Almas Encontradas [Aemond Targaryen x Lucerys Velaryon]

CAPITULO 13

Soy fan del drama...😅 Yo voy dejando esto por aquí y desaparezco poco a poco....

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Eran pasadas las diez de la noche. Helaena estaba sentada en una de las sillas esperando paciente, quería no alterarse antes de que cierta persona apareciera. Hoy intentaría hablar como una persona civilizada.

- Veo que aún no puedes entender por ti misma las cosas - Alys se sentó en la silla que había enfrente de Helaena.

- La que no puede entender las cosas eres tú - reprochó - ¿Cómo se te ocurre dividir el alma de mi hermano en dos?

- ¿Ya te has dado cuenta? - rio con burla - un poco tarde.

- ¿Por qué lo haces? Aquí mi hermano es una persona del montón, no tiene la misma relevancia que en Westeros.

- Admito que al principio fue por poder, pero luego me enamoré, él fue el único que me quiso a pesar de los rumores - tomó un sorbo del café que le habían servido - Si moría no podría imaginarme volver a verlo y que no me reconociera por ir detrás del niñito de Rhaenyra.

- Debes parar esto - Helaena estaba desesperada de escuchar tantas estupideces - Aemond merece ser feliz, él no te quería por voluntad. Lo hechizaste, despierta de una vez. Ningún Aemond se habría fijado en ti.

- ¡Mientes!

- No miento, algún día el fuego despertará y buscará al mar.

- No si puedo hacer que el mar nunca regrese - se levantó del sitio y se fue.

Helaena le dio una patada a la mesa. Alys estaba dispuesta hacer cualquier cosa con tal de que su hermano no vuelva a estar junto a Luke, y aquello le preocupaba.

.....

Había dejado todo lo que estaba haciendo en Los Ángeles para ir, coger el primer vuelo y volver a casa. Su madre acababa de romper aguas y como le prometió, estaría presente para el nacimiento de sus hermanos.

Llegó justo a tiempo para verla. No era la primera vez que estaba presente en un parto, él vio a su hermano Joffrey nacer, pero sentía nervios. Pudo ver el miedo en los ojos de su madre, pues los problemas que tuvo cuando su hermano Jace nació, aún seguían latentes. Daemon pudo consolarla, diciéndole que todo saldría bien, que esta vez no estaría sola.

Dos horas después, dijeron que era hora de empujar. Él salió de la habitación y fue a la sala de espera con sus hermanos. Allí también se encontraban los Targaryen, menos Aemond. No le sorprendió, pero si le molestó. Rhaenyra había cuidado de Aemond, llegando a considerarle un hijo más. Intentó calmarse, hoy más que nuca debía pensar en otras cosas.

Cregan se sentó a su lado y le acurrucó en su pecho. Así pasó una hora, hasta que vieron a Daemon salir. Se levantó rápido, en su mano llevaba dos peluches de gato para sus nuevos hermanos, pero estos cayeron al suelo al escuchar la noticia.

El parto se había complicado, uno de los bebés nació muerto y su madre se desangró. Lograron estabilizarla, pero entró en coma. Sentía como sus piernas fallaban, Cregan lo sostuvo fuerte para evitar que se fuera contra el suelo.

Se negó a volver a Los Ángeles, sentía que si lo hacía pasaría algo peor. Ahora más que nunca su familia le necesitaba, su madre lo necesitaba. Pasó la primera semana encerrado en aquella habitación de hospital, la silla era incómoda, pero le daba igual. Solo le importaba su madre. Aquella mujer que lo crio sin importar si Harwin estaba o no presente. Siempre preocupada de que no le pasará nada, llenándolo de amor. Sentía que era el momento de demostrarle que él haría lo mismo por ella.