Todos los miembros de la mansión, fueron sacados por los salvajes que habían corrompido la tranquilidad en la mansión, un grupo de alfas protegía a los omegas, ya no estaban peleando, se habían rendido en cuánto vieron al líder ser sacado en el peor estado que pudieron haber imaginado.
Tanto Emilio, cómo Leidy, Elyzabeth y Alejandra se habían encargado (junto a otros alfas, la mayoría de ellos sus mejores guardianes, centinelas y escoltas) de sacar a los cachorros y a los más vulnerables de la manada.
En cuánto ellos llegaron, se encontraron con el horroroso panorama.
- Albert. - musitó en medio de un jadeo la Omega ojimarron en cuánto vió cómo su alfa era pateado en el suelo.
- Emilio. ¿Qué hacemos? - preguntó la alfa pelinegra.
El rizado observaba todo detalladamente, los pocos marginados que encontraron rodeando la edificación fueron asesinados por ellos. Tenían la zona limpia.
- Ustedes quédense aquí. En cuánto el duelo comience, necesitaré refuerzos, Bondoni no es idiota, no peleará cómo se debe.
- Estaremos listos para entrar en acción, ya quiero patear esos huesudos y viejos traseros. - espetó Michael, ganándose afirmaciones de los demás. - vé y mata a ese hijo de perra, Emilio.
Luego de verificar que cada uno se haya dispersado en sus respectivos lugares, el alfa y futuro líder se acercó hacía las puertas ya dañadas y abiertas de los portones de la mansión.
- ¡Hoy, todos están presentes en el mejor momento de mí vida! - comenzó a hablar con sorna el alfa pelinegro. - ¡Hoy verán cómo ésta estúpida farsa de clan perfecto, liderada por un patético imbécil, cae en ruinas! ¿De verdad creyeron que estaban a salvo bajo el cuidado de ésta escoria? - soltó acompañado de una estrenduosa risa burlona. - ¡Aquí tienen a su líder! - tomó a Osorio de los cabellos, jalándolos y haciendo que levante su vista. - ¡Hoy todos verán cómo éste patético líder, cae de su trono! ¡Y el líder que siempre merecieron surge!
Los omegas chillaban y lloraban, los alfas estaban a punto de colapsar, su líder estaba siendo humillado y ellos no podían mover un sólo dedo si no querían comenzar otra ronda de pelea, ya que estaban en clara desventaja por la cantidad enemiga y sus omegas quedarían vulnerables.
Albert, cómo pudo, se puso de pié. El alfa Bondoni lo observó con una sonrisa. - veo que eres un alfa fuerte. Pero. - sacó su revolver, todos chillaron en negación, rogando que no matara al alfa. - creo que no soportarás una bala en medio de tu frente.. - estuvo a punto de quitar el seguro cuándo la voz del rizado lo detuvo.
- Déjalo. - habló y todos voltearon a verlo. El alfa Emilio Osorio caminó entre la multitud, tanto de su gente cómo los enemigos, quiénes se abrieron dándole el paso. Cómo uso su voz de mando, casi todos se sometieron a él. Hasta los renegados. Todos menos uno, Uberto Bondoni.
- Oh, Juan, mira a quién tenemos aquí. - empujó al alfa quién yacía arrodillado, con sus manos en su herida. - el pequeño futuro líder ¿Verdad? Ésto está mejor de lo que pensé.
- Por más que asesines a mí jodido padre aquí y en frente de todos, deberás pelear conmigo si es que quieres el puesto de líder, maldito infeliz. - espetó con irá el rizado.
- ¿Crees que serías una amenaza para mí, tonto cachorro? - se burló.
- Deja de ser un puto cobarde, hablas mucho, pero sin tus mierdas de lobos que haz traído para que cubran tu trasero no eres nada. - Emilio estaba a nada de abalanzarse al imbécil y destrozarlo. - ¿Quieres ser el líder? Gánate el puesto cómo se debe. - desafió.
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I'm Yours, Alfa // Adaptación Emiliaco Omegaverse
Fanfiction- Ésto es lo que tendrás que acatar, Joaquín. No tienes alternativa - dijo riendo maliciosamente el asqueroso alfa que le había tocado de padre. - N-no quiero... - lloriqueó. - Eres mi jodido hijo, harás lo que se te manda. - habló firme usando su...