El Omega era un manojo de nervios mientras curaba sus heridas, las lágrimas bajaban solas por sus ojitos y no podía evitar que su cuerpo temblara.
No sabe que clase de animal pudo haberle hecho una cosa así, bueno, sabía lo que los Alfas éramos capaces de hacer durante el celo, no razonábamos, éramos cegados por los instintos. Pero éste pequeño y frágil Omega no tenía sólo los golpes recientes, no, sus brazos, sufrían de algunas cicatrices, su espalda tenía marcas, cómo si hubiese sido golpeado con un látigo ó algo parecido, ni hablar de sus piernas, sentí una opresión en el pecho, mí lobo comenzó a gruñir furiosamente, un instinto protector renació dentro de mí ser, no iba a permitir que nadie vuelva a poner una sola sucia mano en mi omega, otra vez, sino quería terminar muerto despedazado, eso estaba más que claro.
- Estarás mejor en la mañana, éstas cremas son especiales, regenerarán tu piel en menos de lo que puedas creer. - le hice saber mientras le ponía delicadamente una de mis camisas.
- G-gracias, Alfa. - susurró mientras miraba el suelo.
- Ven, vamos a la cama.
Le tomé la mano y lo saqué del baño, volviendo al cuarto, al estar frente a la cama, abrí el edredón y corrí las sábanas.
- Acuéstate, te traeré algún sedante para que no sientas el dolor ¿Bien?
- No, estoy mejor, de verdad.
- Daniels... Si así es cómo te llamas, no te he preguntado eso, te he dicho que te traeré un sedante.
- Pero...
- No hay peros, Omega.
Bajó la cabeza en sumisión y asintió, para luego subirse a la cama y acostarse con cuidado, hizo una mueca de dolor al apoyar la cabeza contra la almohada y luego soltó un suspiro.
- Ya regreso.
Salí de la habitación para bajar en busca de algún medicamento para el pequeño, entre los pasillos pasé por la habitación en la que mí madre se encontraba, un quejido se oyó por lo que rápidamente me adentré a su cuarto, mamá estaba de espaldas a la puerta y se retorcía, rodeé la cama y me arrodillé frente a ella, toqué su frente y pude notar que su piel ardia, tenía fiebre.
- ¿Madre?
Ella abrió sus hermosos ojos azules que ahora estaban rojizos y pequeñas lágrimas se escurrían de ellos.
- Mí Mailo.. mamá no se encuentra bien..
- ¿Qué puedo hacer por tí, madre? Dime.
- Hijo... No queda mucho tiempo ¿Sabes? - trató de sonreír, pero otra mueca de dolor se quedó en su hermoso rostro.
ESTÁS LEYENDO
I'm Yours, Alfa // Adaptación Emiliaco Omegaverse
Fanfiction- Ésto es lo que tendrás que acatar, Joaquín. No tienes alternativa - dijo riendo maliciosamente el asqueroso alfa que le había tocado de padre. - N-no quiero... - lloriqueó. - Eres mi jodido hijo, harás lo que se te manda. - habló firme usando su...