Continúe frotando mis dedos sobre su centro, explorando su clítoris con delicadeza y estimulando su vulva con movimientos profundos. Arrancándole miles de jadeos y maldiciones cada vez que penetraba su coño hasta el fondo.
Disfruté de lo débil y sumisa que se mostraba ante mí, con el cuerpo hecho gelatina ante mi toqué. Sintiendo como mi polla comenzaba a revivir minuto a minuto, totalmente preparada para hundirse en su delicioso y apretado coño.
Con el pene más duro que una roca, lo sujeté con mi mano libre para poder masturbarme a la par que estimulaba la dulce vagina de Cora.
Mis nudillos rosaban su entrada y mi pene era sofocado por la velocidad de mi masturbación.
Mordí mis labios con fuerza sintiendo como su excitación comenzaba a inundar su intimidad, empapando mis dedos por completo.
Su cuerpo enteró se tenso y me vi obligado a soltar mi virilidad para sujetarla de la cintura, hundiendo mis dedos con mayor profundidad, acariciando su vulva rosada y sensible.
El orgasmo se aprovechó de ella en cuestión de minutos, brindándome la oportunidad de escucharla gemir por lo alto.
Saqué mis dígitos de su interior y me chupe los dedos empapados por sus fluidos, listo para saborear el manjar que había brotado dentro de sus piernas.
— Tan deliciosa como la primera vez... — musite con gusto, una vez que terminé de limpiar hasta el último rastro de su esencia.
La tomé entré mis brazos sin esfuerzo alguno, y nos dirigí hasta la habitación, dejándo caer su cuerpo sobré el colchón, para comenzar a gatear sobré su cuerpo de inmediato.
Quedando a la altura de su rostro sujeté sus senos sobré la tela transparente, amasandolos sin pudor mientras miraba su tanga blanca totalmente empapada.
Con los dedos, liberé sus pezones rosados, pellizcando ambos mientras la veía echar la cabeza hacía atrás.
Acerqué mi rostro a su botón derecho para masajearlo con mi lengua en una larga línea que la hizo suspirar.
Sonreí contra su piel y cubrí su areola con mi boca, succionando con brutalidad, a la vez que tiraba de su pezón con mucho cuidado.
Atendí su pezón restante con los dedos, amasando el tamaño de su seno sin despegar mi boca del otro.
Intercale mi boca y mis dedos entre uno y otro sin parar, sintiendo sus uñas acrílicas enterrarse en mis antebrazos.
Cuando torture lo suficiente sus dos senos, me aparté un poco, clavando mis rodillas en el colchón para tomar el borde de su tanga y deslizarla por sus piernas.
La obligué a flexionar las rodillas, abriendo sus piernas tanto que su vagina hizo lo mismo, permitiéndome ver lo bien lubricada que estaba para recibir mi polla.
Metí un dedo en su agujero para verificar la humedad y asegurarme de que mi tamaño se deslizara a la perfección dentro de su apretado coño.
Cora soltó un suspiro en el momento que la privé de mi dígito y como auto reflejo se llevó las manos a las cintas del baby doll, lista para retirarlo de su cuerpo.
— Déjatelo puesto — ordené con decisión.
Lo meditó por algunos segundos, pero de inmediato una sonrisa brotó de sus carnosos labios.
— ¿Nuevo fetiche, Sr. Kim? — subió las cejas divertida, sacándome una pequeña risa.
— Podría decirse que eres capaz de sacar a flote mis más ocultas perversiones — respondí al tomar su pierna izquierda para pasarla sobré mí hombro.
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INDECENT © KTH
Fanfic➴ Kim Cora, era considerada una obra de arte para Taehyung, una, que él deseaba poseer. » Heterosexual » Contenido Explícito » Lenguaje Vulgar » Narrada en primera persona por ambos protagonistas © Portada realizada por @loveewinsall1 Historia de m...