Juntos, ¿para siempre? |James Maslow|

Capítulo 20.

Llegué a casa, subí rápido a la recámara y saqué mi maleta negra del clóset. Guardé una buena cantidad de ropa (como para dos semanas) y también puse mis zapatos. Agarré el dinero que tenemos para emergencias. Ya no tenía más tiempo para tirarlo, así que bajé corriendo y salí a tomar un taxi.

Me dirigí a el aeropuerto.

¿Estoy siendo demasiado exagerada? No.

¿Qué que paso? Bueno, resulta que él querido "don Juan" se estaba besando con la querida Victoria. Parecía que lo estaba disfrutando, y yo no estaba para escuchar explicaciones estúpidas.

Arrastré mi maleta hasta las taquillas.

-Buenas tardes, ¿en que le puedo ayudar?

-Necesito boletos para...

POV James.

De inmediato me imaginé que _________ había ido a la casa, así que entré en mi coche y me dirigí a casa.

Bajé rápido y entré.

-¡_________! -grité mientras corría por toda la casa buscando a mi esposa- ¡________, tengo que explicarte!

Nada, solo había su olor esparcido por toda la casa. Subí a la recámara, había algo que m llamó la atención. El cajón donde tenemos guardado el dinero de emergencias estaba abierto. Abrí la cajita cafe, pero el dinero no estaba.

Abrí el armario, faltaba ropa de _________.

Golpeé la pared y despeiné mi cabello.

-¡Maldita sea!

¿Adónde habrá ido?

Llamé un par de veces a su teléfono, pero fue inútil ya que no contestó.

Bajé rápido y me subí a mi coche para ir a buscarla a casa de sus padres.
Me tendré que enfrentar a Kendall.

Toqué la puerta un par de veces, todo esto me había hecho olvidar que había un timbre.

-¡James! -dijo la señora Schmidt mientras me abrazaba con mucha fuerza-, ¡que sorpresa verte por aquí! -miró sobre mi hombro (poniéndose de puntillas, ya que tenía la misma estatura que mi _________)- ¿y mi hija? ¿no viene contigo?

-Señora Schmidt...

Ella frunció el ceño.

-¿Qué pasó con mi hija?

-Primero que nada quiero decirle que no fui yo quien...

-Dime de una vez.

-_________ se fue a no se donde. Se fue de la casa -solté aire.

POV _________.

Por suerte había conseguido boleto. Me senté a esperar, solo faltaban dos horas para irme de esta maldita ciudad. No quiero parecer tonta, pero me duele que James me haga esto. ¿Por qué? ¿que hice mal?

Ya decía yo que el día estaba muy triste. Solo espero que no se suelte a llover fuerte porque cancelarán el vuelo.

Dos horas después, habían anunciado que el vuelo estaba por despegar, así que entré por el estrecho corredor blanco con mi maleta en mano.

Estoy prácticamente tirando todo a la basura. Mi trabajo, mi familia. Pero solo sería por un tiempo, ya que tengo que regresar para planear la boda de Kate. Ya saben, las bodas no son de un día para otro, así que todavía hay tiempo.

Después la llamaría para avisarle.

Realmente no traigo mucha ropa, así que no será por mucho tiempo. Solo en lo que se me bajan los humos y pueda enfrentarme a él estúpido de James.

Ya arriba del avión, puse mis auriculares y cerré los ojos para esperar la llegada a mi destino (no un destino, destino. Ya entenderán)

POV Kendall.

-Te hablo luego, se escuchan ruidos abajo.

-Sale, te amo mucho.

Sonreí. Esa chica me pone muy feliz.

-Te amo más.

Colgó y bajé.

Vi a James con una inmensa cara de preocupación, y con él estaba mamá, quien también estaba muy preocupada.

Fruncí el ceño y me dirigí hacia ellos.

-¿Qué pasa? -los dos me vieron-, ¿dónde está mi hermana?

-Kendall... Ella se fue de su casa -dijo mamá.

Me acerqué lentamente con el ceño fruncido a James.

-¿¡Que hiciste ahora, idiota!? -lo tomé del saco con mis dos manos.

-Me vio besándome con otra -cerró los ojos.

Levanté mi mano con el puño cerrado y golpeé su labio. Le empezó a salir sangre y me comencé a sentir un poco mal.

-Ella me besó sin previo aviso -dijo y sentí como su respiración se aceleraba.

-Dice la verdad, Kendall -siguió mi madre poniendo su mano en mi hombro.

Lo solté y di dos pasos hacia atrás.

-¿Y dónde creen que haya ido? -pregunté.

-¿No estará con Kate? -preguntó Maslow.

-Acabo de hablar con ella y no me dijo nada, así que no creo. -dije.

POV _________.

Pude ver como el avión aterrizaba. Me estiré un poco en mi asiento y después entrecerré los ojos.

Ya cuando estábamos abajo respiré profundo. El aire era distinto al de la ciudad. Texas es un lugar demasiado limpio, puro, el ambiente es mejor.

-Tenías mucho tiempo sin venir aquí ¿eh?

Lo miré y sonreí.

-Muchísimo.

-Se nota. Yo fui hacer cosas de trabajo a Los Ángeles, y extrañé mucho todo esto -apuntó a no se donde y luego dejó caer sus brazos a los costados.

-Extrañaba todo de aquí.

La gente aquí es demasiado amable. Todos se saludan en las calles, sin importar de que clase social sea cada quien. Y éste muchacho solo quiere ser amable, al igual que todos. Me tengo que volver acostumbrar al ambiente, es demasiado fácil, por cierto.

-¿Y adónde vas?

-A las orillas de Austin, ¿tú?

-También, tengo que ir a casa de la señora Schmidt, ¿la conoces?

Mis ojos se abrieron. La casualidad es muy grande.

-¡Claro! Es mi abuela.

Él tiró una risita.

-Entonces vámonos, tengo que ir a saludarla, me pidió que cuando llegara fuera con ella.

Asentí y nos dirigimos a la central de taxis del aeropuerto.
No es como si fuera un asesino en serie, o un psicópata al cual le gustan las mujeres castañas.

-Tu abuela es una vieja muy linda -sonrió mientras arrastraba mi maleta.

-Lo sé. Siempre ha sido un dulce bañado en más dulce.

-Eso suena empalagoso.

-Pues así es ella.

Reímos y tomamos un taxi hacia casa de mi abuela.

Subimos las maletas a la cajuela y después entramos en la parte trasera del taxi.

-Nos puede llevar a las orillas de Austin. -dijo el chico de piel blanca que aún no me daba su nombre.

El taxista hizo una extraña mueca con la boca y nos miró por el retrovisor.

-Lo más cerca que puedo llevarlos de ahí es a mediación. Después tendrán que caminar.

-¿Por qué? ¿Qué sucedió?

-Oh bueno, es que estan poniendo todo para el festival De rodeo, ¿no lo saben?

Con todos los problemas lo había olvidado. Precisamente me vine en los días del rodeo de Austin. Genial.

-Claro, lo había olvidado.

-Entonces, ¿nos vamos o...

-Sí, lo más cerca que podamos llegar -dijo él chico de piel blanca.

-Entonces vámonos ya, que el camino es un poco largo.

Arrancó y miré por la ventana. Todo era tan distinto a la ciudad, tan simple, pero tan bello. Se respiraba tranquilidad.

Definitivamente este tiempo bajaría mis humos hacia James. O eso creo...

[..........]

Xoxo❤