La risa victoriosa de Uberto sólo le hizo hervir más aún la sangre, dió unos pasos atrás y se alejó del lobo negro, quién en segundos después estaba de pié, acercándose a Joaquín.
- ¿El gran alfa Emilio Osorio no iba a dejarte morir, verdad, hijo? - habló dándole una mirada rápida al rizado para luego volver a ver al Omega. - estoy muy orgulloso de tí, cachorro. Haz ayudado a que todo ésto sucediera. Le haz dado la victoria a tu padre.
Joaquín no respondió, simplemente se removió haciendo que los dos alfas lo suelten. Limpiando sus lágrimas, se obligó a mostrarse frío en ese momento. - tenías lo que querías ¿No? Ahora déjame en paz.
Su padre soltó una risa llena de burla. - ¿De verdad dejarás a tu pobre alfa a la deriva? Vaya, haz sacado mí caracter. Aún me pregunto cómo es que no fuiste un alfa. Serías digno de uno.
- Ya deja de hablar mierda. - siseó el castaño, ya cansado de toda la situación, aún así, sin poder fijar su vista en Emilio. - cumplí con el trato, déjame ir.
- Oh no, mí querido hijo. - musitó. - aún no haz terminado.
Sin poder replicar, Joaquín fué tomado de nuevo por los dos alfas, quiénes estaban detrás suyo y lo empujaron hacía delante, llevándolo hacía Emilio.
El rizado observó cómo el Omega caía de rodillas frente a él. Los recuerdos del primer día que lo vió y todo lo que vivieron golpearon su mente. Los besos, las caricias, los abrazos, las palabras y las promesas, hasta su último día. Las dolorosas y frías palabras que salieron de aquellos labios que tanto amaba, todo. Al ver sus ojos, pudo ver la angustia que recorría por el organismo del pequeño y quiso apretarlo entre sus brazos sin importar las hirientes palabras dichas por él.
Sin mover un músculo, frunció el ceño mirando con confusión al lobo negro. - ¿Qué mierda harás ahora?
- ¿Por nuestro destinado lo hacemos todo, verdad? - espetó el alfa pelinegro. - dame tu rendición, Osorio, ó ésta pequeña mierda morirá frente a tus ojos.
La risa burlona de Emilio confundió al mayor. - ¿Destinados? ¿Crees que éste Omega vale mí rendición y el liderato de mí manada? - espetó sintiéndose una completa mierda al ver las lágrimas bajar por las mejillas de Joaquín. Por otro lado, no se esperaba escuchar aquellas palabras salir de la boca de Emilio, pero tampoco le sorprendió, se las merecía. Emilio dió unos pasos atrás, a la espera de un nuevo ataque por parte de Bondoni. Divisó por detrás a Leidy y Josh, éste último armado y la primera en su estado lobuno.
El rostro de Uberto se desfiguró, antes de empujar a los dos alfas que sostenían al Omega y tirarlo al suelo antes de apretar su cuello con una de sus patas. A pesar de tener su rostro empapado de lágrimas y que el miedo irracional se desatara en su cuerpo, sonrió, sonrió porque sabía que éste era el fin del jodido de su padre y que éste no ganaría, no saldría vivo de ésto.
- Eres un hijo de puta. - escupió con rabia el mayor, ganándose una estruendosa risa por parte del castaño.
- Vas a morir, pedazo de mierda. - musitó con felicidad el castaño. - estás acabado.
Y antes de que pudiera decir algo más el lobo negro mordió su pecho, clavando sus dientes y perforándolo, comenzó a sacudirlo, el grito de dolor que escapó de los labios de Joaquín hizo que Emilio reaccionara. - ¡Suéltalo, hijo de puta!
Uberto fué atacado por el lobo marrón en un segundo dispuesto a destrozarlo, los dos alfas fueron derribados por Leidy y Josh, quiénes los mataron en un instante.
- ¡Joaquín! - el grito de Elyzabeth llegó detrás de los dos alfas, pasándolos de largo cayó arrastrando sus rodillas en cuánto llegó al lugar dónde el pequeño Omega estaba desangrándose. - ¡No! ¡No, por favor! ¡Amigo, mírame, abre los ojos!
Los pesados ojos del castaño se abrieron mientras su respiración se dificultaba cada vez más. - Ely...
- ¡Leidy ayúdame! ¡Debemos llevarlo adentro! - el desespero en su voz hizo que el pecho destrozado del castaño se llenara de nostalgia.
- Elyzabeth, no podemos levantarlo... - respondió la alfa, llegando a ellos. - morirá antes de...
- ¡No me jodas Leidy! ¡Ayúdame! - la furia combinada con los sollozos hacía que la voz de la Omega saliera ronca y rasposa.
- E-está bien, Ely... - dificultosamente espetó el castaño, levantando su mano para acariciar el rostro de la ojinegra.
Estaba a nada de replicar eso cuándo un chillido los hizo voltear a ver la dirección del mismo. Justo a tiempo para ver cómo Emilio arrancaba la garganta del lobo negro, haciendo que éste se removiera de una forma extraña, mientras agonizaba los pocos segundos de dolor, hasta que su cuerpo se inmovilizó, llenando el suelo de un inmenso charco de sangre.
Emilio se acercó rápidamente a Joaquín, convirtiéndose en su forma natural, dejándose caer a un lado suyo, intentó cargarlo, pero un grito desgarrador por parte del castaño lo detuvo. - J-joaquín... Debo llevarte.. debo..
Los lagrimosos ojos ámbar se posaron en los suyos. - N-no, estoy... Estoy bien aquí.
- Vas a morir, Joaquín.. no puedo.. no... - negó antes de intentar cargarlo de nuevo con más cuidado.
- Emilio...
- Ayúdame, Joaquín, sólo mantente despierto.. - los nervios se apoderaron del alfa, haciendo que su voz saliera temblorosa.
- Emilip... E-escúchame.. - jadeó, sus ojos comenzaron a sentirse pesados, Joaquín quería dormir, su cuerpo se relajó y su respiración se hacía cada vez más lenta.
- ¡Aquí están los médicos! - Josh gritó mientras venía acompañado por 4 alfas.
- Emilio..
- Se acabó, Joaquín, estarás bien.. t-te pondrás bien, sólo quédate... Quédate conmigo.
El castaño intentó hablar, quiso hacerlo, pero su voz nunca salió y las voces y gritos se escucharon lejanos, lo último que hizo fué guiar su vista hacía el cuerpo ya sin vida de Uberto Bondoni. Sintió paz y eso fué lo que lo llevó a cerrar sus ojos y entregarse a aquella eterna oscuridad.
Seguimos con el maratón........
Nos vemos AlbertXioW.
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I'm Yours, Alfa // Adaptación Emiliaco Omegaverse
Fanfiction- Ésto es lo que tendrás que acatar, Joaquín. No tienes alternativa - dijo riendo maliciosamente el asqueroso alfa que le había tocado de padre. - N-no quiero... - lloriqueó. - Eres mi jodido hijo, harás lo que se te manda. - habló firme usando su...