Almas Encontradas [Aemond Targaryen x Lucerys Velaryon]

CAPITULO 23

El examen de derecho civil me está quitando todas las horas que tenía libres para escribir 😩, pero aquí tenéis el capítulo. Lo he estado escribiendo mientras tenía mis descansos 🥺🤗

Espero que os guste. Gracias por el apoyo y los comentarios ❤️😊❤️😊

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Una espada se clavaba en su ojo, haciéndole gritar con todas sus fuerzas mientras caía al vacío. Despertó agitado. Estaba en casa, pero aquello se había sentido tan real. Llevó su mano a su ojo y respiró aliviado cuando noto que estaba bien. No se imaginaba viendo la mitad de las cosas, sería bastante raro.

Su cabeza dolía, la vendita resaca estaba haciendo acto de presencia en su sistema, necesitaba lavarse la cara y beber agua para calmar los síntomas. Con algo de dificultad, logró poner su cuerpo en pie, ¿por qué tenía que ser tan alto? No podía mirar al suelo porque sintió que estaba mareándose. Cuando abrió la puerta, la música que tenían sus padres puesta le hicieron eco en su cabeza. Odiaba los sábados de limpieza.

Fue a pasos pequeños al baño, la luz molestó un poco haciendo que cerrara los ojos. Abrió el grifo del lavabo y lavó su cara, sintiendo como iba volviendo en sí. Al retirar la toalla de su rostro, gritó. Su ojo izquierdo tenía una mancha que ocupaba gran parte de éste.

- ¿Seguro que no has querido hacerte ningún tatuaje de esos que te cambian el color del ojo? – su madre, quien fue en su rescate al escucharlo, lo miraba determinadamente.

- Hijo – su padre estaba a un lado – ya sabes que no tenemos ningún problema a que te hagas lo que quieras, pero los ojos lilas es genética únicamente de nuestra familia.

- Pero, yo no hice nada – Alicent miró a Aemond y suspiró.

- Pediré cita en el médico.

Aemond volvió a mirarse en el espejo, encontrándose con su otra mitad, compartiendo la misma cara de asombro. Salió del baño y entró a la habitación de su hermana, quien dormía con medio cuerpo saliendo de la cama, mientras Vaghar descansaba en su espalda.

- ¡HELAENA! – su hermana se despertó de golpe, cediendo y cayendo al suelo. Vaghar miró la escena y se levantó como si nada para salir de la habitación.

- Ya puede ser importante – dijo mientras se levantaba y miraba a todos lados desorientada – estaba soñando que volaba en dragón mientras hacía arder todo Desembarco del Rey.

- Es más que importante – Aemond acercó su rostro a su hermana - ¿ves?

- Que lo primero que vea es tu cara no me agrada.

- Es lo que hay, pero mira – Helaena miró el ojo de su hermano – además también he visto al otro Aemond en el espejo - Sin pensarlo mucho, cogió el móvil y sacó una foto que fue enviada a Melisandre. La contestación no tardó en esperar.

- Nos vamos, arréglate.

[...]

El edificio donde se estaba alojando la pelirroja era muy moderno, además de solo verse personas elegantes entrando y saliendo. Los dos hermanos se quedaron sin palabras, ¿tanto se ganaba en un arbolario? Llegaron al ático, donde la puerta ya estaba abierta. Aunque todo el bloque tuviera un toque minimalista, Melisandre había decorado la casa con colores más fuertes, sin dejar de lado la naturaleza y lo espiritual.

- Interesante – la joven miraba con lupa el ojo del Targaryen.

- ¿Se va a morir? – preguntó Helaena con cierto tono dramático.