capítulo 33

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Al salir de la cafetería el aire del medio día me abraza. Me sentía tonta e ingenua.

Él a cada segundo que pasaba lo dejaba bien en claro. “Seré tu karma”.

Quería destruirme al igual que yo lo hice con él en el pasado. Eso no era una sorpresa para nadie, sabía que tenía que alejarme de él, pero algo dentro de mí me impedía hacerlo. ¿Por qué no podía simplemente olvidarlo y seguir adelante?

Respiro profundo mientras siento nuevamente un ligero pinchazo en el pecho.

Mis sentimientos hacia él eran contradictorios, por un lado lo odiaba por querer hacerme daño, pero por otro, lo comprendía y eso era lo que mas estúpida me hacía sentir. Me aferraba a esos momentos bonitos con todas mis fuerzas, esperando que algún día él pudiera perdonarme.

Pero la verdad era que él no era la misma persona, y yo tampoco. Ambos habíamos cambiado y no había manera de volver atrás.

Consejo N°33 de
Savannah para ti.

"No te aferres a algo que pudo a ver sido y no fue, eso puede salir caro ¿estas dispuesta a pagar el precio?"

Veo para ambos lados de la calle antes de cruzar al parque que tengo en frente, la realidad es que quiero desaparecer de la fas de la tierra. Quiero esconderme dentro de las mantas de mi cama y no volver a salir nunca.

Pero claro, eso era algo imposible cuando vives en la casa de la persona que más me odia y que intenta lastimarme a toda costa.

—¿A dónde pretendes ir?

Su voz. Esa maldita voz.

Me doy media vuelta para mirarlo, sintiendo la tensión entre ambos.

—¿Qué quieres de mí?—, le pregunto, tratando de sonar valiente.

—Quiero que sientas lo que yo sentí cuando me dejaste—, respondió fríamente. —Quiero que pagues por lo que me hiciste.

Sentí una punzada de culpa en mi corazón al escuchar sus palabras. Lo había jodido todo entre nosotros, pero ¿merecía realmente lo que estaba pasando?

Levanto mi vista al cielo para intentar retrasar el descenso de las lágrimas.

—Lo siento—digo, volviéndo a mirarlo a los ojos. —Lo siento mucho por haberte lastimado. Pero no puedo hacer nada para cambiar el pasado.

Ryan niega con la cabeza en un gesto casi desinteresado.

—Entonces prepárate para enfrentar las consecuencias—, responde, acercándose a mi peligrosamente. —Porque seré tu karma, y te aseguro que no será fácil.

Karma.

Karma.

Karma.

Estúpida palabra que comienzo a odiar.

Su perfume me envuelve haciendo que cierre los ojos sabiendo que algo terrible esta por suceder, nada pero nada bueno pasaba cuando Ryan Black estaba cerca de mí últimamente.

Me prepare para sentir cualquier cosa menos… Sus labios cerca de la comisura de los míos.

Su mano se apoya gentilmente sobre mi cintura mientras mueve sus labios lentamente hasta mi cuello para al final decir:

—Lo tengo todo fríamente calculado, pelirroja. Te veo más tarde.

Y en ese momento antes de que se vaya, supe que había caído de nuevo a sus pies.

Besos sobre tu tumbaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora