CAPITULO 9

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Aemond solo había estado enamorado una vez en la vida, y no fue precisamente de Lucerys como proclamaba Helaena. Conoció a Alys Ríos durante la Danza de dragones, le dio igual todos los rumores que se hablaban de ella. Él la amaba.

Por eso cuando la vio enfrente suya en aquel barullo de gente, sintió que volvía a casa. Alys le sonreía como cuando estaba en Westeros. Ella al parecer le reconoció. En seguida las personas a su alrededor pasaron a segundo plano.

- Aemond - fueron las palabras de la chica una vez cerca de él. Sin previo aviso, Aemond la cogió de la cintura, cortando la distancia entre ambos cuerpos. Y la besó.

Aegon quien miraba la escena desde lejos, se llevó las manos a la cabeza. Aquello no era nada bueno.

- ¿Qué está haciendo ese imbécil? - Jace llegó a su lado y también vio como Aemond devoraba a la chica.

En seguida su sangre empezó a hervir. Todas las alarmas saltaron y buscó con la mirada a Lucerys, rezando para que no estuviera en ese momento en la pista de baile. Por un segundo pensó que podía respirar tranquilo, pero lo encontró siendo consolado por su acompañante. Sin mucho más que pensar, le tendió a Aegon las bebidas.

- Tengo que arreglar unos asuntos - dijo mientras se remangaba la camisa.

- Jace, ¿Qué vas a hacer? - preguntó con miedo. Su novio no respondió. Vio cómo se iba en dirección de Aemond. Dejó en seguida las bebidas en la barra y fue tras él.

- Eh! - gritó Jacaerys - un saludo de parte de mi hermano.

Un puñetazo impacto en el rostro de Aemond. Quién aturdido se incorporó. Aquello fue un Déjà vu muy gracioso.

- ¡Maldito Strong! - gritó y se acercó de forma peligrosa a Jace, estaba dispuesto a retomar la pelea que empezaron en Desembarco del Rey. Y con una sonrisa devolvió el golpe. La fuerza de ambos era casi igual.

- ¡Jacaerys! ¡Aemond! - Lucerys gritó desesperado intentado meterse para separarlos, pero Cregan lo sostenía de la cintura. No era bueno que se metiera en medio de aquella pelea, en caso de hacerlo saldría lastimado.

Aegon intervino e intentó retener a su hermano, pero la fuerza de Aemond era mayor, así que de un empujón acabó cayendo al suelo. Iba intentarlo de nuevo cuando vio a los de seguridad sacarlos a patadas del local.

Aegon, Lucerys y Cregan salieron detrás de ellos. Había que impedir que siguieran pegándose.

- ¿¡Cómo mierda te atreves hacerle eso a mi hermano!? - Jace estaba sobre Aemond, quien intentaba liberarse.

Aegon en seguida se acercó a su novio.

- Jace por favor, déjalo.

- ¿¡QUE LO DEJE!? ¡ESTE IMBECIL SE ATREVE A ENGAÑAR A MI HERMANO Y LO TENGO QUE DEJAR IRSE!

- Entiendo tu enfado, pero nosotros no pintamos nada en esa relación - Aegon dijo triste.

- Por favor, Jace - está vez fue Luke quien se acercó.

Aunque su corazón dolía y deseaba con todas sus fuerzas reclamar aquel acto, esa noche no se encontraba con las fuerzas para hacerlo.

Cregan ayudó a Jace a incorporarse. Aegon se acercó a su novio y lo examinó.

- Luego iré a tu casa, voy a dejar a Aemond en la mía - Jace asintió. Su novio le dio un beso en la mejilla y cogió a su hermano de la chaqueta.

- Espera - dijo Luke, todos le miraron - solo quiero preguntarle una cosa a Aemond.

- No creo que sea el mejor momento - intervino Aegon.

- ¿Es así como quieres acabar las cosas? - preguntó sin más. Aemond que no se había dado la vuelta, siguió su camino.

Lucerys empezó a llorar. Se acabó. Sentía que su corazón dolía, un dolor que pensó que nunca iba a experimentar. Sus piernas fallaron y cayó de rodillas al suelo. ¿Por qué? ¿Qué había hecho mal? ¿Qué había pasado con su Aemond?

...

Lunes en la mañana. Lucerys sentía como su cuerpo empezaba a pesar apenas despertó. Se había tirado todo el fin de semana escuchando canciones tristes y comiendo comida chatarra, no había hablado con nadie, sentía que si lo hacía el nudo de su garganta volvería y se lanzaría a llorar como un niño pequeño.

Cuando volvieron a casa esa noche, Rhaenyra casi sufre un infarto, pero lograron tranquilizarla por el embarazo. Daemon fue quien se ocupó de las heridas de su hermano, quien no había sido muy claro acerca de la pelea. Aegon esa noche apareció para quedarse a dormir y cuidar de su novio.

Lucerys observó cómo ambos se abrazaban con cariño. Él también fue así con Aemond. El nudo de su garganta se hacía cada vez más grande. Daemon le abrazó, haciendo que soltará a llorar. Lo acompañó hasta su cuarto y le arropó como cuando eran pequeños.

Cuando llegó a la universidad, soltó un largo suspiro. Helaena le esperaba apoyada en uno de los árboles y cuando lo vio, corrió hacia él.

- Lo siento tanto, ojalá hubiera estado allí para evitarlo - le abrazó. Luke negó y siguieron abrazados durante un buen rato.

Helaena iba a matar a alguien. Acompañó a su amigo a clase, diciéndole que si se sentía mal la llamara e iría corriendo hacia donde estuviera.

Sentada en la silla de la cafetería revisaba en su ordenador unos trabajos. Miró a su alrededor mientras bebía su café favorito, hasta que vio algo que lo hizo escupirlo. Aemond entraba de la mano de Alys. Rápidamente secó todo y se dirigió a ellos.

- Tendría que haber sabido que tú tramabas algo, bruja.





Aviso que durante el fin de semana no habrá actualizaciones. Nos vemos el lunes si Dios quiere.

Gracias por el apoyo y los comentarios <3

Cualquier falta de ortografía será modificada después.

Almas Encontradas [Aemond Targaryen x Lucerys Velaryon]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora