Will estaba engañandose a si mismo, no se forzaba a lucir triste, pero se estaba forzando a estar en ese lugar, si fuera una decisión sin consecuencias, entonces podía pensar en mil y un cosas que disfrutaría estar haciendo en ese momento, ni siquiera se había acercado al ataúd, quizás porque una parte en el fondo de si mismo tenía miedo de sentir lástima por ver a su padre ahí, no tenía un corazón lleno de odio, incluso si ese hombre le había arruinado toda su infancia y parte de su adolescencia, aún cuando prefería que jamás hubiese formado parte de su vida; sabía mejor que nadie que una parte de él en algún momento lo quiso, esa fantasía de que algún día Steve lo amara como a un hijo y no como a una masa que moldear para tener una segunda versión de él mismo vivió en su cabeza por un largo tiempo antes de aceptar la realidad.
Se preguntaba si alguna vez realmente lo quiso, no por lo que podía llegar a ser, sino por quien era ¿Era posible no amar a un hijo? sabía que su padre no lo odiaba, pero eso no significaba que lo amara, Steve era un hombre demasiado simple, sin chiste alguno, pero aún así, Will jamás fue capaz de comprender qué rayos pasaba por su cabeza.
Miraba a las personas entrando a la funeraria, acercándose a su madre y de vez en cuando acercándose a él para dar condolencias, agradecía ser tan normal e insignificante que la mayoría de personas ni siquiera notaban su presencia a menos de que estuviera demasiado cerca de su madre; no se esforzaba por lucir triste, no era necesario, solo debía limitarse a no lucir feliz, que de hecho, no lo estaba, no tenía la certeza de cómo debía sentirse, pero estar rodeado por todo el malestar y lástima de los amigos, conocidos y compañeros de su padre lo hacía sentirse sofocado, como si las emociones de los demás le impidieran sentir adecuadamente.
Se sentía culpable por no estar triste, por no poder ser sincero con su madre y acompañarla en su luto, sabía que ella no lo culpaba, pero él podía hacerlo por los dos; decidió salir de la funeraria, esperando que tomar un respiro de aire fresco lo hiciera sentir mejor. Suspiró con pesadez mientras se alejaba de la entrada para evitar ser visto por las personas que estuvieran llegando o que también decidieran salir un momento; se sentó entre los arbustos, recostando su cabeza entre sus piernas mientras se preguntaba qué rayos iba a ser de su vida a partir de ese instante, desde que huyó de casa todo había sido un caos, no tenía idea de lo que iba a sucederle, pero antes de eso, todo estaba tan claro, solo debía seguir las metas que Steve lo obligara a tener, ahora podía dejar atrás esas metas y formas las suyas, el único problema era que no tenía ni la menor idea sobre cuáles eran sus propias metas.
-¿Hay espacio para una más?
La voz de Layla interrumpió sus propios pensamientos, levantó su cabeza para verla sonreír con gentileza y él le devolvió la sonrisa, agradecido de al menos tenerla a su lado ese día, se movió en el pasto para hacerle un espacio entre los arbustos y ella se sentó a su lado.
-Quizás debí quedarme en casa.
-Quizás, pero ya tomaste una decisión y si te hubiese quedado en casa, tal vez desearías haber venido, ya sabes, no creo que tu madre te hubiese obligado a venir, pero sé que está siendo más fuerte gracias a que la acompañaste.
Will mostró una pequeña sonrisa, sintiéndose un poco más animado al oír aquello, Layla tenía razón, era mejor pensar que había tomado la decisión correcta, le agradaba saber que ella siempre tendría las palabras adecuadas para decir cuando necesitara su apoyo, todo lo contrario a él, quien probablemente diría alguna estupidez, trataría de arreglarlo y diría otra estupidez; al menos sabía que de esa manera la haría reír y eso le subiría el ánimo.
-Estás pensando en algo más ¿Cierto? esto no se trata solo del funeral -murmuró sin querer presionarlo, solo dejaría las cartas sobre la mesa para guiar la conversación y si Will quería tomarlas sería su decisión.
-Tal vez, no lo sé... No sé que pasa con mi cabeza hoy, es un desastre y lo detesto -confesó apretando sus mejillas con fuerza como si eso sirviera para poner a su mente a trabajar.
