Capítulo 17.

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Tomé la taza y me sumergí en el café, que, por cierto, estaba delicioso.

-Eres muy linda, ____________.

Dirigí mis ojos a los suyos. Estaba viéndome con una gran sonrisa.

-Gracias -dije sin ninguna expresión en el rostro-. Creo que entonces me voy... -me puse de pie y tomé mi bolso.

-No, no, no -dijo poniéndose de pie-, de ninguna manera. Ahora mismo te muestro todo el edificio, todas las instalaciones y todos los empleados.

¿Soy yo o este tipo es demasiado mandon?

Me tomó del brazo y salimos hacia el elevador.

Bajamos hasta el primer piso, y comenzó a presentarme a cada uno de los empleados y cada rincón del piso.

[...]

Cuando por fin habíamos terminado de recorrer todo el edificio, fue cuando llegamos al piso veinticinco. Y de nuevo entramos en su oficina.

-Yo creo que ésta noche deberíamos salir a ce...

Un sonido peculiar sonó desde mi bolso. La abrí rápidamente y saqué mi celular.

"Es la una, ¿ya puedo pasar por ti? Recuerda que te amo, James."

-Tengo que irme. -me levanté y tomé mi bolso.

-¿Es algo importante? ¿quieres que te acompañe?

-No, se lo agradezco, mi esposo vendrá por mi.

-¿Estás casada? -apretó la mandíbula.

-Sí, y me tengo que ir.

Salí del edificio. Me recargue en la pared de vidrio y tecleé un mensaje en mi celular.

"Ya estoy afuera"

Miré al frente. Ya estaba el coche ahí.

"Te gané:)"

"Nunca me ganas, Maslow"

"Lo acabo de hacer"

"Idiota"

"Preciosa"

"Cavernicola"

"Ven e insultame en persona"

Rodeé los ojos y caminé los veinte metros que el coche estaba alejado de mí.

-Eres un idiota -me senté en el coche y dejé mi bolso en el regazo.

-Te amo -sonrió y yo sonreí.

-También yo -lo besé-. Pero dime, ¿cómo te fue con Mía?

-Ella está muy triste. No ha sabido nada de Valerie. Piensa que lo más probable es que ya se la haya llevado a Inglaterra.

-Pero... ¿y su pasaporte? ¿sus papeles legales? -preguntó preocupada.

-No tengo idea, _________ -frunció el ceño-. Es un delincuente.

-Espero que Valerie esté bien...

Arrancó el auto y nos dirigimos a un restaurante que nos encanta. Mientras llegabamos me preguntó sobre mi gran día en mi gran nuevo trabajo.

-¿Cómo te fue? -sin quitar la vista del camino.

-Bien... Aunque fue algo extraño.

-¿Por qué?

-Pues resulta que mi próximo jefe me parecer conocido. No te negaré que es muy guapo... Tiene un lindo cuerpo, y su cabello perfectamente peinado -sentí que frunció el ceño-, oh mi Dios, sus hermosos ojos grises.

-Deben ser pupilentes -levantó los hombros-. Mis ojos son más lindos y son reales.

Reí.

-Por su puesto que son más lindos. Es mas, todo tú eres más lindo -besé su sien-. Pero esos ojos me recuerdan a alguien. Parece que ya lo había visto antes. Además es muy mandón.

-Si no quieres trabajar ahí, no lo hagas. Mejor espera, tal vez podamos poner tu propia agencia de moda. Con lindas modelos... -rió.

Rodeé los ojos y miré por la ventana.

-Pero siempre te voy a amar a ti. Toda tú eres linda.

Sonreí de lado. Me copió.

-Eres un copión.

Guiñó el ojo y reímos.

Llegamos por fin al restaurante y entramos.

Ordenamos.

-Quiero ir con tu familia, James.

Frunció el ceño, pero para arriba.

-¿Con mi familia? -asentí-, ¿por qué?

Me encogí de hombros.

-Son buenas personas. Y divertidas.

-Apenas es miércoles, y la verdad es que ya quiero tomarme unas vacaciones.

-¿No crees que alguien debe ayudarte? -estiré un poco el mantel con mis uñas largas.

-Sí, la verdad que sí. Aunque amo mi profesión, odio cargar con todo el trabajo -puso sus dos manos en la cara.

No me imagino lo que es trabajar de abogado. Se debe tener mucho carácter para serlo. Conmigo no lo demuestra, nunca me ha levantado la voz demasiado. Sí, si se molesta un poco cuando me enojo sin razón, pero no lo he visto tan molesto desde que estábamos en la preparatoria y me encontró con Christian en la parada del camión. Esa vez si que se molestó. Oh si, el punto es que nunca lo he visto tan molesto como lo debe ser en los tribunales, frente al juez.

-Deberíamos ir a un spa, para que te relajes...

-Sabes que no me gustan esos lugares. No me gusta que me toque otra mujer que no seas tú.

Reí por lo bajo.

Es un maldito tierno.

-Entonces te lo doy yo.

Se sonrojó.

-Eso me gusta.

La comida llegó y comenzamos a atascarnos de ella. De verdad que traíamos hambre.

-Dejaré el trabajo por hoy y me dedicaré a besarte todo el día.

-Me gusta la idea -sonreí.

Pagó la cuenta y salimos para ir a la casa.

Saqué mi celular, ya que un momento antes había sonado. Era un mensaje de Kate.

"Nos vemos el viernes en casa de tus padres, no quiero que faltes, es muy importante. Te vas muy guapa. Dile a James que también él tiene que ir. Quiero hablar pronto contigo. Te quiero(:"

-¿Quién es?

-Kate, nos quiere ver en casa de mis padres el viernes para no se que -bloqueé el teléfono y lo miré.

-Que bueno qué no fue hoy -siguió manejando.

[...]

03:11 p.m.

-¡James! -reí entre sus besos-, dejame ya.

-No, quiero disfrurarte todo lo que resta del día -me tomó de la cintura con sus dos manos y caminábamos para atrás.

-Es muy temprano, Maslow -dejé caer mi mano en su pecho.

Frunció el ceño y dejó de besarme.

-Sabes que no me gusta que me digas así.

-Así te dicen todos. En la oficina, te decían así en la escuela...

-Tú eres otra cosa... -me atrajo hacia él y pegó su barbilla a mi frente.

-De acuerdo, de acuerdo, no vuelvo a decirte así.

-¿Vemos una película?

Asentí.

Preparó el blue-ray y metió una película, decidimos ver "Actividad paranormal" ya que no nos poníamos de acuerdo. Yo, por mi parte, preparé las palomitas con extra mantequilla y saqué refrescos (por esta vez, James dejaría su dieta). Por cierto, hablando de dietas, James no va al gimnasio desde que nos casamos.

-Me acordé que no has ido al gimnasio -dije llegando de la cocina con la vasija de palomitas en una mano y los refrescos en otra.

-Aburrido -dijo después de hacer un extraño sonido-. Además, tú tampoco has ido -frunció los labios.

Me senté a su lado y le entregué su refresco.

-Mañana empiezo a ir de nuevo.

-Entonces voy contigo -cruzó su brazo por mi cuello y agarró palomitas con la otra mano.

-¿No que muy aburrido? -levanté la cabeza y entrecerré los ojos.

-No quiero que los hombres te miren mientras estas en top y corres en la caminadora -frunció el ceño.

-Yo no quiero que las mujeres te vean con esa camisa gris de tirantes mojada de sudor. Es muy sexy.

-¿Nos cuidamos mutuamente?

-Hecho.

Reímos, le picó play al control remoto y la película comenzó.

-Sé que no es para morirse de miedo, pero si me da miedo -dije.

Rió al ver mi cara de preocupación y me besó aún con su brazo cruzado por mi cuello.

-Te cuidaré por siempre -susurró aún con sus labios rozando los míos.

¿Ven? ¿ven porque digo que no demuestra ser abogado? Es un tierno. Y es por eso que lo amo.

[.........]

Xoxo

Juntos, ¿para siempre? |James Maslow|Hikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin