12. TAEHYUNG

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Cora y yo nos manteníamos en completo silencio, disfrutando de la compañía del otro. Caminando por las calles brillantes de Corea, con el aire frío golpeando nuestros rostros.

Después de haber pasado una velada excelente. Ambos decidimos dar un pequeño paseo para conocernos un poco más.

— La pasé muy bien — dijo en el momento que llegamos al lugar en donde había estacionado mi auto.

— Yo también — el aire comenzó a ponerse espeso al hacer contacto visual con ella.

Mirando disimuladamente a mi alrededor, y haciéndole caso a mis impulsos. La tomé por el cuello con suavidad, levantando su rostro.

— ¿Qué haces? — preguntó mirándome con una pizca de deseó.

Deslicé mi mano libre bajó su abrigo, subiendo la tela de su vestido para poder llegar a la diminuta tela de sus bragas.

Cora elevó una ceja al darse cuenta de mis intenciones, y en lugar de protestar, una sonrisa cómplice se formó en su rostro.

— No soportó las ganas de querer hacerte mia — solté, acariciando su intimidad por encima de la fina tela.

Cuando me animé a explotar más allá, ingresé un dígito en su vagina, sintiendo lo húmeda y resbaladiza que se encontraba.

— Taehyung... — musitó con mucha dificultad mientras yo simulaba suaves penetraciones.

Uni nuestros labios en un necesitado y apasionado beso. Cora, me besó con la misma intensidad y yo, no dude en morder su belfo inferior con fuerza, sacándole un jadeó.

Nuestras lenguas se fusionaron y su vagina le dió acceso a un segundo dígito. Mientras se aferraba a la fina tela de mi costoso abrigo.

Tenía en cuenta que estar haciendo esto en un lugar público, no estaba bien, pero el morbo que provocaba, me hacía sentir llenó de excitación.

Disfrutando de los labios de Cora, me encargué de estimular su húmeda intimidad, acariciando su clítoris, comiéndome sus jadeos y soportando el dolor de mi pene endurecido.

La femenina tiró de mi labio inferior con los dientes al llegar al orgasmo gracias a mí. Jadee junto con ella al escuchar lo dulce que fue su gemido.

La miré con cuidado, viendo como recuperaba el aliento, y se mantenía con los ojos cerrados en busca de estabilidad.

Por mi parte, saqué mi mano de su intimidad, dejando escurrir sus fluidos por sus piernas y parte de mis dígitos.

Al abrir sus ojos, me miró con una sonrisa e imitandola, me lleve a la boca su excitación, para probarla.

Eso pareció gustarle.

— Tan deliciosa como pensé — solté cuando limpie todo su rastro.

Vi un brillo pasar por sus ojos y sin darme tiempo de reaccionar, me tomó por el cuello y me besó con furia.

Ambos estábamos tan desesperados, besándonos sin control. Deslicé mis manos por su cintura hasta llegar a su precioso trasero. Nuestros cuerpos se fusionaron, dejándonos sentir el calor que emanaba.

Me sentía tan necesitado, por sentir mi polla dentro de ella de una vez por todas, quería follarla hasta el cansancio, y hasta que se quedará completamente ronca de tanto gritar por el placer.

Separé mi boca de la suya más que dispuesto a invitarla a ir a mi departamento para poder terminar con esté deseó. Sin embargo, antes de dejarme proponérselo, su móvil comenzó a sonar con tanta insistencia que no le quedó más opción que responder al llamado.

INDECENT © KTHDonde viven las historias. Descúbrelo ahora