CAP. 46 - FINAL SEGUNDA PARTE

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Aviso: contenido explícito 🔥🔥🔥🔥🔥




Aún sin separar sus labios de los del Omega, entró a la casa, una vez dentro de la habitación, dejó el delicado cuerpo del pequeño sobre la cama y tomó aquellos segundos para quitar su camisa, las manos del castaño recorrieron todo su pecho bajando hasta su abdomen, gruñó al sentir los suaves labios ajenos besar su piel.

La lujuria que transmitían los ojos ámbar estaban llevándolo a la locura, atacando nuevamente los labios contrarios, subió sobre él, separando con sus piernas las del otro y comenzando una fricción entre ambos miembros, las delicadas uñas del Omega rasguñaban la espalda del Alfa mientras éste lamía y succionaba la deliciosa piel de su cuello.

- E-emilio.. - jadeó mordiendo el fuerte hombro del rizado. - t-te necesito, amor.

- Y yo a tí, bebé.

Apartándose sólo unos centímetros, quitó las prendas del pequeño, Joaquín soltó una pequeña risita cuándo los botones de sus pantalones volaron en distintas direcciones en cuánto el oji-café desgarró los mismos.

Emilio arqueó una ceja en dirección al castaño en cuánto vió las bragas de encaje negras que éste llevaba. Las mejillas del castaño se tiñeron de rojo y sólo pudo encojerse de hombros.

- Me encanta cómo se ven en tí. - musitó el Alfa. - todo se vé bien en tí, bebé. - pasó sus dedos por los costados de sus caderas tomando la suave tela. - pero te prefiero desnudo para mí.

Quitando la prenda, se encontró con la dura erección del Omega y la lubricación que su entrada desprendía, estaba malditamente preparado para él. Con dos dedos acarició la entrada de éste haciendo que un jadeo escapara de los labios del otro, agachándose, con su mano libre tomó el miembro del Omega y lamió aquella longitud, todo el cuerpo de Joaquín tembló ante aquella acción.

Introdujo 2 de sus dígitos de una sola estocada, no tuvo dificultad alguna, puesto que la lubricación natural del Omega le indicaba que éste ya estaba listo para recibir su longitud.

Su duro y colosal miembro palpitaba mientras exigía que sea liberado de aquellos boxers que lo tenían prisionero.

- Y-ya no juegues, Emilio.. te n-necesito, por favor. - chilló el castaño, el mencionado sonrió para luego quitarse los ajustados boxers y masajear su polla. Subió hasta los carnosos y dulces labios de su Omega y se alineó en la dilatada entrada de éste.

Joaquín soltó un grito lleno de placer en cuánto su alfa estuvo completamente dentro de él de una sola estocada. Se aferró a los fuertes y anchos hombros de Emilio, mientras el alfa empezaba con suaves embestidas que luego se volvieron más rápidas, gemidos y gruñidos, la temperatura subiendo cada vez más en el ambiente mientras más tiempo pasaba. Sus ojos se conectaron y Joaquín nunca había visto tanto amor en esos ojos, no sólo lo veía, también lo sentía por el lazo que compartían, sentía todo el amor y agradecimiento que su Alfa expresaba hacía él, el dolor de haber pensado que lo perdería, la angustia que se había creado en su pecho cuándo su Omega lo había herido, el miedo de no volverlo a ver y la felicidad y posesividad que experimentó en el momento de marcarlo, todo sentimiento y pensamiento del otro les pertenecía, Emilio también vió reflejado el dolor que su pequeño sintió al verlo marcharse luego de aquel enfrentamiento, el miedo irracional que tuvo al creer que lo había perdido, la desesperación por retenerlo y la felicidad que se esparció en su cuerpo al momento en que su alfa lo reclamó cómo suyo por toda la eternidad.

El éxtasis los estaba llevando al borde de la locura, las estocadas cada vez se volvían más erráticas y Joaquín lloriqueaba del placer mientras que Emilio daba en el Punto justo. El Omega fué el primero en correrse luego de gemir el nombre de su amado. Las paredes del castaño se apretaron al miembro del alfa, llevándolo a su propio orgasmo.

I'm Yours, Alfa // Adaptación Emiliaco OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora