No iba a mentir, verdaderamente se encontraba ansioso por resolver aquello. Quizás la palabra correcta fuera desesperado, no lo sabía, pero conocía que ocuparse con tanto frenesí por resolver un asunto mas la forma en la que su respiración se encontraba atascada en sus pulmones y sentía sus entrañas quemar por la combustión que causaba la velocidad en su agitado corazón no era algo que podría ignorar.
—¿Que llame a Yeonjun hyung a cabina?
Kai lo miraba con algo de confusión quizás, o al menos se mostraba de esa manera porque esas cejas oscuras inclinadas hacia dentro por el centro eran demasiado evidentes. Soobin suspiró.
—¿Puedes? Por favor.
—¿Y el supervisor?
Oh, claro. Ese problema.
—Despegaré en lo que lo haces y además no creo tardar mucho con él.
De pronto la expresión de Kai se volvió incrédula.
—Uh, claro. No tardarás al ir a arreglar las cosas con tu novio —dijo sarcástico, terminando en una leve risa.
—¡Oye! Lo digo en serio.
—Si tú lo dices... Está bien —juraría que había visto el rostro de Soobin iluminarse—, sólo no estén de empalagosos en mi cara.
Satisfecho, el azabache se permitió continuar encendiendo los comandos restantes para comenzar a hacer funcionar el aparato, su anatomía volviendo a estabilizarse pisando el umbral de la tranquilidad.
Observó de reojo cómo el rubio tomaba la pequeña radio que conectaba con las bocinas del avión algo temeroso, al menos así lo interpretó por el nerviosismo que su mano temblorosa mostraba. Parecía que Kai estaba más nervioso por la presencia de ese supervisor que él.—TCP Choi, lo necesitamos en cabina. Por favor, venga lo más pronto posible —dijo, luego volvió a colgar la bocinilla en su lugar.
—Gracias, Hyuka.
—Cuál gracias, son dos peluches —dijo y luego se echó a reír cuando notó los ojos de Soobin fulminándolo—. ¡Hey, es broma! Suerte.
Soobin suspiró, los nervios recorriendo su espalda hasta dar en sus hombros y contagiar a sus manos que no paraban de golpetear el manubrio del avión con sus manos, evidenciando su impaciencia y nerviosismo porque el chico aún no se dignaba a cruzar la cortina o siquiera hacer acto de presencia.
Se levantó y comenzó a dar vueltas en la zona, previamente conectando con el piloto automático y encargándole a Kai la vigilancia del estabilizador para que no ocurriera ninguna catástrofe. Era mejor aquello a que él con sus movimientos ansiosos moviera de más algún elemento y terminara llevando al artefacto en dirección equivocada, y ya tenía suficiente con esa acusación falsa como para que ahora ese maldito supervisor diera una certera.
—¿Me llamaron? —escuchó la voz de su novio y brincó levemente en su lugar por el susto y los nervios que se habían acumulado en su cuerpo. Se sacudió las manos, como si quisiera deshacerse de esa sensación y así fuera a lograrlo.
—Adelante —habló Kai por él, y le agradeció con la mirada—. No será mucho tiempo, por favor pasa, hyung.
—Oh, hola Hyuka —saludó el pelirosa al rubio, quien miró a Yeonjun expectante a que, quizás, su comportamiento hubiera cambiado.
Cuando Yeonjun ingresó y terminó de traspasar la cortina fue que Soobin se movió de su lugar, causando que Kai se girara nuevamente al control del avión y dejando a Yeonjun confundido.
—¿Jun?
El pelirosa se quedó helado en su sitio al escuchar la voz de Soobin, como si el tono del chico fuera algo que le recordara que seguía molesto con él. No le respondió.
ESTÁS LEYENDO
𝐇𝐈𝐆𝐇𝐄𝐑﹔soobjun (숩준)
أدب الهواةEl joven Choi era relativamente nuevo en su trabajo como piloto, pero esos dos años de experiencia le fueron suficientes para ser promovido a trabajar en el Aeropuerto Nacional de Seúl. Aquello, el seguir su sueño, le costó algunas cosas, lugares, p...