39: esto no es un final.

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Esperó alrededor de una hora, quizás más o quizás menos, sentía que tenía que hacer algo más pero no sabía qué, ir a disculparse sin ofrecer nada para compensar haber actuado de manera tan impulsiva se sentía incorrecto, pero tampoco pudo idear un buen plan, no quería alargar más la espera, necesitaba disculparse con Warren lo antes posible, trató de pensar que al menos ese tiempo desperdiciado sirvió para que ambos tuvieran algo de espacio, él para procesar mejor la situación y Warren para calmase, asumiendo que estaba molesto en primer lugar.

—Hey... ¿Estás ocupado? —preguntó cuando Warren atendió la llamada, su voz estaba llena de remordimientos.

—Estaba por preparar la comida —él sonaba tan comprensivo, Will se sintió pequeño.

—¿Podemos hablar otra vez? —Una pequeña pausa— Quisiera disculparme en persona —Otra vez silencio por unos largos cinco segundos.

—Está bien, mamá dijo que ella se encargaría de la comida ¿Vienes o voy?

—Iré yo, estaré ahí pronto.

—Lo sé —Will podía jurar que lo escuchó sonreír.

Colgó la llamada, una vez más repasando en su cabeza las cosas que iba a decir, levantó su mirada al cielo, estaba demasiado gris, era deprimente, como si el universo decidiera alinearse con sus emociones, tan solo estaba rogando que no comenzara a llover, eso solo haría que todo empeorara. Comenzó a caminar en dirección a la casa de Warren, estaba agotado de ir de un lado para otro, pero sabía que al final del día valdría la pena si conseguía que todo esto se solucionara, no le gustaba la idea de estar en malos términos cuando su relación estaba empezando, aunque era un gran alivio que no se hubiese convertido en una pelea real, significaba que las cosas realmente habían cambiado entre ellos. Cuando llegó a su casa él ya lo estaba esperando fuera.

—No creo que quieras hablar con mi mamá allá dentro ¿O si?

—No, definitivamente no.

Warren le hizo una señal con la mano para que comenzaran a caminar juntos, hubo silencio por un par de casas antes de que Will se sintiera listo para iniciar la conversación.

—Fui demasiado imprudente, sé que no debí molestarme con algo como eso y quisiera disculparme por haberme ido sin que resolvieramos la situación —Era demasiado cuidadoso con sus palabras, casi como su hubiese preparado un guión para no irse por las ramas, a Warren no le sorprendería si así hubiese sido.

—No creo que tengas que disculparte por eso —interrumpió, manteniendo las manos en los bolsillos de su pantalón.

—¿Eh?

—Eso, entiendo que te hayas molestado, no soy nadie para decir qué cosas deben hacerlo y cuáles no, cometí un error al no decírtelo y ahora lo sé, es por eso que no quería que te fueras, quería que supieras que te entendía, pero necesitaba que tú también supieras las razones por las que hice lo que hice —Suspiró con pesadez, levantó su mirada hacia el cielo cuando sintió algo húmedo golpear sobre su nariz, comenzó la llovizna.

—Haces que me sienta todavía más inmaduro.

Warren se rio entre dientes, sacó una de las manos de su chaqueta y le revolvió el cabello a Will con suavidad.

—Lo eres un poco, pero no en esta ocasión —¿Cómo es que podía estar tan tranquilo? ¿Este era el mismo Warren Peace que conoció al inicio del año escolar? sonaba como una locura—, sin embargo, creo que es un poco hipócrita ¿Sabes? —Le dirigió la mirada de reojo— ¿Yo no puedo guardarte secretos pero tu a mí si? —dijo eso con una sonrisa, no estaba hablando del todo en serio.

—¿A qué te refieres? —preguntó con genuina confusión.

—¿O acaso pensabas decirme que fuiste tú quien le arrancó la cabeza a la estatua del comandante? —El rostro de Will enrojeció por la vergüenza.

—¿Cómo...?

—¿Lo supe? Porque llamé a Jeremiah primero, sabía que él había tenido algo que ver pero no imaginé que tú le seguirías el juego —Negó con la cabeza, pero todavía sonreía—. Bien por ti, supongo, mereces desquitar todo lo que te hizo pasar ese sujeto de alguna manera.

—¿Entonces no estás enojado? —preguntó un tanto sorprendido y confuso, esperaba que él fuera la voz de la razón en esta situación.

—¿Por qué lo estaría? te conozco, sé que estás avergonzado por haberlo hecho —Se alzó de hombros restándole importancia—, no los hubiese acompañado ni en mil años, pero no voy a negar que hubiese sido divertido prenderle fuego a esa cosa.

Will le dio un par de palmadas en el brazo, una amplia sonrisa se mostraba en su rostro.

—¡Dios! eso hubiese estado genial.

La lluvia comenzó a volverse más intensa, para ese punto Will ya había comenzado a notarla, levantó la cabeza, dejando que un par de gotas golpearan su rostro y luego volvió a ver a Warren mientras ambos se detenían como si se preguntaran si era el momento adecuado para darse la vuelta y regresar, sin embargo, cuando Warren estuvo por decir algo sintió como Will tolaba su mano y entrelazaba sus dedos, su mirada estaba dirigida hacia esa unión, luego volvieron a verse y ambos se dedicaron una sonrisa.

—Nos vamos a enfermar si seguimos aquí abajo.

—Está bien, creo que puede valer la pena —Deslizó su otra mano para colocarla sobre el hombro de Warren, parándose sobre la punta de sus pies para poder estar más cerca de su rostro—... Haces que todos los días valgan la pena ¿Sabes? —No esperó ni un segundo más después de decir eso para unir sus labios, sintió como Warren apretaba su mano con más fuerza mientras seguía el beso.

Will no podía creer lo que estaba sucediendo, todas las cosas que habían cambiado en su vida, jamás se imaginó que podría dialogar con Warren, nunca esperó que algún día estaría besándolo de esta manera y mucho menos que sería correspondido con el mismo cariño que él entregaba, quizás al final de cuentas tenían razón, sin importar qué, a partir de ese día las cosas solo podían mejorar, estar besando a Warren en ese momento se sentía como una especie de confirmación; fue él quien se separó porque ya no soportaba estar de puntas y sabía que si se emocionaba más comenzaría a flotar, no necesitaba exponer sus poderes de esa manera.

La lluvia se había vuelto todavía más intensa, sentía como el cabello se le pegaba a la frente mientras su ropa se humedecía, pasó su mano por el rostro de Warren para acomodar sus mechones mojados detrás de la oreja, una risa escapó de sus labios antes de hundirse contra su pecho, sintiendo como lo rodeaba con sus brazos, las manos cálidas se apoyaron sobre su espalda y su cabeza haciendo que su piel se erizara, Will no pudo evitar pensar que ahora podía esperarlo todo de la vida, jamás creyó que llegaría el día en el que un día lluvioso fuera su cosa favorita en el mundo.

LOST BOY | will x warrenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora