Cuando nuestros labios se separan y nuestras miradas se juntan estoy en el aire, ¿Que demonios acabo de hacer?
— Mierda— digo y Kale sonríe nervioso.
Él me mira, pasa una de sus manos por mi mejilla para apartar un mechón de pelo de mi rostro y seguido de esto toma la bolsa que tengo en mis piernas.
— Nada de esto ocurrió, no hace falta que ahora las cosas se tornen raras.— Saca la hamburguesa y le da un mordisco— ¿Si?
Trago saliva y asiento con la cabeza.
Si, un besos es un beso sin embargo tiene el poder de cambiar tantas cosas, de destruir y construir un mundo entero.
Sin embargo lo que acababa de ocurrir hace unos segundos no iba a hacer ni una cosa ni la otra, simplemente se dejaría de lado. Había logrado formar una bonita amistad con él y no quería que nada cambiará la relación que teníamos.
Apoyo dos dedos sobre la frente de Kale haciendo que este me mire con confusión.
— Desde este momento Kale... ¿Cual es tu segundo nombre?
Frunce el seño y luego responde.
— No tengo.
—Bien— me aclaro la garganta y vuelvo a hablar en un tono dramático— Desde este momento Kale, sin segundo nombre, Black vas a olvidar todo lo sucedido. Jamás tuviste el privilegio de tocar los mejores labios del mundo. Uno, dos, tres y ¡Pum!
Una gran sonrisa se adueña de su boca haciendo que yo también sonría.
— Déjame decirte que tus labios...
— ¿Mis labios, que pasa con mis labios?— lo interrumpo haciéndome la tonta.
Kale me da un empujón amistoso mientras se ríe.
— ¿Sabes? Olvidé que iba a decir.— se rasca la punta de la nariz y me extiende lo que le queda de hamburguesa— Toma.
— ¿No tienes hambre?
— Si pero tu tienes más cara de hambre— bromea— Mentira, no quiero más. La comida chatarra no es muy de mi agrado.
Acepto la hamburguesa con una amplia sonrisa.
La comida era una de las tantas cosas que me fascinaba del mundo, primero iban los atardecer, luego el mar y por último la comida. Que cosas tan mágica.
El auto vuelve a ponerse en movimiento y para cuando yo termino el último bocado ya estamos delante de una gran casa donde en la puerta nos espera una mujer de tercera edad con cabello blanco, ojos achinados y sonrisa tierna.
Kale baja del auto y me dice que lo espere unos minutos que va a buscar las telas y enseguida regresa.
En cuanto él abandona el auto agarro mi celular con rapidez para escuchar el audio que me había enviado Ryan pero encuentro entro al chat mi corazón deja de latir.
Él no había sido quien mando el primer mensaje si no que fui yo.
—¡Mierda!— chillo mientras siento el calor comenzar a recorrer mi cuerpo.
¿En que maldito momento había tomado el celular y le había escrito?
Cierro los ojos y mientras me repito que nada malo puede decir el audio que le envié presiono para que comience a reproducirse.
— Hola musculoso Ryan de cabello blanco.
La vergüenza y el pánico me invaden al oír el comienzo del audio.
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Besos sobre tu tumba
Novela JuvenilSavannah Miller; egocéntrica, reina del baile, capitana del equipo de porristas y un sin fin de calificativos que llevan a lo mismo. Una perra que se cree más que nadie. Ryan Black; la víctima preferida de Savannah, la palabra imperfección es la que...