Almas Encontradas [Aemond Targaryen x Lucerys Velaryon]

CAPITULO 5

ATENCIÓN, SI ERES SEGUIDOR SOLO DE LA SERIE Y NO QUIERES COMERTE NINGÚN SPOILER, EN ESTE CAPITULO LO HARÁS. 

Aunque solo es una frase, si no quieres leerlo prometo que en el siguiente colocaré un resumen de lo que ocurre en este para que podáis seguir la historia sin problema. 

Espero que os guste  y nos vemos mañana <3

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- ¡No huyas Aemond Targaryen! - escuchó el grito de su hermana.

Las cosas empezaron así. Una vez solo en la habitación pensó que podría descansar otra vez, pero Helaena entró dando una patada derrumbando la puerta.

Eso sí que era la fuerza del dragón.

- ¡Qué le hiciste a mi bebé! - si fuera un dragón, estaba seguro de que su hermana escupiría fuego por la boca.

- ¿Nada?

Helaena se abalanzó sobre él y empezó a tirarle del pelo. Cómo pudo la apartó y empezó a correr por toda la casa. Cuando se dio la vuelta, pudo ver cómo ésta tenía un gato en los brazos.

- ¡Vaghar, ataca! - le lanzó el animal a la cara.

¿Vaghar? ¿Su dragón había pasado de ser una de las criaturas más temidas a un simple gato gordo?

- Pero ¿qué está pasando aquí? - Aegon volvía de sus clases cuando vio el panorama.

Sus hermanos peleaban en el suelo mientras se tiraban mutuamente del pelo. Suspiró, sacó el móvil, les hecho una foto y procedió a separarlos. Cogió a cada uno del brazo y los levantó.

- ¿Alguien podría decirme que mierda pasa?

- Nada - respondieron al unísono mientras ambos se lanzaban miradas de odio.

- Puede que mamá se crea esa mentira, pero a mí no me convencéis. Quiero ahora mismo una explicación del extraño comportamiento del tuerto y del por qué Vaghar parece traumatizado - señaló al gato que miraba a una esquina del salón.

- Esto será más difícil de lo que creí - dijo Helaena mientras se arreglaba el cabello.

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Después de contarle todo, Aegon no habló durante tres minutos.

- A ver si me queda claro... ¿lo único que hacía era beber, follar y huir de mis obligaciones? - Aemond asintió - Genial, sigo igual.

- Oh dios - Helaena viró los ojos - eso no es lo importante aquí, tenemos que encontrar una solución para que nuestros padres no lo quieran encerrar en un manicomio. Además del problema de Lucerys.

- Yo no quiero solucionar nada con el bastardo.

- Ya, pero es tu novio, deberás romper con él o algo. No puedes eliminarlo así a la ligera.

- En Westeros si podía - susurró.

- Ya lo hiciste - Aegon soltó. Helaena le miró mal. - Lo siento. Realmente aquí el único problema es cuando habla y actúa por puro rencor acumulado.

- Yo no tengo rencor acumulado - Aemond miró a su hermano mayor ofendido.

- Claro que lo tienes. Culpas a Luke por haberte arrancado un ojo, cuando realmente lo hizo en defensa de su hermano - habló la joven Targaryen - Lo mataste iniciando una guerra que nos condenó a la muerte. ¡Jaehaerys murió por tu culpa!

Aquello cayó como un balde de agua fría sobre el menor de los tres. Aemond miró a su hermana que lloraba en silencio. En parte tenía razón, antes de que iniciara la Danza de dragones, él la protegía de su hermano. Amaba mucho a sus sobrinos. Estaba tan cegado por haber llevado a cabo su venganza que no pensó ni un solo momento en las consecuencias, ni siquiera visitó a Helaena antes de que decidiera acabar con su vida.

Aegon suspiró mirando a otro lado, la situación se había vuelto incomoda. La tensión podía cortarse con un cuchillo. Si bien no les hizo mucha falta convencerlo, muy dentro de si pensaba que todo esto era un montaje. Pero decidió ayudar a sus hermanos, lo que eso significaba mantenerlos unidos ahora más que nunca.

- Vamos a calmarnos y pensar con claridad - intervino - Aemond, debes empezar a dejar esos pensamientos a un lado, ya no estás en tu antiguo hogar, ya no tienes que demostrar nada ante nadie ni pensar en batallas. Te ayudaremos y nunca te dejaremos solo.

Aemond sintió paz en aquellas palabras.

- ¿Estas llorando? - Helaena al escuchar la pregunta se giró hacia su hermano pequeño y vio que efectivamente estaba llorando. Eso sí que fue lo más raro del día. Aemond "quiero el ojo de Lucerys" Targaryen estaba llorando.

- Que tonterías dices - se quitó las lágrimas.

- Es normal que lo hagas, por lo que contaste antes todo era dolor y muerte - su hermano le daba palmaditas en la espalda en señal de cariño.

- Entonces haremos eso - ambos miraron a su hermana - no hablarás con nadie a no ser estemos nosotros delante, intentarás controlar esas emociones y te enseñaremos a vivir en esta época.

- Gracias - susurró.

- ¿Qué has dicho? - Helaena lo estaba fastidiando de nuevo - No he podido escucharlo bien.

- Dije que gracias - Aemond apenado bajó la mirada.

- Hey, somos familia, si no nos ayudamos entre nosotros no se quien lo hará - tanto Aegon como Helaena le abrazaron. Se tiraron un buen tiempo así, hasta que volvieron a separarse todos con sonrisas en sus rostros.

- Bueno, ahora si me disculpan - Aegon se dirigió a la salida del salón - debo prepararme para mi sesión de sex tape con Jacaerys.

- Demasiada información - Helaena puso cara de asco. A veces su hermano era demasiado específico con su relación. Aegon empezó a reír mientras desaparecía por el pasillo.

- ¿Qué es eso? - preguntó Aemond.

- Algo que de momento no necesitas saber - ambos se levantaron dispuestos a irse cada uno a su habitación.

- Por cierto, Helaena, aún no me has dicho como acabé aquí y por qué tú eres la única que se acuerda de todo.

- Oh, pues...

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Decidí poner a Aegon como un hermano mayor protector y cariñoso con sus hermanos, aunque sin perder ese toque random. Puede que con el tiempo se convierta en mi personaje favorito.  

Helaena como siempre dando caña a Aemond, pero realmente ella es de las que más sufrió en la Danza de dragones.

Escribiendo ya me spoilee algunas cosas que pasaran en la segunda temporada de la serie :c