Tambaleandome, bajé del auto de Nika, despidiéndome de ella con la visión borrosa. Había perdido la cuenta de todo lo que bebí, después de mi quitó mojito de frutos rojos.
Estaba segura de que papá me regañaria al entrar a la casa, pero eso era lo de menos.
Era mejor pedir perdón que pedir permiso ¿no?
Como pude abrí la puerta de la entrada principal, tratando de no hacer ruido pero todo fue en vano, ya que caí al suelo al perder el equilibrio.
Comencé a reírme como una desquiciada, no entendía porque, solo estaba sucediendo.
Entonces fue cuando escuché unos pasos acercarse hacia mi dirección.
— ¡Cora! ¿estás bien? — inquirio mi padre al intentar levantarme del suelo. Sin embargo, no pudo debido a que todo mi cuerpo se tenso por completo sin ningún motivo alguno.
Aún con la visión borrosa, fruncí el ceño al darme cuenta de que mi padre estaba vestido con uno de sus elegantes trajes.
Estaba por preguntar pero fuí interrumpida por una profunda voz masculina.
— ¿SeokJin? ¿Está todo bien? — alcé la mirada con dirección a aquella sensual y masculina voz, encontrando al hombre más guapo que había visto en mi vida.
Lo miré de pies a cabeza, observando cada detalle de él, confirmando que se trataba de un dios griego en otra vida.
Su traje color negro resaltaba cada una de sus facciones, su tono de piel acaramelada lo hacía verse llamativo, y su imponente altura me hizo sentir pequeña.
— ¿Quién... es él? — balbuce llamando su atención, por otra parte mi padre me ignoró y me levanto del suelo con éxito.
— Lo siento mucho, Taehyung — se disculpó mi progenitor sosteniendome con fuerza.
Él hombre del cual recientemente había descubierto su nombre asintió, sin despegar su mirada de mi.
Me sentí presa de sus profundos ojos, pero en el buen sentido. Y una pequeña chispa dentro de mí brotó, ante semejante hombre.
En cuanto pase a un lado de él, su fragancia varonil me hizo volar. Jamás en mi vida había conocido a un hombre que oliera tan delicioso.
Quise pegarme a su cuello, aspirar todo su aroma, y meter mis dedos en las hebras de su cabello negro, brillante y bien peinado.
Estaban tan pasmada con él, que ni siquiera presté una pizca de atención al regaño disimulado que mi padre me estaba dando mientras subíamos las escaleras para llegar a mi habitación.
No me importó parecer una acosadora al no apartar mi mirada de él en ningún momento. Sin embargo, cuando estuve por perderlo de vista me animé a hablarle.
— Adiós... Taehyung... — no dijo nada, pero pude ver como sus labios se curvearon en una pequeña sonrisa.
Mi padre claramente me regaño por tremendo espectáculo que había hecho en su importante reunión de negocios, pero por mi cabeza solo pasaba una cosa y eso era la esperanza de tener la oportunidad de volver a ver al dios griego Taehyung.
Es muy extraño volver al principio de la historia. Porqué me doy cuenta de lo mucho que evolucionó atráves del tiempo.
Creó que este es el único capítulo en donde vemos a Corita comportarse un tanto impertinente. Ya qué después de eso, se muestra como lo que verdaderamente es.
Una reina.
ESTÁS LEYENDO
INDECENT © KTH
Fanfiction➴ Kim Cora, era considerada una obra de arte para Taehyung, una, que él deseaba poseer. » Heterosexual » Contenido Explícito » Lenguaje Vulgar » Narrada en primera persona por ambos protagonistas © Portada realizada por @loveewinsall1 Historia de m...