Almas Encontradas [Aemond Targaryen x Lucerys Velaryon]

CAPITULO 12

Helaena no le hablaba desde hace semanas. Quería preguntarle por qué de aquellos sueños, pero realmente parecía que ni lo quería cerca. Estaba frustrado.

Necesitaba respuestas a sus preguntas ¿Por qué llevaba dos meses sin ver a Luke? ¿La tierra se lo había tragado? Le preguntó a Aegon, quien parecía que no tenía ningún problema hacia su persona, pero tampoco fue de mucha ayuda.

- ¿Por qué preguntas por él?

- Simple curiosidad.

- Aquí tenemos un dicho. La curiosidad mató al gato.

¿Por qué algo que no existe mataría a un gato? Fue la pregunta que estuvo rondando su mente todo el día. Estúpido Aegon. Lo único que hizo fue que perdiera el tiempo. Por obvias razones descartó preguntar a Jace, ese chico le volvería a partir la cara si se acercaba y más si lo hacía con intenciones de saber el paradero de Lucerys.

El sábado fue cuando se enfrentó a la bestia de su hermana. Entró en su habitación, estaba decorada de plantas, velas y dibujos de insectos, muy su estilo.

- Espero que hayas venido a decirme que has dejado a la idiota de Alys - fueron las primeras palabras que su hermana le dirigió en semanas.

- No.

- Pues entonces vete, no quiero perder el tiempo - se levantó de la silla y empezó a empujarle a la salida.

- Vengo a disculparme.

- No es conmigo con quién debes hacerlo - iba a cerrar la puerta, pero Aemond puso el pie.

- Necesito respuestas - sonaba desesperado.

- No, no necesitas respuestas. Las tienes enfrente tuya, que no quieras verlas es otra cosa.

- Entiéndeme, no puedo estar con una persona que no amo.

- ¿En serio? ¿Entonces por qué quieres saber dónde está? - se quedó sin palabras - Lucerys lo sabe.

- ¿Qué?

- Tuve que contárselo, merecía saber la verdad. No es justo que él sufra.

- ¿Por qué no ha venido a intentar hablar con todos?

- Porque se ha ido.

¿Luke se había ido? Su corazón volvió a doler. Pudo ver cómo su hermana miraba al fuego de una de las velas.

- Un alma... No dos... La otra mitad aún sigue... El zafiro y el fuego... - susurro en valyrio y enseguida empezó a buscar algo en su habitación. De debajo de la cama cogió un libro.

- ¿Qué es eso?

- Es un libro de la Antigua Valyria.

- ¿Qué? ¿Cómo lo conseguiste? - se fue acercando a ella hasta poder ver que efectivamente era un libro escrito en valyrio.

- Se lo robé a la estúpida de tu novia - pasaba páginas - aquí está - empezó a murmurar leyendo el contenido, Aemond iba hacer lo mismo, pero Helaena cerró el libro.

- ¿Estas bien? - preguntó preocupado por el repentino silencio en el que se había sumergido su hermana.

- Tengo que resolver unos asuntos - guardó el libro y cogió su mochila - Nos vemos después - y sin más salido.

......

Luke disfrutaba de la primavera que Los Ángeles le brindaba. Nunca en su vida pensó que lo estaría pasando tan bien.

Ese día había aprovechado la visita de Cregan para ir a Santa Mónica y disfrutar de la playa. Paseaban juntos de la mano por el paseo mientras hacían fotos. Sentía felicidad al lado del mayor. Los días donde sufría por el rechazo repentino de Aemond habían cesado y estuvo dispuesto a darle una oportunidad a su amigo. Y estaba más que contento con la decisión que había tomado.

Una vez llegaron a su casa, Cregan lo acorraló contra la pared y le empezó a comer la boca. Lucerys le siguió el juego, empezando así una lucha de lenguas. Cregan metió su rodilla entre las piernas del menor y lo apegó más a él. Ambos se restregaban sin ningún tipo de pudor. Lucerys pudo sentir la erección de Cregan restregarse contra la suya por encima de la ropa. Notó como la mano del mayor se colaba por su camisa y llegaba a sus pezones, empezando a jugar con ellos.

Luke gimió. Cregan dejó sus labios para bajar a su cuello, mordiendo y absorbiendo su piel, dejando todo el lugar marcado.

Llegaron a la cama, donde Cregan procedió a desnudarlo por completo, admirando cada centímetro de su cuerpo. Seguido se quitó la camisa y volvió a besarlo, pero esta vez de forma lenta y excitante, mientras que una de sus manos se posó en la polla erecta de Luke. El frío de las manos del mayor hizo que arqueara un poco su espalda y gimiera.

Estaba a punto de venirse cuando Cregan paró, sacándose su polla y juntando ambas. Con su mano las envolvió y empezó a bombearlas de manera lenta y excitante. Lucerys gemía, Cregan también. Ambos besándose mientras llegaron al clímax

Una vez limpios, decidieron dormir desnudos debido al calor, pero se abrazaron durante toda la noche. Luke se durmió sintiendo los besos de Cregan en su cabeza.

.....

- ¿¡Qué mierda te pasa Aemond!?

Aemond intentó tener relaciones con Alys esa tarde, pero su polla parecía no funcionar. Llevaba unos minutos intentándolo, pero nada, era como si tener a su novia delante, desnuda, a su pene no le interesara.

Alys se desesperó y le reprochó, diciéndole que eso se debía a que tenía a alguien más. Aemond no tenía a nadie más, tenía desesperación, algo que no podía cogerse.

Cuando llegó a su casa, porque Alys literalmente le echó, entró frustrado cerrando de un portazo. Agradeció que no había nadie y entró directamente a su habitación. Pateó la estantería que había a un lado del escritorio, arrepintiéndose después porque se hizo daño. Se sentó en la cama y se quitó el zapato, no había nada de que alarmarse.

Se tumbó en la cama y agarró su móvil. Helaena le enseñó las cosas básicas que debía saber. Estuvo revisando los mensajes hasta que llegó al chat de Luke. Su último mensaje fue un te amo por su parte.

En seguida su corazón volvió a doler y las lágrimas empezaron a caer por sus mejillas. Sentía como si algo tomaba el control e inconscientemente escribió en el chat.

Te extraño ✓

Escribió, pero el mensaje nunca llegó. Lucerys lo había bloqueado.

El zafiro está perdiendo contra el fuego.

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No soy buena escribiendo escenas explícitas 😩 Lo siento si no llegué al nivel de otr@s escritores