Holly:
Era temprano en la mañana y me bañe y cambie de ropa antes que todos se levantaran.
Quería hacer el desayuno y lavar la ropa que Aaron había comprado el día anterior para mi y devolvérsela. Sabía perfectamente que yo nunca podría pagarle aquella ropa porque el poco dinero que gano lo necesito para la mitad de la beca y para los gastos diarios. Ayer él había insistido en comprarlos y por eso acepte además los necesitaba pero se los daría en cuanto lo viera.
Baje lo más rápido que pude sin que Harold me viera con la ropa en la mano y me dirigí al lugar donde estaba la lavadora, metí la ropa en ella junto con el jabón y la encendí. Solo esperaba que no hiciera mucho ruido y nadie preguntara que era eso.
Salí del cuarto en silencio y fui hacia la cocina para ayudar a Harold con el desayuno pero en mi camino mis ojos se desviaron a las puertas corredizas desde donde se podían ver las hamacas. Al verlas recordé lo que sucedió la noche anterior.
Mis corazón se acelero y mi cara enrojeció. Todavía no podía creer lo que sucedió pero quería olvidarlo.
Había besado a un chico con novia.
Me sentía muy mal por lo sucedido pero ya no podía cambiarlo. Incluso guardaba esperanzas de que Aaron no estuviera muy molesto conmigo.
Después de aquello él me había mirado a los ojos, frunció el ceño y se fue maldiciendo en voz baja mientras metía las manos en su cabello.
Luego de que mi impresión pasara entre en la casa y escuche su puerta cerrarse con fuerza. No lo vi ni escuche más durante el resto de la noche por lo que finalmente me fui a dormir preocupada de haberle hecho daño o de que hubiera arruinado las vacaciones.
Tenia que controlarme más. Pero lo peor de eso no fue su reacción sino que yo lo había disfrutado y me sentía inmensamente culpable.
Quería irme a una playa desierta donde nunca me encontraran jamás.
- ¿Holly?- la voz de Harold me asustó y me saco de mis pensamientos.
Voltee a verlo mientras me tocaba el pecho. Él trato de ocultar su diversión pero igualmente la note.
-Lo siento no quería asustarte. Es que escuche un ruido y supuse que eras tú.
-No importa, esta bien - susurré.
- ¿De verdad estas bien? Estas muy roja.
Me toque las mejillas y las sentía muy calientes.
-Si estoy bien es solo que me asuste.
Él sonrió y no hizo más comentarios.
-Vamos a desayunar antes de que los señores despierten.
Lo seguí a la cocina con mi cara todavía roja tratando de disimularla un poco bajando la cabeza.
-Estaba preparando pancakes y chocolate.
Asentí y empezamos a cocinar mientras él hablaba de como había ido a conocer las cabañas ayer y de que conoció a unos hombres del los cuales se hizo amigo y decidieron ir a conocer la playa hoy.
Me alegraba por él pero realmente no estaba prestando atención a lo que decía. Estaba pensando en como debería disculparme con Aaron y que lo mejor seria evitarlo.
-Ouch- mire mi dedo y este estaba sangrando donde me había cortado.
Me metí el dedo a la boca para limpiar la sangre y aliviar el dolor.
Ok nunca debes cortar fresas mientras piensas en otras cosas. Es muy peligroso.
Harold me miro y negó con la cabeza.
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Mi Timida Chica
RomansHolly es una callada y timida chica, que no tiene amigos, ni familia, que trabaja para pagarse la mitad de una beca y vive en barrios bajos donde a veces hay asesinatos, robos, peleas ilegales y venta de drogas, pero lo poco que gana no le permite...