-Bueno, es normal, no creo que debas abrumarte demasiado por eso, lo quieras o no es... Un momento complicado en tu vida ¿No? -Levantó su mirada hacia el cielo, un día gris y sin sol, como si el universo tratara de decirles cómo debían sentirse o quizás algún héroe que controlaba el clima estaba realmente triste por la perdida del comandante.
-Es solo que no sé que va a pasar con mi vida, antes tenía todo tan claro y ahora las opciones son infinitas, eso es aterrador de cierto modo.
-Lo tenías claro porque te estaban controlando cada paso y cada decisión que tomabas ¿En realidad extrañas eso?
-¡No! no... Para nada, es difícil, ni siquiwra yo puedo entenderlo.
Will escondió su cabeza entre sus piernas, cubriéndola con sus manos tratando de comprender sus propias emociones como si se tratarán de los acertijos más complejos con los que pudo encontrarse, se preguntaba si algún día dejaría de ser difícil, si algún día empezaría a sentirse como si sus emociones fueran propias y no algo que decidió sentir porque creyó que era la manera en la que debía hacerlo. Layla dejó escapar un suspiro, un par de gotas mojaron su cabello de la misma forma que mojaron el saco de Will, observó a su alrededor por un instante antes de hacer florecer los arbustos de forma que los cubrieran a ambos como un pequeño techo en el cual resguardarse.
Will levantó la cabeza con lentitud y luego volteó a ver a Layla con una pequeña sonrisa.
-Entonces... ¿Solo usas tus poderes si la situación lo amerita?
-Yo no quiero ir adentro, tú no quieres ir adentro, está lloviendo, creo que la situación lo amerita -se excusó alzándome de hombros antes de reír y darle un ligero empujón a Will con el hombro-, pero podemos quedarnos bajo la lluvia y empaparnos por completo, quizás nos dejen ir a casa.
-No es una mala idea ¿Sabes? -le regresó el empujón antes de incorporarse, mirando como las gotas de lluvia caían en el exterior del pequeño techo de hojas- ¿Qué harías si estuvieras en mi lugar?
Layla apretó sus labios, guardando silencio por unos segundos antes de hallar las palabras adecuadas para responder.
-Creo que el problema es que te preguntas lo que haría cualquier otra persona en tu lugar, Will -Tomó la mano de Will para sostenerla entre las suyas-, cuando lo que realmente deberías preguntarte es qué harás tú en esta situación, no tomes tus decisiones basándote en lo que los demás creen correcto, sino en lo que tú creas mejor para ti.
Will sintió sus ojos arder por un momento, usó su mano libre para tallarlos, no quería llorar, no en ese lugar, incluso si no estaba llorando por la muerte de Steve, llorar ahí se sentía como si sus lágrimas fueran por ese motivo; pero no podía evitar sentirse tan triste y feliz a la vez, todo sería un desastre, pero sería su propio desastre, uno que él podía elegir o no ¿Cuándo había sido la última vez que había tenido tanta libertad? Layla extendió sus brazos para recibirlo en un abrazo, sabiendo que Will no necesitaba más palabras en ese momento, solo necesitaba de la compañía de alguien que no lo juzgara, alguien en quien él confiara.
-¿Crees que las cosas van a mejorar ahora?
-Creo que es momento de que la vida te recompense, así que sí, habrá días malos y días buenos, pero la vida siempre es así; velo de esta manera: ahora llegar a casa no se sentirá como una pesadilla.
Will se quedó en silencio, hundiendo su cabeza en el hombro de Layla, un tanto sorprendido de cómo no había caído en cuenta de eso, una pequeña sonrisa se asomó en sus labios, pero no pudo evitar sentir algo de dolor ¿Fue necesario que Steve muriera para que su casa se sintiera como un hogar al cual quisiera llegar después de la escuela? era irónico como los civiles se sentían seguros cuando "el comandante" aparecía en escena, pero para Will ver a su padre abrir la boca era saber que su día empeoraría significativamente; un suspiro escapó de sus labios alejando esas ideas de su mente, Layla tenía razón, al menos esos días habían llegado a su fin.
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LOST BOY | will x warren
FanficWill odia los días lluviosos, pero odia más a su padre. Donde Steve no es capaz de esforzarse por ser una buena figura paterna al punto en el que consigue que su hijo se harte de tener que vivir bajo el mismo techo que él. Will sabe que él y Warren...