Capitulo 26: ¿Me darías el honor?

32.5K 1.6K 930
                                    

Holly:

Fui a buscar a Aaron pero no lo encontraba.

Caminé durante unos buenos veinte minutos pero no daba señales de estar aquí.

Estuve a punto de rendirme e irme caminando hasta el hotel. Como no sabía el camino preguntaría por ahí pero finalmente lo encontré o a alguien muy parecido a él.

Estaba acostado en una especie de cama de madera reclinable que tenía una delgada colchoneta blanca y al lado también había una pero esta estaba vacía.

Sino fuera porque había una gran sombrilla cubriendo las dos camas, ya se habría quemado.

Me acerqué silenciosamente a él y le toque un brazo para despertarlo.

-¿Aaron?-susurré despacio para no asustarlo.

Lo moví un poco pero no se despertó.

-Aaron- dije de nuevo pero un poco más fuerte.

Él abrió los ojos lentamente y los enfocó.

-¿Dónde estamos?- dijo desubicado mirando hacia todos lados.

Lo miré con el ceño fruncido.

-No lo sé, tu nos trajiste hasta aquí.

-¿Qué?

Se sentó derecho en la cama y se paso los dedos por el cabello despeinándose más de lo que estaba.

-Estamos en una playa.

Aaron se quedó en silencio unos minutos y luego recordó.

-Estamos en Mykonos.

Asentí al igual que él.

Me miró fijamente durante unos segundos en los que me sentí incómoda.

-¿Por qué estás mojada? Muy mojada por cierto.

Me mire. Había olvidado completamente que estaba mojada.

-Me caí cuando estaba corriendo hacia el mar -mentí porque no quería que pensara que era una débil por no decir nada a quienes me mojaron.

-Estas muy roja. ¿No tienes calor con ese sacó?

Trague saliva. No me había fijado en eso pero la verdad era que si. Aunque no tenía muchas opciones de ropa, era esto o andar en ropa interior y eso no estaba entre mis planes.

Negué lentamente con la cabeza no muy segura.

-Pues no te creo, incluso yo tengo calor.

-Estoy bien, de verdad.

-Aún no te creo, el hecho es que estas muy mojada y está haciendo mucho calor así que vamos a hacer algo al respecto.

Se puso de pie y tomó una bebida que estaba en una mesa entre las camas. No la había notado hasta ahora.

Cuando terminó de beber llamó a unas muchachas que estaban en trajes de baños repartiendo bebidas.

Una de ellas se acercó con una gran sonrisa.

-¿En qué te puedo ayudar?

-Apartame este lugar hasta que regrese por favor.

Ella sonrió aún más y se empezó a enroscar el cabello en un dedo.

-Mmmm cariño, ese tiempo te va a costar también.

-Esta bien, lo pagaré cuando regrese pero apartalo.

-De acuerdo lindo. ¿Te puedo ayudar en algo más?

Me tomo por sorpresa de la muñeca y me quitó los zapatos para cargarlos él.

Mi Timida ChicaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora