CAPITULO 20

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Llegué para dejar un poco de amor por aquí y no tanto drama... o si...🤭

Dentro capítulo!!!




















- ¿Aemond? - Helaena había salido al jardín cuando escuchó sollozos. Se encontró a su hermano sentado en una de las sillas mientras bebía un litro de cerveza - Aegon se va a enfadar cuando se entere que le cogiste un litro.

Aemond rio un poco. Puede que sí, sabía cuan su hermano adoraba aquel licor. No se consideraba fan de esa bebida, pero era lo único que tenía a mano para calmar su corazón. Le dio otro trago, sintiendo el sabor amargo junto con el gas.

- ¿Qué ha pasado? - su hermana casi susurró, intentando calmarlo.

Que le dolía. Todo lo que había y estaba pasando le dolía. Se sentía impotente por no poder haber detenido eso a tiempo, pero había sido tan débil y tenía miedo. Débil por no haberle plantado cara a esa versión suya, y miedo porque no quería que volviera a pasar. Temía que no pudiera volver.

- ¿Algún día esto acabará? - sus ojos estaban cansados, al igual que su mente.

- Lo hará.

Helaena sabía que todo acabaría, pero necesitaba más tiempo. Sabía que estaba tardando en descifrar el mensaje y que debía darse prisa, pues podía ver cómo tanto su hermano cómo Luke estaban sufriendo.

Estuvieron un rato más sentados en silencio mientras escuchaban los grillos. Disfrutando del frescor del verano y mirando la luna. Un momento de paz en aquel caos que había originado una persona codiciosa.





[...]


Su idea de verano, luego ver como Luke se besaba con Cregan, era pasarlo en su casa. Sumergirse en los libros que había comprado y esperar a que los días pasaran. Los primeros dos días lo consiguió, pero al tercero su hermano decidió que debía salir y divertirse.

- Me niego a que pases todo el verano encerrado – le quitó el libro que tenía en las manos – necesito recuperar el tiempo perdido con mi verdadero hermano.

Así fue como se vio arrastrado hacia el centro comercial. Aegon le dijo que debía comprarse el traje de boda y que necesitaba ayuda de los dos padrinos. Estaba a punto de preguntar quien era la otra persona, cuando a lo lejos pudo ver la silueta de Luke. Antes de llegar paró en seco y le lanzó a su hermano una mirada asesina.

Aegon simplemente se limitó a sonreírle y siguió caminando hacia el joven Velaryon, mientras el se quedaba ahí parado sin saber que hacer. ¿Esta bien? ¿Se creía capaz de pasar tiempo con su antigua pareja? No, no creía que fuera capaz. Cuando ya estaba decidió a dar media vuelta e irse, su hermano le hizo una señal de que se acercara. Pudo ver la cara de ilusión en Luke. Su corazón empezó a acelerarse.

Su sonrisa es la misma que cuando éramos niños...

¿Su otro yo había dicho aquello? Con confusión se fue acercando, obviamente no tuvo la valentía de mirar al menor. Ni siquiera se atrevió a devolverle el saludo. Se limitó a estar allí y no soltar palabra.

La situación empeoró cuando ambos se quedaron fuera de los probadores esperando a que Aegon saliera con el traje. No sabía a donde mirar ni que posición adoptar, todo en si era un manojo de nervios. Eso era lo que Luke provocaba en él.

Lucerys miraba con ternura a Aemond. Toda una vida juntos y dos años de relación habían servido para que supiera como el mayor se comportaba cuando estaba nervioso. Más de una vez quiso que sus miradas se cruzaran, pero éste parecía evitarlo, aquello le molestaba pues

por alguna razón quería llamar la atención del mayor.

- Creo que este es genial – Aegon salió con un traje estilo pingüino y un sombreo alto. Escuchó como Aemond empezó a reír – No te rías, siempre quise casarme así.

- Jace no querrá como te presentes así.

- Tonterías – miró a su cuñado - ¿Tu que opinas Luke? Me fio más de tu opinión.

- Estoy de acuerdo con tu hermano – una pequeña risa salió de sus labios. Aemond al escucharlo juró que su corazón iba a salirse de su pecho. Siempre había adorado su risa, era como una melodía que no se cansaría de escuchar.

- Gracias por arruinarme mis sueños – Aegon se hizo el dramático mientras llevaba una mano a su cara simulando secarse una lágrima. Aemond viró sus ojos, su hermano mayor a veces no tenía caso – Me probaré uno más normal, pero no solo hemos venido por mí – ambos menores se asustaron ante esas palabras – también necesitamos que os probéis vuestros trajes.

Antes de que pudieran salir del lugar, se vieron rodeado de dos dependientes, quienes los guiaron a cada uno a un probador diferentes. Aemond suspiró al ver el smoking y la corbata roja. Cuando llegara su casa mataría a su hermano, de eso estaba seguro.

Salió del probador intentado arreglase aquella corbata, desesperado la dejó tal cual y alzó la mirada. Mala idea, pues Luke estaba mirándose en el espejo que había fuera. El traje era similar al suyo, pero este se ceñía mejor a su cuerpo, haciéndolo ver hermoso.

- ¿Necesitas ayuda? – el menor le miraba a través del espejo.

- ¿Qué?

- Con la corbata – Lucerys se dio la vuelta y fue hacia Aemond - ¿Puedo?

El mayor no sabía que responder, su mente se había quedado en blanco. Luke sonrió y sin esperar una respuesta llevo sus manos a la tela para poder acomodarla. Sorprendentemente Aemond no intentó apartarse, sino que dejo hacerle el nudo tranquilamente mientras le miraba. Cuando terminó, sus miradas se encontraron. Ambos corazones latiendo al mismo ritmo.

Aegon había abierto un poco la puerta de su probador. Había escuchado la conversación y el silencio le puso alerta, pero su sorpresa vino cuando se dio cuenta de la situación en la que se encontraban los otros.

- Siempre supe que te verías bien en traje – dijo Aemond, haciendo que Lucerys sonriera tímidamente mientras se apartaba.

Antes de que pudiera responder, un dependiente los interrumpió. Aegon aprovechó e hizo acto de presencia. La tarde siguió entre risas y miradas llenas de amor entre Aemond y Lucerys. El mayor de los tres se sentía un poco sujeta velas, pero estaba feliz de ver a los menores, quienes actuaban como si nada hubiera pasado, como si otra vez fueran pareja.













[....]





















Cregan estaba nervioso. Sabía que no debió aceptar esa oferta, pero al principio estaba tan enamorado, que cedió sin leer la letra pequeña del acuerdo. Entró en la cafetería donde su acompañante lo estaba esperando. Una vez enfrente, pudo ver la cara de enfado.

- ¿Cómo se te ocurre intentar cortar con Lucerys?

- No puedo ayudarte más. Me dijiste que nadie sería dañado, pero Luke está sufriendo, lo puedo ver en sus ojos.

- El amor os hace tan débiles – una sonrisa burlona se dibujó en la cara de la chica – Escúchame maldito Stark – sus ojos cambiaron de color – fui muy clara cuando te dije que no quería que te echaras atrás. Si no quieres que mate a tu amado, será mejor que sigas el plan. ¿Queda claro?

- Si, Alys.





















Aprovecho para decir que ya tenéis disponible los cuatro primeros capítulos de mi otra historia 🌚

Muchas gracias por el apoyo y los comentarios🥺❤️🥺❤️

Almas Encontradas [Aemond Targaryen x Lucerys Velaryon]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora