Mi Timida Chica

Capítulo 25: Vamos a la playa

Aaron:

Una vez que llegamos a la isla me desabotone la polo que tenia puesta debido al gran calor que estaba haciendo.

Era un cambio drástico pasar del frio de la ciudad al calor de la isla y no podia entender como Holly no tenia calor con ese gran saco que traia.

Cuando llegaron los autos que tendriamos durante estos días aqui, Harold insistio en que él subiria las cosas pero me negue y subi mi propia maleta en la parte de atrás. Queria ayudar a Holly a subir la suya pero solo traia una vieja mochila.

Asi que sin más que hacer subi al auto a su lado.

Durante la mayoria de la trayectoria la mire y no pude evitar sonreir. Estaba embelezada mirando el maravilloso paisaje de Mykonos y como no estarlo si sus calles eran hermosas llenas de gente en trajes de baño, cafeterias al aire libre, casas muy coloridas y viento proveniente de las olas que chocaban contra la orilla.

Habria admirado más el paisaje pero tenia algo mucho más interesante a mi lado con su cabello alborotado.

Si ella se entretenia tan solo mirando las calle no podia esperar a que fueramos a pasear y disfrutar de todas las cosas que hay Mykonos.

Finalmente llegamos a las cabañas donde nos hospedariamos y bajamos del auto.

La entrada tenia todo lo que un hotel 5 estrellas debia tener y la verdad no me sorprendia. Mis padres insistian en gastar el dinero en los más caro que se podia pero ni aunque pagaran todo esto iban a quebrar.

A mi personalmente ni me molestaba ni me encantaba. Estaba bien en un lugar donde hubiera cama, internet, un televisor y aire acondicionado. Con eso era más que suficiente.

Pero este lugar estaba genial. En la recepción todo era normal, una estante, toallas para los visitantes, grandes ventiladores, sillones que en este momento se veían muy cómodos y un montón de cosas más. Pero lo que me gusto no fue la recepción sino la forma en que estaba organizado todo.

Era una enorme colina, las cabañas estaban organizadas en subida a lo largo de esta y tenías varias opciones para subir: en carritos de golf, en auto, por unas escaleras que habían en los bordes del camino o por el camino que estaba decorado con piedras.
Mientras subías podías ver la playa y las flores que tenían las entradas de todas las cabañas. Había una zona para jugar golf, otra donde había varias piscinas con sillas y bares pequeños de madera, un sauna que me parecía innecesario con este calor, una zona de masajes y spa, un bar y una discoteca. Creo que está vez mis padres habían elegido bien.

Mientras ellos reclamaban las llaves de la cabaña que habían apartado y todo eso, Holly y yo nos quedamos esperando. Harold estaba sacando el monton de cosas que mis padres del auto.

Mire a Holly y ella estaba mirando todo con gran admiración.

-¿Te gusta?- le pregunte.

Ella solo negó lentamente mirando hacia todos lados sin palabras.

Esto no era la gran cosa para mi pero el hecho de que a ella le gustara hizo que este lugar fuera más interesante.

Una vez que mis padres hicieron todo el papeleo le entregaron una tarjeta a Harold por si acaso.

Tal vez esta semana fuera la mejor de todas. Iba a estar en la misma casa que Holly, aunque con mis padres pero con Holly.

Cuando Harold término con las maletas de mis padres, caminamos hacia la cabaña que estaba en lo alto de la colina y me di cuenta de que estaba ubicada en un buen lugar porque se podía ver todo desde aquí, además tenia unas hamacas en la parte de atrás desde donde se podía ver a la gente en la playa.