CAP. 13

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Al entrar a la habitación intenté hacer el menor ruido, pues, pensé que Daniels ya estaría durmiendo, pero no fué así. Apenas dí un paso hacía adelante el castaño se sentó en la cama.

Sus ojitos estaban algo hinchados, supuse que era por el cansancio.

- Creí que te encontraría dormido. - hablé bajo de igual manera.

- No me pude dormir - hizo un puchero - la cama está muy fría.

- El edredón es muy grueso y calentito, además, la calefacción está encendida, no creo que sufras frío.

Sabía a qué se refería, no era ningún idiota, pero quería escucharlo de su boca. Me acosté, pero puse distancia entre los dos, dándole la espalda. Si quería mi calor, debía pedírmelo.

- Por favor, alfa. - lloriqueó

- ¿Qué? Dime lo que quieres. - me giré a verlo.

El castaño jugó con sus dedos hasta que suspiró y volvió a mirarme a los ojos.

- Quiero dormir entre tus brazos.

No pude evitar sonreir.

- Pues..

- Por favor. - suplicó haciendo que se formara otro puchero en su labio.

- Ven aquí, pequeño.

No tardó ni media milésima que ya estaba acurrucándose entre mis brazos, pasó su bracito por mí cintura y me apretó fuerte.

- Oye, no te pases. - dije, aunque la verdad es que no quería que me soltara.

- Lo siento, quería abrazarte, no te ví en todo el día. - susurró

- Bueno, tenía cosas que hacer.

- Pero me dejaste sólo.

- No puedo llevarte a hacer las cosas que no te pertenecen, además ¿No la pasaste bien con Ely y Ale hoy?

- Sí, lo hice. Son muy buenas. Fueron lindas y amorosas conmigo.

Inconscientemente le dí una nalgada, mí alfa gruñó, no quería que vea a otras ni a otros. Mucho menos que me diga que eran lindas.

- Ouch.. ¿Porqué hiciste eso? - sus ojitos se conectaron con los míos.

- No quiero que veas a nadie más de otra manera, Daniels.

- P-pero sólo dije que eran...

- y no quiero que vuelvas a decir que son lindas.

- Lo siento, alfa.

No respondí, sólo lo apreté más a mí cuerpo y cerré mis ojos. ¿Enserio sentí celos por dos omegas? Y lo peor es que las dos están emparejadas y una de ellas es mí prima. Estás mal, Emilio, estás muy mal. Su mano, que estaba aferrada a mí cintura, subió lentamente hasta mí pecho, comenzó a hacer pequeños círculos en él, aclaró su garganta y luego habló.

- ¿Sabes quién me parece hermoso? - preguntó

- Daniels..

- Tú, Alfa. Tú eres el ser más hermoso que mis ojos han tenido la fortuna de poder ver. Eres muy hermoso, Emilio.

Sonreí y besé su cabello, su olor era tan embriagador, el olor a la primavera, mezclada con una tarde luego de una hermosa y cálida lluvia, ese olor que se penetra por tus cosas nasales y es tan placentero y a la vez te dá tanta paz.

Podría estar aquí toda la noche, hundiendo mí nariz en su piel y no me cansaría de ello.

- Buenas noches, Alfa.

I'm Yours, Alfa // Adaptación Emiliaco OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora