capítulo 21

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Le sonrío amablemente, ella no tenía la culpa en absoluto de lo que había ocurrido con él padre de su futuro hijo, no tenia la culpa de los sentimientos que yo tenia por él y tampoco tenía la culpa de estar en el medio de una gran batalla de sentimientos pasados.

—¿Cómo va?— le pregunto por su pequeña barriga al darme cuenta de que no tienen pensado irse.

Maya mira primero a Ryan y luego asiente mientras mira con ternura hacia abajo.

—Bien, gracias a Dios todo esta yendo de maravilla.

La sonrisa de felicidad que se forma en sus labios mientras mira a Ryan me da cierta nostalgia, haciendo que por unos segundos no tolere el hecho de tenerlos de frente.

La bibliotecaria aparece con tres libros gigantes en la mano para entregárselos a Ryan quien le sonríe amablemente.

— Que sea la última vez que esperas a último momento para pedir los libros— se queja.

— No sabía que los necesitaba— se defiende haciéndola reír.

— Tú nunca sabes nada.

Ryan toma los libros mientras le agradece, la bibliotecaria sonríe y luego se da la vuelta dejándome sola con ellos nuevamente.

—Bueno, pelirroja. Un placer dejar que me veas.

La sonrisa, esa estúpida sonrisa que acompaña sus palabras me produce cosquillas en la boca del estómago.

¡Quiero odiarlo! Quiero que desaparezca de mi vida, no quiero recordar su nombre, el color de sus ojos o lo blanco que son sus dientes. Pero esa parece ser una petición que no puedo obtener por varias razones.

1.Parece ser como un imán, cuanto menos quiero verlo más lo veo.

2. Es el hermano de Kale.

3. Creo que me volví adicta a buscarlo en instagram.

4. Cuando parece que estoy logrando despojarlo de mi vida ocurre algo que me recuerda a él.

Maya me hace un gesto de despedida y yo se lo devuelvo, Ryan me mira con cierto brillo expectante antes de darle la mano a su novia y salir de mi vista.

Cuando veo que ya se han ido siento que puedo volver a respirar. ¿Porque demonios había sido tan incómodo?

¿Quizás porque tenías al amor de tu vida delante de tus narices con su novia y su futuro hijo? Responde mi subconsciente y un escalofrío me recorre el cuerpo.

¿¡Cómo que el amor de mi vida!?

Ryan no es el amor de mi vida...

<<—¿Que tal la escuela?— indaga mamá.

Me meto un bocado de comida a la boca mientras finjo que no escuche lo que dijo. Luego de haberle dicho que no quería seguir yendo al infierno, digo, instituto ella se esforzaba cada día en preguntarme como me había ido o si necesitaba algo. Pero la realidad era que no le importaba eso. Lo que en realidad quería saber era cómo iban las cosas con Simón, si había vuelto a quedar con Ryan o si necesitaba algo de dinero para alguna causa.

—¿Cariño?— insiste y puedo sentir el peso de sus palabras en mis hombros.

—Bien, de lujo van las cosas— respondo con irritación.

—¿Que te ocurre?

— No me ocurre nada mamá.

—¿Peleaste con Simón?

— No, no pelee con él.— gruño.

— ¿Volviste a hablar con Ryan?

—¿Puedes dejar de hacer preguntas?

Besos sobre tu tumbaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora