26: extraño buen humor

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El día no había amanecido con el mejor de los climas, pero tampoco era del todo malo, el exterior se encontraba helado debido al cielo nublado que impedía que la aparición de los rayos del sol, pero era algo que ellos no eran capaces de sentir, porque por naturaleza el cuerpo de Warren era cálido y al encontrarse escondido entre sus brazos, para Will era imposible sentir las bajas temperaturas.

El sonido de la alarma los sacó de su sueño, ni siquiera sabía por qué usaba cuando no la necesitaba, sintió como las manos de Will se aferraban con fuerza a su cuerpo, dejando claro su deseo de que permaneciera en la cama a su lado, pero, por más que quisiera, no era algo que podía permitirse.

—Debo levantarme —murmuró apoyando una de sus manos sobre la cabeza de su novio tratando de hacerlo reaccionar.

—Solo cinco minutos.

—Tengo que ir a ducharme.

—No, es demasiado temprano para tomar un baño, quédate —insistió hundiendo un poco más su cabeza contra el pecho de Warren, estaba apenas consciente de sus acciones, porque de haber estado despierto por completo jamás se habría atrevido a hacer eso de forma tan descarada.

—Will...

Escuchó un quejido de su parte, luego un suspiro y finalmente su agarre se aflojó a la vez que sus manos se alejaban con lentitud antes de separarse por completo, sus ojos estaban entrecerrados, como si apenas fuera capaz de mantener su mente despierta, pero de igual forma intentó mirar a Warren.

—Sigue durmiendo —murmuró acercándose a su rostro para besar su frente—, te dejaré el desayuno preparado ¿Si?

—Mmjam —sus ojos volvieron a cerrarse.

No pudo evitar soltar una ligera risa algo enternecido, porque estaba casi seguro que Will no había procesado ninguna de sus palabras, pero en ese momento no importaba, él solo se daría cuenta cuando despertara y tuviera hambre; él empezó con la misma rutina de todas las mañanas tan rápido como le fue posible, el día anterior dudó por un momento si estaba bien quedarse en la cama, debido a lo agotado que se encontraba, pero la sola idea de que el tiempo se le acabara y perder el bus por ello le hizo ruido en la cabeza. Para las ocho en punto ya se encontraba de pie en la parada del autobús, las manos en sus bolsillos esperando a que el vehículo se dignara a aparecer, no estaba seguro de que esperar ese día en la escuela, su vida había comenzado a ser una una extraña mezcla de sucesos inesperados, cosas que quizás antes no le hubiesen interesado, ahora le afectaban ¿Cuál era la novedad que ese día traería consigo?

Subió al autobús, sin duda no esperaba obtener una respuesta tan veloz, ver a Jeremiah con una felicidad tan genuina reflejada en su rostro no era lo que esperaría ver un martes por la mañana en el autobús escolar.

—¿Y tú? ¿Qué traes entre manos? —preguntó mientras se sentaba a su lado, mostrando un ceño fruncido en notoria confusión.

—¿A qué te refieres?

—Te ves demasiado feliz, hiciste algo o vas a hacer algo.

—¿Por qué tienes que asumir lo peor de mí? —Rodó los ojos antes de negar con la cabeza—El sol está brillando de manera tan hermosa hoy —explicó con una amplia sonrisa.

—Está nublado, Jeremiah.

—... El sol está brillando para mí ¿Si? —le dirigió la mirada ahora distinguía algo de burla en su rostro.

—¿Paso algo con tu novio?

—Ojalá, eso haría que este día sea mejor de lo que ya es.

—No vas a decirme que rayos pasa contigo ¿Cierto?

LOST BOY | will x warrenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora