5: él nunca va a cambiar

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Cuando el timbre de la casa sonó, Will no pudo evitar sobresaltarse, siendo él quien se levantó a atender la puerta, ya que, su madre se encontraba tomando una ducha y su padre estaba en la cocina preparándose algo para comer, se sorprendió al ver a Jeremiah en la puerta ¿Hace cuánto lo había llamado para que viniera? no más de quince minutos, asumió que alguien lo había traído porque el lugar en el que había mencionado que estaba se hallaba demasiado lejos de su casa como para llegar así fe rápido.

—Llegaste pronto —comentó a la vez que se hacía a un lado para dejarlo pasar.

—Supuse que te estarías muriendo, dijiste que era urgente.

—Es bueno saber que vendrías a ayudarme, al menos.

—En realidad venía a grabarte, pero tómalo como gustes —comentó con sarcasmo, aunque de todas formas aclaró que solo bromeaba luego de un par de segundos— ¿Vas a decirme sobre qué querías hablar?

Will detuvo su mirada sobre él por unos segundos y luego observó el interior de su casa, no le gustaba tener que llevar a sus amigos a casa, porque sabía lo imprudente que su padre llegaba a ser y lo detestaba por ello, sabía la clase de persona que era Jeremiah y lo que menos deseaba era una especie de enfrentamiento entre ellos dos.

—Vayamos a mi habitación, así hablamos más tranquilos —Se hizo a un lado para dejarlo entrar y cerró la puerta para prácticamente empujarlo en dirección a su cuarto.

Will supo desde el principio que la oportunidad de pasar desapercibido delante de su padre era inexistente, por lo cual procuró que la pequeña presentación que se vio obligado a hacer no fuera más larga de lo necesario "Papá él es Jeremiah, amigo de la escuela, vamos a estar en mi habitación", apenas le dio tiempo a Steve para que se presentara cuando ya estaba empujando de vuelta a Jeremiah a su habitación, él dejó que lo hiciera porque tampoco estaba muy animado de tener que estar junto al padre de Will, fue bastante difícil tener que sonreír y saludar amablemente como si no detestara a ese hombre en tantos aspectos.

—Pareces estar nervioso ¿Pasó algo?

—Solo no me gusta cuando él habla con mis amigos, empieza a hacer esos comentarios que no debería hacer y —Dejó escapar un pesado suspiro— prefiero que estemos aquí, es más sencillo que no cause molestias.

—Está bien, igual es mejor para mí —comentó mientras tomaba asiento sobre la cama de Will como si se tratara de la suya—, no pienso cuidar mi vocabulario solo porque tu papá esté presente.

—No esperaba que lo hicieras —comentó con una pequeña sonrisa mientras se sentaba a su lado.

Pasaron alrededor de dos horas hablando sobre temas sin importancia, pensando que quizás podían ir juntos el viernes a ver esa comedia romántica que acababa de estrenarse, lo cual los llevó a hablar sobre el amor y terminaron charlando acerca del chico con el que Jeremiah estaba saliendo, Will disfrutaba esa clase de conversaciones más que cualquier cosa, porque su mente se apagaba por completo y sabía que él no era la clase de amigo con quien pudiera tratar temas que lo acomplejaban, en especial si lo que esperaba recibir era un consejo.

—¿A ti alguna vez te ha gustado alguien? —preguntó en busca de continuar la conversación por el mismo rumbo.

Will se preguntó si fue correcto que la primera persona que se le haya venido a la mente en ese momento fuera Warren, incluso cuando realmente no le gustaba o al menos eso creía, no era algo que hubiese tenido oportunidad de pensar porque tenía otras cosas por las cuales preocuparse y sabía bien, que sin importar que, su padre jamás aceptaría que él tuviera una relación con alguien como él, sobre todo con él, o con un chico en general.

—No había pensado en eso —confesó, no estaba mintiendo del todo, porque no lo había hecho hasta ese momento, pero sabía que, después de esa pregunta, el tema estaría dando vueltas en su cabeza por el resto de la semana.

Jeremiah se fue de su casa cuando dieron las diez de la noche, incluso cuando Will le dijo que podía quedarse si quería porque era bastante tarde y se negó rotundamente cuando su madre propuso que Steve podía llevarlo, asegurando que vivía a unas cuantas cuadras de aquí, de lo cual Will dudaba bastante, pero tampoco podía asegurarlo, jamás se había puesto a pensar que desconocía por completo dónde vivía.

—Tu amigo es bastante extraño —comentó Steve cuando Will volvió a entrar a la casa luego de despedirse de Jeremiah.

—Ah, sí, él es así a veces.

—Debe tener un buen poder para defenderse si no le preocupa ir por la calle a estas horas —agregó Josie con un ligero tono de preocupación.

—Uhm, en realidad él no tiene poderes —mencionó un tanto inseguro de si debía decirlo, pero para cuando se arrepintió las palabras ya habían salido—, él está en la clase de asistentes.

—¿Sin poderes? —preguntó Steve un tanto sorprendido—, vaya que pena por sus padres y por él también.

Will se quedó perplejo ante aquellas palabras, frunció ligeramente el ceño en confusión como si las palabras de su padre no hubiesen sido claras.

—¿A qué te refieres?

—Bueno, sabes a lo que me refiero, Will, los asistentes están bien, pero, realmente están ahí para no dejar a los poderes inútiles fuera.

—Steve —reclamó su madre entre dientes, sintiendo las manos de ella sobre sus hombros—. Lo que tu padre quiso decir, Will-

—Sé lo que quiso decir —aseguró alejándose de ambos—, si me hubiese quedado como un asistente, para él solo sería un inútil que tiene la suerte de no ser excluido.

—Eso no fue lo que dije.

—Eso fue exactamente lo que dijiste —el tono de su voz no se alzó, pero su molestia era bastante notoria en ese instante—, creo que mejor iré a dormir.

Haciendo caso omiso a los llamados de sus padres para que se quedara, se dirigió a su habitación, encerrándose en ella con seguro, ignorando por completo los intentos de su madre por abrir o los fuertes golpes en la puerta que su padre daba, acompañados de gritos que lo hacían querer aplastarse la cabeza con todas sus fuerzas si eso lo ayudaba a dejar de escucharlo; esa fue una pésima noche, sobre todo porque a la mañana siguiente tendría que verlos a la cara, sabiendo que para su padre no era más que un berrinche que se le pasaría después, detestaba saber que tenía razón, porque el enojo se transformaría en tristeza y esa tristeza en odio hacia si mismo, las cosas no cambiaron a como habían sido en los años pasados y era horrible saber que no cambiarían en el futuro.

LOST BOY | will x warrenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora