29: adolescente normales.

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Warren empujó la puerta con lentitud, dejando escapar un suspiro de alivio cuando finalmente se encontraba en su habitación, recostó su frente contra la madera por unos segundos antes de girarse para ver a Will quien todavía lucía estupefacto ante todas las cosas que le habían ocurrido en tan poco tiempo, ambos volvieron a mirarse, se limitó a dedicarle una sonrisa para asegurarle que todo estaba en orden.

—Debe ser incómodo para ti y para tu madre que ella esté aquí —murmuró, abrazaba sus rodillas tratando de refugiarse, no había ningún peligro, ni siquiera estaba seguro de si se sentía mal o no, en ese instante tenía una extraña sensación de vacío en el pecho que no podía describir.

—Para mamá no tanto —aseguró pasando una mano por su cabello, Adeline era una mujer comprensiva y le tenía cariño a Josie, estaba claro que tenerla de invitada en su casa no era un problema.

—¿Y para ti?

—Un poco, quiero decir —apretó sus labios—, es raro —Se acercó a la cama para sentarse en la orilla quedando delante de Will—, pero no por las razones que piensas, lo que digo es que estás no son las mejores circunstancias para conocer a la madre de tu novio.

Las mejillas de ambos enrojecieron, Will soltó una ligera risa antes de agachar la cabeza pensando en todas las cosas que habían cambiado desde que huyo de casa, estaba agradecido por lo que tenía, este momento era algo que en el fondo llevaba esperando demasiado tiempo, quizás no de esta manera, pero tener a Steve lejos de su vida de forma definitiva era como una clase de fantasía que creyó que jamás se cumpliría; sabía que no era inmortal, pero la súper resistencia rozando la indestructibilidad era algo muy cercano a ella ¿Cómo rayos había muerto? todavía no estaba dispuesto a preguntarle eso a su madre, porque a diferencia de él, estaba seguro que a ella si le había afectado aunque fuera un poco, en algún momento debió amar a ese hombre, quizás alguna parte de ella seguía haciéndolo, no podía leerle la mente y no quería esforzarse por comprender ese amor.

—Estamos a mano ¿No? tampoco conocí a tu mamá en las mejores circunstancias.

Warren se recostó a lo ancho de la cama, con sus pies sobresaliendo de la misma y manteniendo su mirada hacia el techo, Will se recostó a su lado, a diferencia suya, su vista estaba dirigida a él, le gustaba ver a Warren, apreciar cada detalle de su rostro solo para recordar que estaba viendo al chico que era su novio y eso lo hacía feliz, por un instante podía olvidarse por completo del desastre en el que se convirtió cierta parte de su vida; acercó su mano a la de él para entrelazar sus dedos, llamando su atención y haciendo que girara a verlo, sus miradas se encontraron y ambos se dedicaron una sonrisa, en medio de los poderes, la escuela de héroes y la manera en la que sus padres habían afectado sus vidas sociales, olvidaban por completo que tenían todo el derecho a ser adolescentes normales.

A los catorce años ya tenían el futuro del mundo en sus hombros, no serían los únicos que se encargarían de protegerlo, pero eso no quitaba la gran responsabilidades que era asegurarte de proteger una ciudad entera; el simple roce de sus dedos se sentía como una señal del universo para recordarles que solo tenían catorce, que podían permitirse ser estúpidos durante unos cuantos años más, tenían permitido ser torpes e inexpertos, cometer errores que no dañarían a nadie y en unos cuantos años no serían algo más que una anecdota vergonzosa para recordar.

—¿Vas a —apretó sus labios haciendo una pausa, no podía dejar de ver los labios de Will en ese momento—... Vas a quedarte a dormir hoy? —se atrevió a formular la pregunta a la vez que acariciaba la mano de su novio con delicadeza.

—Mamá cree que es lo mejor —Se movió un poco en la cama, solo para ser capaz de sentir un poco más la calidez que se generana cuando estaban así de cerca—, yo también lo creo, mañana será el funeral y quizás después de eso sea más sencillo llegar a casa, no lo sé, no quiero que los malos recuerdos sea lo único que obtenga de ese lugar

—Velo de esta manera —Su mano se deslizó hasta tomar la mejilla de Will—, ahora puedes hacer nuevos recuerdos que cubran todos los malos.

—¿Qué clase de nuevos recuerdos? —No hubo respuesta, no la querían porque no la necesitaban; sus respiraciones se mezclaron y antes de darse cuenta sus labios estaban demasiado cerca como para echarse para atrás.

Will fue quien dio el paso en esta ocasión, todavía se sentía incorrecto besar a Warren con tanta confianza, como si no terminara de creer que eran pareja, que tenía permitido hacer algo como eso; pero cuando sentía como sus manos rodeaban su rostro o la manera en la que, con suavidad, le correspondía el beso, todas esas preocupaciones se desvanecían.

No tardaron más de cinco segundos en separarse, pero ambos sabían que no querían detenerse en un solo beso, la manera en la que sus corazones latían cuando unían sus labios era una sensación inexplicable pero maravillosa, cuando Warren estuvo a punto de tomar la iniciativa una vez más, el sonido de los golpes en la puerta causó que ambos se sobresaltaran. Se alejaron de golpe causando que Warren cayera de la cama, Will tuvo la suerte de estar lo suficientemente lejos de la pared, de no ser así, habría corrido la misma suerte de darse un buen golpe.

Se levantó de la cama para abrir la puerta, su corazón todavía latía demasiado rápido y estaba demasiado avergonzado como para mirar a cualquiera de las dos mujeres que se encontrará en la entrada a la habitación; tomó un poco de aire antes de abrir, sonrió al ver a su madre, aunque esa sonrisa se desvaneció en segundos porque no era difícil notar que ella había estado llorando.

—Solo quería avisarte que ya me voy.

—Oh, entiendo —Desvió la mirada sintiéndose mal por dejar que se fuera sola a casa cuando debería estar acompañándola en ese momento—, lo siento por...

—Will, no tienes que disculparte por nada ¿Está bien? no te culpo por sentirte más cómodo estando aquí que en casa —Hizo una pausa, solo para mirarlo, todavía no lograba creer que estaba sanó y salvo delante de ella—. Sé que sabes comportarte, así que sigue haciéndolo —Tomó su rostro por las mejillas para depositarle un beso en la frente— y por favor llama si necesitas algo, no tienes que huir de mí, Will, quiero que tengas eso claro.

—Estaré bien, mamá, no tienes nada de que preocuparte.

—Sé que lo estarás, pero a pesar de todo eres mi hijo y me preocupo por ti, aún cuando me asegures que todo estará bien, es mi deber preocuparme por ti —Un suspiro escapó de sus labios—. No quiero volver a fallarte ¿Si?

Una presión se hizo presente en su pecho, jamás fue su intención hacer que ella de sintiera de esa manera, pero era de esperar que luego de escapar de esa manera sin ser capaz de comunicarse, su madre asumiría que él no confiaba en ella, si no quería volver a fallarle, él se encargaría de no hacerla sentir así de vuelta.

—Está bien, te llamaré si ocurre algo.

—Gracias, Will —Palmeó su hombro un par de veces—, ahora ve a descansar, todos lo necesitamos.

—Tú también descansa, mamá.

Le dedicó una última sonrisa antes de despedirse con un "buenas noches", para cuando cerró la puerta y miró de vuelta en la habitación Warren ya estaba sentado de vuelta en la cama, no pudo evitar reír al recordar la manera en la que había caído, aunque a él no parecía hacerle mucha gracia.

—¿Te duele mucho? —preguntó sentándose a su lado tratando de ocultar su sonrisa.

—Ja, ja —rió con sarcasmo mirándolo de reojo—, no te parecería tan gracioso si hubieses sido ti.

—No tienes que enojarte por algo así ¿Sabes? —Tomó su mano para alejarla de donde, aparentemente, había recibido el mayor impacto y, lleno de vergüenza, se atrevió a plantarle un beso.

Warren se impactó en un principio, pero no tardó demasiado en dirigirle la mirada a Will, con el ceño fruncido en confusión pero sonriendo.

—¿Eso es para que duela menos?

—... No lo sé ¿Funcionó? —Preguntó apartando el rostro sintiendo que acababa de hacer la cosa más humillante y estúpidamente cursi que se pudo atrever a hacer.

—Quizás un poco —respondió colocando su mano de vuelta sobre el golpe, acariciando con la yema de sus dedos la parte exacta donde Will lo había besado.

Ahora ambos se encontraban avergonzados, pero de cierto modo, era un sentimiento gratificante después de todas las fuertes y pesadas emociones a las que habían tenido que enfrentarse.

LOST BOY | will x warrenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora