15. CORA

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Abrí los ojos lentamente, notando las estrellas en la oscuridad del cielo.

Miré a mi alrededor, asegurándome de que seguía en la habitación de Taehyung, pero al buscarlo no logré encontrarlo.

Ni siquiera recordaba el momento exacto en el que me había quedado dormida. Lo único que estaba fresco en mi memoria era la manera en la que había follado con Taehyung, tan salvaje y deliciosamente.

Me reincorporé con dificultad sobré la cama sintiendo mi cuerpo muy adolorido, sobre todo en mi intimidad, teniendo un ardor rico.

Con una gran esfuerzo me levanté,  las piernas me temblaban, pero no tenía nada de que quejarme porque valía totalmente la pena.

Necesitaba encontrar a Taehyung.

Con toda la confianza del mundo me acerqué a su clóset y tome una de sus camisas de vestir, para cubrir mi cuerpo. Peiné un poco mi cabello y salí de la habitación para buscarlo.

Una vez que estuve en el pasillo, fui capaz de escuchar el sonido de un piano. Se escuchaba muy cerca, así que de inmediato seguí el sonido.

Traspasando el último pisó del departamento, llegué hasta una especie de salón, en donde yacía mi objetivo.

Acercándome sigilosamente hasta la puerta, pude apreciar a Taehyung, sentado sobre el taburete mientras sus dedos hacían magia sobré las teclas del piano. La melodía, sonaba tan triste pero tan cautivadora que no pude evitar sentir el sentimiento que quería transmitir.

Decidí no hacer ni un solo ruido hasta que la melodía acabará. Los dedos de Taehyung se movían con tanta experiencia que parecía surreal. No tenía conocimiento de que él tocará el piano tan bien, pero me alegraba ser capaz de verlo con mis propios ojos.

Cuando la melodía parecía terminar y Taehyung se dió cuenta de mi presencia, decidí acercarme sin decir nada. Fue entonces cuando Taehyung dejó de tocar, quitó su concentración del piano y me miró.

— Tocas muy bien — comenté con sinceridad a lo que él me regaló una media sonrisa.

Me miró de arriba abajo por largos segundos hasta que habló.

— Y tu te ves jodidamente sexy con mi camiseta puesta — me mordí el labio inferior. — Ven aquí — palmeó sus muslos insitandome a sentarme sobre su regazo.

Sin pensarlo dos veces, me acerqué a él y hice lo que me pidió.

Admiré lo guapo que se veía, con los mechones de su cabello alborotados, con su piel canela brillando bajó la luz de la luna.

— Creí que te encontraría a mí lado — no pude evitar decirlo. Porque muy en el fondo había sido un golpe en mi ego ver que Taehyung no quiso dormir a mi lado después de haber tenido sexo.

Sin decir nada, acarició mis labios con su dedo pulgar.

— ¿Cómo te sientes? Creó que me excedí demasiado — me preguntó desviando mis palabras. Decidí no darle mucha importancia, ya que él me había dejado muy claro que solo sería sexo y entendía que el abrazarme después de hacerlo no estaba dentro de sus planes, más que nada para evitar malos entendidos.

— Me gusto mucho — mi respuesta pareció agradarle. — Y puedo sentirme mucho mejor — susurré con malicia, acercando mi boca a la suya para besarlo con pasión.

Me sentía tan necesitada por sentirlo nuevamente en mi interior, que no iba a estar feliz hasta poder cumplirlo.

Su lengua y la mía se volvieron una sola al encontrarse. Y cruzando  piernas a cada extremo de su cuerpo, comencé a rozar mi intimidad contra la tela de su pantalón de pijama.

INDECENT © KTHDonde viven las historias. Descúbrelo ahora