LOST BOY | will x warren

14: cómo salir con un chico

Warren no había estado del todo convencido en dejar a Will solo en casa, pero quiso creer que todo estaría en orden, en primer lugar porque confiaba en él, sabía que podía mantener las cosas bajo control y si no lo conseguía para algo tenía su número agendado, en cuanto recibiera su llamada no dudaría en dejar todo lo que estaba haciendo para ir a ayudarlo; se sentía tan avergonzado ante esa clase de pensamientos, pero no era capaz de evitarlos por más que se esforzara en mantenerlos lejos suyo.

Todavía faltaba una hora para que su turno terminara, aunque ya casi no había clientes en el lugar así que podía concentrarse en limpiar las mesas que se habían desocupado en lo que el resto de los comensales terminaban con su comida. Escuchó la puerta abrirse así que se dirigió a la barra para tomar uno de los menús, no tardó en reconocer a Jeremiah cuando tomó asiento en una de las mesas más cercanas al mostrador.

—¿Hoy si vienes a comer? llegaste temprano —preguntó sosteniendo la carta entre sus manos mientras levantaba una ceja dudando si entregársela o no.

—Vengo a ver a Sean, en realidad —respondió apoyando sus codos sobre la mesa—, pero deja el menú, no saldrá más temprano que tú así que mínimo comeré algo.

—Vaya, esa es una verdadera sorpresa —Colocó la carta sobre la mesa deslizandola hasta que quedara delante de Jeremiah.

Se alejó de la mesa para darle su tiempo,  una mesa más se desocupó así que aprovechó para entregar la cuenta, además de limpiarla cuando se retiraron. Volvió a pensar en Will mientras recogía los platos y vasos sucios, era extraño saber que él estaría en su casa cuando regresara, volverían a dormir juntos y ¿Qué pasaría después? Cuando él se vaya de su casa ¿Las cosas seguirán como si nada? ¿Era acaso esta una oportunidad que el universo le estaba dando para disfrutar de tratos de noviazgo que no podría obtener de otra manera o se trataba de una señal para que se arriesgara? no creía en las casualidades, tampoco en el destino, no creía que hubiese algo escrito, pero tampoco que las cosas ocurrieran sin sentido alguno.

Todo dependía de sus propias elecciones y mientras colocaba los platos en el lavabo se dio cuenta de que debía tomar una decisión porque el reloj estaba avanzando y aunque hubiese demasiado tiempo por delante ¿Qué sería diferente si decía sus sentimientos hoy o dentro de dos años? tal vez Will gustaba de él ahora y si esperaba, esos sentimientos se esfumarian o quizás podría gustar de él en un futuro, no había manera de saberlo.

Regresó a la mesa de Jeremiah tan solo unos segundos después para tomar su orden, no intercambiaron muchas más palabras que esas, sin embargo, en el instante que le pasó la orden a Sean cayó en cuenta de que tenía la solución a sus problemas delante suyo o quizás solo terminaría metiéndole en más líos, pero quería creer que arriesgarse por Will era la decisión correcta; volvió a la mesa aprovechando que ninguno de sus jefes parecía estar a la vis5a y tomó asiento en la silla libre delante de Jeremiah.

—¿Pasó algo?

—Necesito preguntarte algo.

—Si es sobre la camisa que te falta prometo que te la voy a regresar, solo la necesitaba para mi cita.

—... ¿Tomaste una de mis camisas? —preguntó mostrando un ceño fruncido.

Jeremiah apretó sus labios en una línea recta antes de sonreír.

—Ignora eso ¿Qué querías preguntarme?

Warren rodó los ojos antes de dejar escapar un suspiro, ahora sentía que tal vez no era muy buena idea pedirle ayuda a alguien como él, pero era de las pocas personas con pareja que conocía a quien se atrevía a preguntarle algo respecto al amor.

—¿Quieres tomarte esto en serio?

—Me lo tomo en serio, haz tu pregunta.

Respiró profundo, asomando su cabeza para revisar que sus jefes no regresaran y que ninguna de las dos mesas que aún estaban ocupadas necesitara ser atendida, regresó su vista a Jeremiah, inclinando un poco su cuerpo sobre la mesa.

—¿Cómo supiste cual —Se detuvo a si mismo para agachar la cabeza y soltar un quejido, enamorarse era un sentimiento tan estúpido, pero sabía que la felicidad que traería consigo si su amor era correspondido valdría totalmente la pena—... cual era el momento adecuado para dar el primer paso con Sean?

—¿Crees que yo doy el primer paso? —preguntó con una pequeña sonrisa— que tierno, esperé a que él me invitara a salir.

—Eso no me sirve de nada.

—Bueno ¿Qué quieres hacer? si necesitas saber cómo dar el primer paso pues entonces mueve el pie, Warren —cruzó sus piernas mientrsd se recostaba en el respaldo de la silla— ¿Qué otra explicación necesitas? ¿Quieres salir con alguien? pregúntale para que tengan una cita ¿Quieres ser su pareja? entonces dilo ¿O es acaso un beso? bueno, el momento llegara cuando menos te lo esperes —miró alrededor al sentir que alzaba demasiado la voz, pero nadie los miraba—; el punto es que si lo que buscas es avanzar no conseguirás nada si no te mueves, necesitas actuar.

Warren mantuvo su mirada sobre él por unos segundos antes de desviarla al imaginarse preguntándole a Will acerca de tener una cita, sonaba humillante, jamás creyó que se sentiría de esa manera por él, mucho menos esperaba estar teniendo complicaciones sobre invitar a alguien a salir cuando antes de gustar de alguien le resultaba la cosa más sencilla del mundo.

—Sí, eso funcionará, supongo —se levantó de la silla sintiendo como Jeremiah tomaba su muñeca para detenerlo.

—Te la pongo así de fácil, Warren —lo miró directamente a los ojos al decir eso—, deja claros tus sentimientos, incluso si hay posibilidades de que te rechacen, será mucho mejor para ti a si los mantienes escondidos.

Sus miradas se mantuvieron unidas solo por unos segundos antes de que Warren le pusiera una mano en la cara para que dejara de verlo.

—Ve a mirar a los ojos a alguien más.

—Oh vamos, ni siquiera sé quién te gusta como para usar mi poder en ti —Rodó los ojos con una sonrisa mientras apartaba la mano de Warren—, pero si quieres decirme...

—Ni siquiera lo sueñes, traeré tu comida —Se dio la vuelta para dirigirse a la cocina.

Los consejos de Jeremiah no eran nada que no supiera que debía hacer, pero quizás era lo que necesitaba, escuchar de alguien más una confirmación de lo que ya sabía ¿Pedirle una cita a Will? tal vez no era una idea tan descabellada si disfrazaba un poco la situación, trataría de pensar mejor en ello cuando llegara a casa.