12: mis padres no son héroes

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El corazón de Will latía demasiado rápido, su estómago dolía tanto que ni siquiera se sentía capaz de beber el té que la madre de Warren le había servido, pero de todas formas lo hacía porque no deseaba ser descortés. El escenario se sentía irreal, cuando se sentó en la mesa incluso se pellizcó esperando despertar de golpe en la cama de su habitación, pero solo sintió un ligero dolor que lo hizo caer en cuenta que esa era la realidad.

—¿Entonces? ¿Van a darme una explicación o cuánto tiempo más debemos estar en silencio? —incluso cuando sus palabras mostraban una ligera molestia, su voz era dulce y calmada.

—Will está pasando por una situación —explicó luego de unos segundos asumiendo que él no respondería, le dirigió la mirada por un instante antes de volver hacia su madre—, me llamó y tuve que pasar por él, por eso tardé en llegar.

Adeline mantuvo su mirada sobre su hijo antes de dirigirla hacia Will, él había estado evitando alzar la cabeza en todo momento, no pudo evitar preguntarse si realmente era hijo de Steve, no era que disfrutara acordarse de la existencia de ese hombre, pero por lo poco que recordaba tenía una actitud arrogante y ególatra que no veía en su hijo; por otro lado, estaba Josie, que también era diferente a Will en un mejor sentido, él tenía un gran parecido físico con ella, le hubiese gustado que se alejara de Steve antes de que la consumiera.

—Puedes quedarte aquí tanto como lo necesites —aclaró con una pequeña sonrisa, intentando transmitir comprensión y seguridad porque era notorio que eso era lo que Will más necesitaba.

—Gracias —Apretó los labios en una sonrisa—, lamento causarle estas molestias.

—No hay motivos para lamentarse, no puedo solo dejarte a tu suerte en este momento y si él te trajo aquí —le dirigió la mirada a su hijo— creo que es porque confía en que yo voy a apoyar esta decisión que tomó.

Warren apartó la mirada un tanto avergonzado, sintiendo que había actuado de manera impulsiva ahora que sus pensamientos eran más claros, Will tenía un extraño efecto sobre él, haciéndolo actuar de maneras que no son propias en él ¿Ignorar las llamadas de su madre? ¿Llevarlo a casa sin avisar? estaba dispuesto a dejarlo dormir en su habitación cuando hace semanas lo único que quería era prenderle fuego a su rostro.

—Tal vez sea mejor ir a descansar —propuso luego de pocos segundos—, ha sido un día bastante largo y agotador para ambos —su mirada se dirigió hacia Will esperando que confirmara sus palabras, pero él solo abrió su boca balbuceando un "aah" como si estuviera pensando si era correcto decir que estaba cansado.

—Tienes razón, se está haciendo muy tarde, deberían ir a dormir —se levantó de la silla tomando la tqza vacía entre sus manos—, yo me encargaré de limpiar —agregó como señal de que podían retirarse cuando quisieran.

—Gracias, mamá —de igual forma se paró, tomando el brazo de Will para que él hiciera lo mismo antes de ponerlo delante suyo casi empujándolo para que comenzará a caminar.

Una vez más se encontraban en la habitación de Warren, el silencio se había apoderado de la habitación y, aunque no era incómodo, era imposible ignorar que ninguno de los dos sabía que hacer o decir. La mirada de Will viajó por el cuarto hasta posarse en la esquina donde se encontraba un colchón de suelo, asumió al instante que ahí dormiría por lo cual se acercó para tomarlo y poder acomodarlo en el suelo, pero antes de siquiera ser capaz ee sostenerlo sintió como Warren tomaba su brazo para detenerlo.

—¿Pasa algo? —preguntó dirigiéndose hacia él un tanto confundido.

—Creo que sería mejor si duermes en la cama —aclaró, aunque mantenía su mirada en alto como si estuviera evitando verlo—, solo si no te molesta dormir conmigo, claro.

