Había estado evadiendo sus responsabilidades más tiempo del que hubiese deseado, pero ahí estaba una vez más, en la parada del autobús a punto de volver a la escuela que en algún punto de su vida fue su más grande pesadilla, seguía siendo un asco de escuela, pero al menos no tenía el estómago revuelto ante la idea de asistir como había ocurrido la primera semana de clases ¡Dios! La primera semana lucía tan lejana que le hacía preguntarse si había sido real, pasaron tantas cosas en tan poco tiempo y cuando creyó que nada podría superar la locura que fue vivir esos días, el destino decide cerrarle la boca.
—¿Cómo crees que vayan a ser las cosas hoy?
—Demasiado extrañas —aseguró Layla, apoyamdo uno de sus brazos sobre el hombro de Will para darle apoyo emocional—, los profesores estuvieron hablando toda la semana pasada sobre algo de un homenaje.
—Oh Dios, lo que menos necesito es esa clase de cosas —exclamó frotando un poco su cabeza.
Luego se preocuparía por hallar la manera de escapar de esa situación, solo quería que si vida fuera normal, era complicado aceptar la lástima y las condolencias de los demás cuando él en realidad no se encontraba triste por lo que había sucedido, eso lo hacía sentirse un poco culpable, pero al menos tenía a sus amigos diciéndole que no había razones para pensar así y eso era lo que importaba, porque ellos sabían la verdadera relación que tenía con Steve y los demás solo ven al concepto de héroe idealizado que formó para que el público pudiera admirarlo y confiar; apoyó su cabeza en el hombro de Layla, repitiéndose a si mismo que todo estaría bien, la tenía a ella y al resto de sus amigos, una sonrisa tonta apareció en sus labios, también tenía a Warren.
El autobús se detuvo delante de ellos unos pocos minutos después, Layla continuaba brindándole una que otra palabra de apoyo, pero aun cuando ella no dejaba de repetir que todo estaba en orden, Will sabía que no era así, fue como el primer día de clases pero todavía más intenso, la mirada de todos estaba sobre él y la apartaban con rapidez en cuando pasaba al lado de los asientos, por suerte había dos lugares libre donde Layla y él pudieron sentarse, en todo el viaje no volvió a levantar la mirada porque no quería ser consciente de la forma en la que todos tenían su atención en él como si fuese alguna especie de exhibición, incluso si no era directa, podía apostar que lo veían por el rabillo del ojo o algo por el estilo.
Bajar del autobús fue un alivio, por suerte sus amigos parecían entender que él no quería un trato diferente al de todos los días así que la conversación fluyó casi al instante, como si un gran peso se le fuera quitado de los hombros y todavía nadie se acercaba a hablarle sobre su padre así que imaginó que las cosas no serían tan malas como creyó que serían. Se detuvo de golpe al sentir una mano apoyándose sobre su cabeza, levantó su mirada solo para encontrarse con la sonrisa de Warren, fue imposible no sonreír de vuelta.
—Hey.
—Hey.
Luego de unos segundos un ligero empujón en la espalda de Warren los obligó a ambos a avanzar.
—Dios, estamos a primera hora de la mañana, al menos esperen a que pase una clase antes de estamparse los labios como si se fueran a morir —la voz quejumbrosa de Jeremiah fue inconfundible y el rostro de ambos chicos enrojeció por completo ante aquella declaración.
—¿Acaso tú nunca te callas? —reclamó Warren haciéndose a un lado para que Jeremiah dejara de empujarlo, soltándose un golpe en la cabeza sin demasiada fuerza.
—Ustedes hacen que sea demasiado difícil —se alzó de hombros colocando una de sus manos sobre su cabello, frunciendo el ceño por el golpe.
Will se limitó a quedarse callado porque sabía que su voz sonaría casi antinatural si se permitía hablar, su rostro seguía rojo y una sonrisa idiota adornaba sus labios, todo era como antes y al mismo tiempo tan diferente, eso le gustaba, todavía no se acostumbraba del todo a las bromas de Jeremiah respecto a su relación con Warren, en especial porque seguía incrédulo ante el hecho de que ambos estaban en una relación, pero podía acostumbrarse, ahora era libre de hacer con su vida lo que quisiera después de todo.
Tomaron caminos separados cuando la campana sonó, cuando estuvieron técnicamente solos, Will se permitió tomar la mano de Warren solo por un instante, lo necesitaba si era sincero, extrañaba mucho poder dormir junto a él y pasar casi el día entero juntos, pero debía perder esa costumbre, en realidad no tenía la más mínima idea de cómo funcionaba un noviazgo, pero cuando Warren apretó su mano casi envolviéndola asumió que no estaba haciendo nada incorrecto.
—Hoy va a ser un día de locos ¿Verdad? —preguntó dirigiéndole la mirada.
—Seguro, pero oye ¿No hemos sobrevivido cosas peores antes? —Soltó su mano casi llegando al salón— No sé si tú —hizo una pausa, señaló la puerta del aula con su cabeza—... Bueno, ya sabes ¿Qué haremos con esto?
—¿Te molesta que nos vean?
—Will si pudiese haber elegido mi súper poder me habría ido por invisibilidad sin pensarlo, preferiría que nadie en esta escuela notara mi presencia —ambos rieron ante ese comentario—, pero respondiendo a tu pregunta, no, claro que no me molesta que me vean contigo es solo que...
—Lo de mi padre acaba de pasar y de por si ya tendré todas las miradas sobre mí.
—Exacto, podemos hacer lo que tú quieras, de cualquier forma, solo quiero que estés cómodo —Warren no era fanático de ser el centro de atención, pero tampoco quería hacer sentir a Will como si no fuera importante, si él se lo pedía entonces le anunciaría a medio mundo que estaban en una relación, tampoco le molestaba la idea.
Will aun estaba dudando, pero, solo quería sentirse bien ese día, no quería permitir que su padre siguiera siendo un obstáculo en su vida para hacer las cosas que quería, así que volvió a tomar la mano de su novio, de cualquier manera ya hubiese tenido la mirada de todos encima cuando entraran al salón, era más sencillo ignorarlo sabiendo que Warren estaba a su lado, compartían mesa en el laboratorio, así que agradecía que pudieran sentarse juntos, no estaba listo para afrontar solo toda esa atención y, quizás inconscientemente, la mano de Warren se había vuelto más cálida y eso lo reconfortaba más de lo que hubiese deseado admitir; pensó en su yo de hace unos meses, estaría en negación total ante la idea de que la secundaria no fuera un infierno, en realidad, su yo actual todavía la consideraba un asco, pero no estaba siendo tan mala como creyó que sería.

ESTÁS LEYENDO
LOST BOY | will x warren
FanfictionWill odia los días lluviosos, pero odia más a su padre. Donde Steve no es capaz de esforzarse por ser una buena figura paterna al punto en el que consigue que su hijo se harte de tener que vivir bajo el mismo techo que él. Will sabe que él y Warren...