3: la persona indicada

2.8K 365 33
                                    

Mantener calmados a cuatro niños siempre era un lio, sobre todo cuando sus hermanos estaban ocupados y Layla debía encargarse sola de cuidar a todos ellos, desde ayudarlos con sus tarea hasta asegurarse que cumplieran con sus labores en la casa como lo era limpiar su habitación, era una mezcla extraña entre momentos tolerables y situaciones llenas de estrés, pero procuraba evitar reaccionar de forma inadecuada ante ellos, por más que en ocasiones la hicieran querer gritar; agradecía que Warren hubiese tenido la oportunidad de ayudarla ese día, incluso cuando sus intenciones no era hacer de niñero, sino hablar con ella, al menos se había quedado.

Warren llevaba dándole vueltas a la misma idea durante todo el día, desde la noche anterior quizás era más exacto y, sin querer admitirlo, probablemente la realidad era que llevaba con eso rondando su cabeza desde al menos hace tres días, se estaba negando tanto como era posible a aceptar siquiera la posibilidad de algo que bajo cualquier otra circunstancia le resultaría obvio, pero en esta ocasión las cosas eran más complejas que decir "sí" o "no" necesitaba desesperadamente una segunda opinión, aunque a lo largo de esa tarde comenzaba a arrepentirse de ir en busca de una respuesta respecto a un tema que solamente él podría resolver al final de cuentas.

—Lo siento por hacer que te encargaras de este desastre conmigo —comentó dejando escapar un pesado suspiro antes de recostarse sobre el sillón de la sala.

—No te preocupes, dos personas trabajan mejor que una ¿No? creo que me volvería loco si tuviera que hacerlo solo.

—Con el tiempo te acostumbras, supongo —Se alzó de hombros intentando restarle importancia—, de cualquier manera, tenemos un rato en lo que terminan de ver la película ¿Sobre qué querías que habláramos?

—Ah, cierto, había olvidado por completo que vine por otra razón —confesó dejando escapar una ligera risa.

—Bueno, soy toda oídos ¿Qué necesitas contarme?

Layla siempre despertaba una seguridad en los demás que no era capaz de describir, era la clase de persona a la que podrías contarle tu mayor secreto con la certeza de que no se lo contaría a nadie, no era como que fuera algo que ya hubiese hecho, pero algo le decía que en esta situación las cosas serían así; también era extraño como ella siempre sabía actuar cuando alguien estaba mal, daba un consejo cuando la persona buscaba un consejo, se quedaba callada si la persona quería silencio ¿Qué esperaba él para este punto? no tenía total certeza, había llegado con la idea de recibir una respuesta, pero ahora mismo solo quería ser escuchado con la esperanza de que decirlo en voz alta lo ayudara a aclarar su mente.

—¿Alguna vez sentiste que cambiaste tu forma de ver a una persona y te sientes mal por haber... Tenido cierta manera de verlo? —apretó sus labios, tratando de ser lo menos explícito posible, pero manteniendo el punto al que quería llegar—, como si hubieras asumido lo peor de alguien, luego te das cuenta que no era alguien tan malo y te sientes mal por la manera en la que lo trataste ¿Es hipócrita? ¿Está bien solo cambiar de actitud como si antes no hubiese sido todo lo contrario?

—¿Estás hablando sobre ti mismo? —preguntó frunciendo un poco el ceño dejando clara su confusión, jamás había visto a Warren enredarse con las palabras de esa manera.

—¿Qué...? No ¿Por qué pensaste eso? —respondió mostrando la misma confusión en su rostro mientras volteaba a verla.

—¿Qué quieres que diga? cuando peleaste con Will en la cafetería todos p... —se interrumpió a si misma al darse cuenta como Warren desviaba la mirada por un instante cuando mencionó ese nombre— ¿Will? —repitió en un murmullo apenas audible para si misma— ¿Esto se trata de él? —preguntó en busca de volver a mirarlo a los ojos para saber si estaba siendo sincero, aunque el hecho de que estuviera evitando su mirada con tanta insistencia ya lo delataba.

—No, esto es algo completamente diferente ¿Bien?

—¿Cómo puedo ayudarte si me mientes en la cara?

Warren maldijo en su mente, tenía la razón y lo sabía, pero se negaba con todas sus fuerzas a admitir la realidad porque si lo hacía estaba seguro que solo le traería más problemas que soluciones; pasó su mano por su nuca antes de resignarse a suspirar, si aparecían más obstáculos entonces los saltaría, no era tan difícil o eso quiso creer para tener la suficiente valentía de hablar con sinceridad respecto a las cosas que estaba sintiendo respecto a Will.

—Tienes razón, hablo sobre Will, me di cuenta que no es el imbécil que creí que era y ni siquiera sé si debo disculparme por algo, porque parece ser que él no busca eso, pero ¿Es correcto tratarlo como un amigo si no acepto mis errores? —Sus manos se movían intentando asegurarse de que las ideas no se mezclaran, terminó masajeando su sien porque no podía creer la manera en la que se estaba ahogando en un vaso de agua— El problema no es ese, en realidad, solo, no creo merecer que me considere su amigo.

—Entonces conviertete en alguien que lo merezca —respondió tomando su muñeca para que apartara la mano de su sien y poder verle el rostro—, Warren estoy segura que a Will no le importa si le pides perdón o no, él solo quiere que ustedes tengan una buena relación, pero si no crees que el tú de ahora pueda ser amigo de Will, entonces ve y discúlpate —hizo un ademan con su mano como si hablara de manera literal sobre realizar un movimiento de un lado a otro—, haz los cambios que creas necesarios, se trata de Will, puedes darle solo algo simbólico si hallas las palabras adecuadas.

—¿Algo simbólico? ¿Quieres que le compre un anillo o algo por el estilo? —Bromeó en un intento de calmar su propio malestar.

Layla mostró una pequeña sonrisa a la vez que rodaba los ojos.

—Un apretón de manos, un abrazo, habla con él así como hablas conmigo, refleja el cambio en tus acciones.

Warren se mantuvo en silencio, Layla no sabía que la noche anterior en el baile, cuando ella le pidió ayuda para buscar a Will, él lo había encontrado, porque cuando volvió a verla le mintió diciendo que no lo había visto, solo porque él le había pedido que no le dijera a nadie que habían estado juntos en la azotea ¿Ese habrá sido un buen primer paso para el cambio? quería pensar que Will había tomado ese momento como un acercamiento, porque si continuara odiándolo no habría manera en la que se hubiese quedado a su lado en un intento de apoyarlo, ya que, era obvio que el estado en el que se encontraba no era el mejor ¿Qué más podía hacer ahora? Supuso que eso tendría que ser algo que descubriría por su cuenta.

LOST BOY | will x warrenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora