Holly:
Me cuelgo la mochila en los hombros, salgo de la universidad y me dirigo a la parada de autobus donde me siento en el pequeño banco. Me coloco la capucha de la sudadera y jalo los cordones para esconder mi cara mientras espero el autobus.
Es invierno por lo que hace bastante frio asi que meto un poco más los brazos en la sudadera y gran parte de las mangas quedan colgando.
Si la gente pasara y me viera solo podrian ver un saco gigante, con una chica dentro, con la nariz roja como el reno de santa. Pero no era porque estuviera llorando sino porque siempre que me daba pena o frio mi nariz se ponia extremadamente rosada.
Me quedo asi cerca de 10 minutos que se demora en llegar el autobus.
Cuando me subo, me siento en la parte de atrás donde nadie se interese en verme y empiezo a mirar por la ventana imaginandome cuanta gente pasara por aqui a diario sin notar el hermoso atardecer y la nieve que decora las calles.
Cuanta gente no se toma ni un minuto de su tiempo para darse cuenta que tienen muchas cosas que otra gente no y que ellos tienen una hermosa vista de primera fila.Cuando llegue a mi parada ya era de noche, me baje y camine hasta el edificio de apartamentos donde vivia.
Cuando entre la sra. Duncan, que es mi vecina de piso, iba entrando con una cara de angustia y una gran cantidad de bolsas en los brazos.
Ella al escuchar mis pasos se giro y me miro:
-Hola cariño, ¿Como estas?
Me saludo con una amable sonrisa.-Hola-susurre en respuesta.
-¿No te gustaria ayudarme?- señalo con su cabeza las bolsas.
Parpadee como despertando de mi trance y la ayude a meter las bolsas a su apartamento. Deje las bolsas en la encimera y me sente en un taburete.
-¿Qué tal la universidad?¿muchos amigos?- pregunto.
Ella siempre me preguntaba eso, tal vez era muy obvio que no era muy social.
Yo solo me limite a asentir. Ella me ofrecio jugo de naranja pero lo rechaze por lo que ella se sirvio solo un poco para si misma. Mientras se lo tomaba yo la observaba fijamente, tenia arrugas por la edad y se veia cansada, estresada y preocupada.
-¿Que sucede?-le dije
Ella al parecer no esperaba que preguntara eso por lo que dudo un minuto y luego dijo:
-Ay mi niña, los años no pasan solos, la edad ya me esta alcanzando y cada vez se me hace más dificil. Hoy me entere de que mi madre esta muy enferma pero no puedo ir y dejar mi trabajo como si no valiera nada, además a mi edad ya no me dan trabajo y si me dan, no me pagarian lo mismo.
-¿Y..?
-¿Y qué?
- ¿Y que va a hacer?
-Pues yo necesito irme pero alguien debe hacer mi trabajo. Aunque aguarda un momento...- me miro fijamente- Tu necesitas tabajo ¿no?
Asentí
-Pues problema resuelto, tu te quedaras trabajando por mi hasta que pueda regresar- sonrío- ah ¿que te parece?
Pensandolo bien no era tan mala idea, porque ayudaria a la señora Duncan y ganaria dinero, además según lo que me habia contado, ella trabajaba en una mansión y solo tenia que cuidar los jardines, limpiar la mansion, a veces lavar los carros y cocinar. Eso era facíl excepto la parte de cocinar y la paga era muy buena.
La mire fijamente mucho tiempo y luego asenti levemente.
-Ay muchas gracias, acabas de ayudar a esta pobre anciana- salto de la alegria y luego se quejo porque le dolio su espalda.
Me alegraba verla feliz, normalmente siempre tenia cara de estres y de angustia.
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Mi Timida Chica
RomanceHolly es una callada y timida chica, que no tiene amigos, ni familia, que trabaja para pagarse la mitad de una beca y vive en barrios bajos donde a veces hay asesinatos, robos, peleas ilegales y venta de drogas, pero lo poco que gana no le permite...