.

Estaba sentado con Carlos en el sillón viendo algo de Discovery, cuando el timbre sonó.

-Te toca, hermano -dijo acomodándose más.

Dejé mi cerveza en la pequeña mesa a costado del sillón azul y me levanté a abrir.

-Hola -dije al ver a un tipo vestido de mensajero.

-Hola... ¿James Maslow? -preguntó confuso.

-Soy yo...

-Ésto es para usted -me entregó un sobre color amarillo descolorido-. Me firma de recibido.

Asentí y firme. Saqué un verde y se lo entregué.

Observé el sobre lentamente y después lo abrí. Cuando leí, preferí no haber abierto.

"11 de Noviembre, Los Angeles, California.

Le mandamos un cordial saludo y por medio de éste presente le informamos que está citado para el día de mañana: miércoles, 12 de noviembre en las instalaciones de nuestro despacho, para proceder legalmente en su divorcio con la señora ___________ Schmidt.

Es urgente que se presente, si no, tendremos que acceder a el divorcio no voluntario.

Esperamos contar con su presencia el día ya dicho a las dos de la tarde en punto.

Atte: Despacho de abogados Ross."

-James, ¿quién es? -gritó Carlos desde la sala.

Cerré los ojos soltando un suspiro y negué.

-No puedes hacerme ésto, ___________.

Caminé hasta donde Carlos y me tiré junto a él.

-Estaba hablando muy en serio, Carlos.

-¿De qué hablas?...

Le entregué la hoja y tardó un minuto en leerla, luego me dirigió una mirada de consuelo.

-Lo lamento mucho, de verdad...

-¿Hice algo mal?

-Ella... Ella quería a su hijo...

-Pero sobre todas las cosas estaba ella, y no lo entiende ¡maldita sea! Estoy seguro que si hubiera escogido al bebé, su familia me odiaría por siempre.

No dijo nada.

-Mañana le voy a firmar el divorcio... Es lo que quiere, eso haré -me levanté frustrado.

No quería luchar más, simplemente ya no podía.

Es difícil, porque amo a esa mujer con toda mi vida, pero, no entiende razones.

Más de mil veces he querido explicarle la situación. Y supongo que debe entender.

¿Fue fácil para mi tener que decidir entre la vida de mi esposa y mi hijo? No. No fue ni un poco. Pero, ¿que haría sin mi __________?

No quiero luchar más. La amo, sí.

-James... -dijo Carlos con tono triste.

-No, de verdad que estoy cansado -respondí sin mirarlo.

Caminé hasta mi cuarto prestado y me tiré en el catre.

[...]

Miércoles, 01:52 p.m.

Miré la hora en la barra superior de la computadora. Una cincuenta y dos. Fruncí el ceño involuntariamente y suspiré.

Tomé mi saco, acomodé mi corbata y salí rumbo a mi auto.

Diez minutos más tarde, llegué al despacho.

Puse la alarma al auto y entré.

-¿Señor Maslow? -preguntó una joven secretaria.

-Sí.

-Es por acá... -apuntó una puerta y volví a suspirar.

Entré. En cuanto lo hice todos me miraron y quedaron en silencio.

Ahí estaba ella.

Mirándome sin alguna expresión en el rostro.

-Qué bueno que llega, señor Maslow. Vamos a empezar.

Me senté junto a __________ y no la miré más.

No quería.

Me arrepentiría y no le firmaría lo que tanto quiere.

-Éste divorcio no tiene nada que ver con maltrato familiar, infidelidad, abandonó de hogar o...

POV ___________.

Juntos, ¿para siempre? |James Maslow|Where stories live. Discover now