El corazón de Will se aceleró demasiado cuando escuchó esas palabras, los nervios aumentaron ante el hecho de que Warren podía sentir su pulso, dormir en la misma cama que él sonaba como un sueño, pero a la vez no estaba seguro de ser capaz de soportar esa situación, ya tenía demasiadas emociones encima chocando entre si ¿Qué pasaría con su pobre cerebro si a eso le sumaba encontrarse en una situación como esa con el chico que le gusta? pero su maldito enamoramiento era mucho más importante que la salud de su cerebro, sabía que si rechazaba esa oportunidad sería parte de todas esas cosas que no hizo en su vida de las cuáles se arrepentiría.

—Por supuesto, si tú estás bien con eso, también lo estoy.

Warren finalmente soltó su mano y mientras se acercaba a la pared de su habitación para apagar la luz, Will se sentó en la orilla de la cama, como si tuviera que esperar a que Warren se recostara primero como una confirmación de que él podía hacerlo.

—¿Estás bien? —preguntó cuando se sentó en la orilla en busca de asegurarse que él se sintiera cómodo con esta situación.

—Lo estoy.

El colchón se hundió un poco por el peso que ejerció el cuerpo de Warren cuando se recostó con la mirada hacia el techo, Will tomó eso como una señal para acostarse también, dándole la espalda asumiendo que de esa manera serían menos emociones fuertes para su corazón. Pasaron al menos diez minutos antes de ser capaz de girarse, la mirada de Warren lo tomó por sorpresa, ni siquiera parecía estar intentando dormir.

—¿No tienes sueño?

¿Cómo quieres que duerma si te tengo a mi lado?

—Hay demasiadas cosas en mi cabeza ahora.

Ahora ambos se estaban dando la cara, Will podía ver cada detalle del rostro de Warren que antes no había sido capaz de apreciar ¿Era real? ¿Un chico tan precioso como él realmente le estaba permitiendo dormir en su cama? si pudiera besarlo aunque fuera una sola vez sería feliz por el resto de sus días y deseaba poder decir que incluso si después de hacerlo él lo odiaba no se arrepentiría, pero era una vil mentira, la sola idea de Warren volviendo a detestarlo lo hacía querer llorar.

—Debió ser difícil todo lo que pasó hoy.

—Siento que ha pasado demasiado rápido, todavía no consigo creerlo —sintió de vuelta el nudo en el estómago—, pero fui un imbécil ¿Qué tan difícil era quedarme callado?

—Will...

—Lo siento, no quiero que esta noche empeore —Apretó sus ojos tratando de contener sus lágrimas, se había convertido en un llorón apenas salió de su casa y se avergonzaba tanto de ello.

El tacto cálido de Warren sobre su mejilla lo hizo abrir los ojos, las lágrimas que se habían quedado en sus pestañas hacían que se viera un poco borroso.

—Está bien si lloras —Se movió en la cama para acercarse un poco más—, estás pasando un mal momento, no tienes que soportar tu dolor para que la noche no "empeore" —Un escalofrío recorrió la espalda de Will al sentir como acariciaba su rostro, el contraste entre lo frío de su cara y lo cálida que era su mano lo hacía sentir tranquilo, como si fuera todo lo que necesitara para saber que las cosas estarían bien—. Estamos solos y yo no voy a juzgarte.

Agachó la cabeza, respirando profundo porque era difícil permitirse ser débil, pero estaba bien si era Warren, porque cuando se trataba de él todo estaba bien y las lágrimas salieron sin que se diera cuenta acompañadas de sollozos apenas audibles, sentir como Warren tomaba su mano lo hizo sentirse seguro y lloró como si le fuera imposible deshidratarse; sentía como lo sostenía con fuerza como si intentara decirle "te tengo, estoy aquí contigo." Will apretó más su agarre dejando claro su mensaje "no quiero que me sueltes."

LOST BOY | will x warrenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora