LOST BOY | will x warren

1: el hijo del comandante

El trio Stronghold.

Ese nombre resonó en su cabeza por milésima vez en la noche, ni siquiera había pasado una hora desde que sus padres le revelaron al mundo acerca de su futura dinámica como familia de héroes ¿Cómo es que podía afectarle tanto? no era algo realmente malo, pero no se sentía listo para tener la responsabilidad de la ciudad sobre sus hombros, además ¿Estar ligado al nombre de sus padres por el resto de su vida? un escalofrío recorrió su espalda de tan solo imaginarlo, siempre supo que sería visto como el hijo de "El comandante y Jetstream", pero esperaba que al terminar la escuela eso acabara, se convertiría en un héroe nuevo, con su propia identidad ¿Aún existía esa posibilidad? Tal vez su destino era ser "El hijo de..." por el resto de su vida.

Desde que tenía memoria su padre había esperado la grandeza en él, cuando tenía ocho años lo escuchó hablar con su madre sobre sus poderes, acerca de como le preocupaba que no hubiese posibilidades de que la super fuerza despertara en él, su madre sonaba molesta al recordarle que no tener super fuerza no sería el fin del mundo porque todavía tenía la posibilidad de poder volar, cosa que a Steve no parecía convencerlo del todo, pero terminaría resignandose con un "Al menos tendrá un poder" y desde ese instante se había obsesionado con conseguir el poder de su padre, porque estaba aterrado por la idea de decepcionarlo, esperando que cuando la super fuerza apareciera en él todos esos complejos que llegó a tener desaparecieran, pero eso no pasó, continuaban ahí ¿Por qué? si se había convertido en "un orgullo" para su padre ¿Por qué le seguía temiendo a la idea de decepcionarlo?

La puerta de la azotea rechino, captando su atención al instante, su mirada no tardó en reconocer a Warren quien se quedó estático por unos segundos antes de avanzar en silencio hasta quedar casi detrás de él.

—¿No deberías estar en la fiesta? —preguntó apartando la mirada.

—Esa pregunta debería hacertela yo.

—¿Qué haces aquí?

—Los reyes del baile estaban recibiendo toda la atención —respondió a la vez que tomaba asiento junto a Will, sin esperar una invitación—, me dio curiosidad saber dónde se encontraba el príncipe.

Will dejó escapar una ligera risa ante aquel comentario, era tan estúpido, pero tampoco muy alejado de la realidad, él también llegaba a comparar a sus padres con reyes en ocasiones, al menos de esa manera se sentía cada que alguien hablaba de ellos, porque mientras para él eran "mamá y papá" y conocía sus defectos y sus virtudes, aunque no podía encontrar alguna virtud en su padre todavía, para el resto de personas ellos eran "Los héroes", probablemente si le preguntabas a algún civil respecto a un héroe el primero que se les vendría a la mente sería alguno de ellos dos.

—Bueno, creo que necesitaba un pequeño respiro, no soy fanático de la atención como lo son ellos —aclaró y no estaba mintiendo del todo, porque llegó a sentirse asfixiado cuando todas las miradas estuvieron sobre él en el instante que su padre dio a conocer sobre su nueva dinámica familiar, aunque quizás eso se debía al motivo más que a tener la atención de todos.

—Eso será un problema en el futuro ¿No crees? con eso del "trio Stronghold" deberás acostumbrarte a las cámaras.

Will se encogió sobre si mismo, ni siquiera quería pensar en eso, porque hacerlo significaba resignarse y no estaba listo para aceptar que su futuro ya estaba decidido desde el momento en el que nació ¿Acaso no tenía voz ni voto sobre su propia vida? No era como que tuviese un gran plan de vida, pero era diferente no querer decidir a no tener la oportunidad de hacerlo; sabía que si hablaba de esto con su madre ella sería comprensiva, podría ser que le costara aceptarlo un poco al inicio o quizás no, pero sabía que al final del día ella lo apoyaría en sus decisiones mientras estas fueran correctas ¿Podía esperar la misma reacción de su padre? sintió un nudo formandose en su garganta al recordar la manera en la que reaccionó cuando hubo una mínima posibilidad de que se quedara como un asistente por el resto de su vida, esa noche lloró como jamás había llorado y le rogó a Dios prometiendole su vida entera si cambiaba su destino para que su vida no se volviera miserable y Dios escuchó, lo cual lo hacía mejor que su padre, porque él jamás lo escucharía.

—Todavía es... Es algo incierto, es una idea absurda de papá —murmuró mientras jugaba con sus dedos.

—Seguro que lo es, quiero mucho a mi madre, pero no me veo peleando contra villanos con ella como compañera —comentó antes de dejar escapar un suspiro—. Somos jóvenes, seguro que solo es la emoción del momento porque finalmente obtuviste poderes.

—Sí, claro que eso es —Sonrió un poco tratando de convencerse que esa era la verdad, incluso cuando era consciente que "el trio Stronghold" o "la familia de héroes" era algo de lo que su padre llevaba hablando desde hace años como si fuera su mayor meta por cumplir— ¿Por qué no regresas al baile?

—La música que están poniendo es malísima —lo miró de reojo—, inicio el baile lento —aclaró luego de unos segundos.

—Oh.

—Si lo que quieres es que me vaya puedes pedírmelo directamente.

Will se quedó en silencio con la mirada fija hacia el horizonte, como si estuviera admirando los detalles de la escuela que había todos los días a lo largo de la semana, pero jamás los había podido admirar de noche y sabía que esa era solo una excusa para no hablar porque su único pensamiento en ese momento fue "Es que no quiero que te vayas" e incluso si ellos dos habían limado un poco las asperezas, decir algo como eso sería excesivamente cursi y quizás fuera de lugar, pero no quería estar solo, tampoco quería hablar, solo necesitaba un poco de compañía silenciosa en lo que el malestar se le pasaba.

—¿Quieres que me vaya? —preguntó de manera directa en esta ocasión.

Will se encogió más sobre si mismo, no podía creer que lo estuviera orillando a avergonzarse.

—No, en realidad, quisiera que te quedaras —admitió en voz baja evitando dirigirle la mirada—, pero si tú quieres irte, está bien por mí.

Warren dejó escapar un suspiro, acomodándose un poco más cerca de Will antes de colocar una mano sobre su espalda, desde el momento en el que llegó había notado que él no estaba en sus mejores ánimos, así que tomaría esa invitación a quedarse como una búsqueda de recibir ánimos.

—Está bien, es menos aburrido estar aquí contigo a estar allá con todos esos engreídos.

Ambos voltearon a verse por un instante, Will sonrió genuinamente por primera vez en la noche y Warren le regresó la sonrisa como cortesía, él no era la clase de amigo cercano con quién podría abrirse respecto a este tema, pero era un alivio saber que si necesitaba de alguien que lo ayudara a levantarse él podría extenderle una mano.