Capitulo 28: La cita

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Aaron:

Yo no tenía planeado invitar a Holly a hablar conmigo así pero ya lo había hecho. Sólo quedaba esperar.

Y esperaba que ella aceptará o no sabría que hacer.

Mientras me bañaba y alistaba planeaba lo que haría si ella rechazaba mi invitación.

Después de vestirme en tiempo récord   tome mi celular y le escribí a unos conocidos para planear la "cita" de hoy.

Mientras escribía me detuve a pensar un momento.

¿Realmente le había pedido una cita a Holly?

Esa chica me hacía hacer cosas raras. Nunca en mi vida había pedido una cita o lo que fuera eso. Y nunca me había sentido tan nervioso porque me rechazaran. Además de que nunca lo habían hecho.

Pero estaba casi seguro de que no lo haría ¿o si?

Cuando mi celular sonó indicándome que todo estaba preparado mis nervios se esfumaron. Ella iría o yo la llevaría hasta el lugar. Incluso si eso significaba obligarla.

En una mochila que llevaba conmigo metí dinero, algo de ropa, mi celular y lo necesario para el día.

Salí de la habitación y fui al cuarto de Holly que era casi al otro lado de la casa.

Cuando llegué golpee su puerta y está se abrió muy lentamente dejando ver a una Holly con un gran saco y con su gorro puesto.

-Ahh...-levantó su mirada y al encontrarse con mis ojos bajo la vista de nuevo.

-¿Estas lista?

-Espera un momento.

Escuche sus pasos suaves corriendo hacia la habitación y cuando regresó tenía la ropa que le compre el día anterior en las manos correctamente dobladas y oliendo bien.

-Mmmm gracias...por la ropa...y todo eso. No era necesario pero gracias.

Ella estiro la ropa hacia mi y espero a que las tomará pero al ver que yo no hacía nada levantó la vista de nuevo.

-Son tuyas. Las compre para ti.

-Lo sé... Pero no puedo aceptarlas.

Me crucé de brazos algo divertido por sus acciones.

-¿Por qué?

Al parecer ella no esperaba esa pregunta y se puso nerviosa. Miro a los lados antes de responder.

-P-pues por...porque...

Levanté una ceja interrogativo.

-Porque...- la anime a que siguiera.

-No te las puedo pagar- murmuró mientras bajaba la vista y enrojecía.

-No quiero que me las pagues. Yo te las compre.

-Pero

-Pero nada. Por favor aceptalas.

Al ver que ella seguía dudando se me ocurrió una idea.

-Tú quieres pagarlas ¿verdad?- ella asintió-  Si vas a hablar conmigo y me acompañas te las podrás quedar sin necesidad de pagarme. Solo tienes que ir conmigo.

Sé que es una mala forma de invitarla pero no importaba. Siempre y cuando fuera.

Ella me miró durante un largo rato hasta que finalmente suspiro.

-Bien.

Sonreí  victorioso.

-Lleva las cosas necesarias. Una muda de ropa no estaría mal. Te espero abajo en 5 minutos.

Mi Timida ChicaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora