Conociendo perfectamente la trayectoria de mi empresa a la casa de Cora. Conduje en completo silencio, uno que por extraño que pareciera, no se sentía para nada incómodo. Al menos, no para mí.
De vez en cuando miraba a la pelinegra por el rabillo del ojo. Captando sus pequeñas sonrisas mientras miraba su móvil.
Kim Cora, era una jovencita muy hermosa a la vista de cualquiera, lo sabía bien y aunque era muy joven, tenía una chispa única que te hacía no querer dejar de mirarla.
Ella siempre tenía una sonrisa en el rostro, eso era parte de su juventud.
Mi móvil sonó, y de inmediato acepte la llamada dejando que se reproducirá por la bocina del auto.
— Kim, Taehyung — respondí con la formalidad de siempre.
— Hey, Taehyung — saludo mi mejor amigo Jimin. — Recuerda que hoy es la exposición de arte en la que invertimos y por supuesto que tenemos que ir a ver como van las cosas — me maldije internamente al haberlo olvidado por completo.
— Si, claro. No te preocupes por eso, estaré allí pronto — le confirme.
— Bien, nos vemos en un rato — se despidió colgando la llamada.
Apesar de que Cora había escuchado todo a la perfección, se mantuvo al margen de la situación.
Medité algunos minutos sobre los cambios de planes que habían surgido a último momento. Mirando de reojo a mi acompañante que se mantenía totalmente ajena a lo que yo estaba tramando.
La exposición de arte estaba más cerca que la casa de Cora, por lo que ir y venir no sería algo muy lógico. Así que una gran idea pasó por mi mente.
— ¿Tienes algo que hacer? — le pregunté sin dejar de mirar al frente.
Cora despegó su vista del celular y mirándome lo pensó durante unos segundos.
— En realidad no — sonreí ante su respuesta.
— ¿Le gustaría acompañarme a una exposición de arte antes de ir a casa, señorita Cora? — ofrecí hablándole está vez con profesionalismo.
La pelinegra meditó mi propuesta por un par de minutos, antes de darme una respuesta.
— Claro, porque no — aceptó con una sonrisa. Y con eso, fue más qué suficiente para mí, para desviarnos un poco de nuestra trayectoria inicial.
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— Parece que este lugar nos va a redituar mucho dinero — mencionó mi amigo a lo que yo asentí mirando todo el panorama, deteniendome en la figura femenina que había traído conmigo. — Por cierto ¿quién es ella? — cuestióno Jimin al darse cuenta de que no había venido solo.
— Es la hija de Kim SeokJin — dije.
— ¿No es él dueño de la empresa a la que recientemente invertiste una gran cantidad de dinero? — volví a asentir. — Mierda, Taehyung. Se ve demasiado joven ¿qué edad tiene?
