CAPÍTULO - 18

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Sarah camino hasta la puerta intentando sacar sus miedos, no quería que los machos pensaran que no lo quería y se lo saquen, había muchas mujeres especies que querían ser madres y lo adoptarían sin dudarlo. Tomo el tomo de la puerta y vio su mano antes de abrirla, estaba llena de harina con huevo, al abrir la puerta fue casi golpeada por una enorme caja de color verde y atrás un macho muy lindo a decir verdad. Este no lo dudo y entro a su casa dejando la caja en la sala.

- Sarah Lahey -. Pregunto una voz femenina sacándola de su sorpresa al ver al macho.

- Si soy ella -. Aclaro con calma viéndola y esta lo anoto en la carpeta que tenia en mano.

- Soy la hembra Reesa y soy la segunda al mando de las adopciones especies -. Informo con una sonrisa y Sarah asintió con calma. - el segundo al mando es un cascarrabias y mi pareja -. Aseguro con una sonrisa entrando a la casa y ella cerró la puerta viendo una camioneta a unos metros. - necesito que traigas toda tu información de entrada y permisos laborales que tengas -. Informo con una sonrisa y Sarah fue hasta el televisor sacando una carpeta de atrás de este, en ella tenía toda la información de su vida. Su información personal y la de su hijo, hasta sus papeles de su jardín que era una locura. Reesa era una total bola de azúcar pero una muy filosa que hacía comentarios muy certeros, también era una especie muy chismosa ya que sabía todo a cerca de su escape y su vida lo que en si no era una gran sorpresa para ella ya que la mayoría lo sabía. Le hicieron una cantidad de preguntas desorbitaste, se aseguraron de no tener ningún problema con eso pero preguntarle hasta de sus últimas parejas era demasiado para ella y se lo hizo saber sacándole una sonrisa a Reesa quien admitió que era más curiosidad suya pero si eran necesarias, según ella por tema de futuros compañeros problemáticos.

Luego de una hora entera donde las preguntas fueron variando de temas y hasta pudo notar que el macho tenía un pequeño libro de anotaciones donde seguramente anotaba las reacciones de ella y de su olor personal. Era todo un tanto incómodo y se lo hizo saber en más de una oportunidad, siempre le aseguraron que era por motivos de seguridad. Reesa dio por terminadas la charla cuando tocaron a la puerta y ella quiso ir a abrir pero el macho le gano dejando entrar a un nuevo especie quien se presento como la custodia del niño.

- Ya le busco nombre -. Pregunto con calma el macho y ella asintió.

- Lo busque con mi hijo -. Respondió con una sonrisa y el macho la miro sin mucho interés por toda la historia. - se llamara Nika Lahey-. Informo con calma y este asintió anotándolo en la carpeta.

- Vendré cada dos semanas para verificar la salud del niño pero como doctora sabes cuando un niño estará enferme -. Informo serio y Sarah asintió tranquila sintiéndose un poco intimidada por la frialdad del macho. - también seré participe de sus primeras cuatro idas al médico y pediré directamente al médico el expediente sin importarme su opinión -. Aclaro con seriedad mientras ella lo anotaba mentalmente, igual lo olvidaría pero por ahora. - serás evaluada por dos meses y si encuentro alguna falla entras en prueba de crianza y si tienes otra falla te lo sacare, no me importa la edad del niño te lo puedo sacar hasta los trece que es cuando el niño decide su casa -. Aclaro con calma mientras le dejaba unos papeles en la mesa. - tienes que firmar esta aclaración que significa que te harás responsable del niño hasta la edad en la que nosotros le hacemos una entrevista y el tiene derecho a cambiar de casa -. Informo con seriedad mientras Sarah leía la aclaración y la firmaba. - la entrevista se hará en cualquier momento a partir de que el niño cumpla trece años -. Informo por lo último mientras guardaba el papel.

El especie salió mientras Reesa le comentaba que era así de agrio siempre y que era su forma de intimidad a los demás para saber si podía dominarlos, Sarah no se sintió mejor al escuchar eso. A los segundos entro de nuevo el macho con calma cargando un cunero portátil dejándolo sobre la mesa ratona de la sala. El macho le dijo que antes de levantarlo le traiga una remera para que este acepte su olor, ella prácticamente corrió hasta su habitación para agarrar la remera que mas usaba. Al bajar el macho tomo la remera y se la dejo en el cunero. En el momento de que el cachorro oliera su remera el macho no dejo que vea su reacción, el macho tomo con calma al cachorro y se lo entrego a la humana al ver que el macho buscaba el olor de la remera, este le explico que el cachorro sintió el lazo que tenia y quería tenerla cerca. Con calma Sarah se sentó en el sofá sintiéndose un poco abromada por el sentimiento que la invadió, no quería soltarlo por nada del mundo y un gran calor le salía del corazón sintiéndose muy feliz. Mucho más de lo que era antes, los especies tomaron una remera de Tomas dejándola cerca del cachorro y este también se quiso acercar a olerlo mejor, Reesa le informo que ya estaba todo preparado para que ella lo ingrese a la guardería del hospital con el nombre que le habían puesto y le dio el número de identificación para que lo tenga por si era necesario. Estos le dijeron que mañana era necesario tenerlo en el trabajo ya que necesitaba crear el vinculo madre y cachorro y que le habían traído una cangurera y una silla para darle de comer cuando se pueda sentar solo. Sarah les dijo que tenía los libros escritos por las mujeres para los cachorros y que ante cualquier duda hablaría con
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na cangurera y una silla para darle de comer cuando se pueda sentar solo. Sarah les dijo que tenía los libros escritos por las mujeres para los cachorros y que ante cualquier duda hablaría con las madres de la escuela, que tenían un grupo donde les pediría ayuda.

Las nuevas especies la dejaron sola por fin y Sarah se sintió mucho mejor con el cachorro en brazos, con tranquilidad se acomodo en el sofá y puso a su cachorro en su pecho con mejor posición. El pequeño estaba realmente cómodo entre los brazos de su madre quien estaba mucho mas, esta tomo su celular del bolcillo y busco un tutorial para ponerse el fular, odiaba las cangureras desde la crianza de Tomas a parte sabia la mala postura que eso generaba y no quería que eso le pasara. Se levanto con calma y camino hasta su habitación para buscar la tela que había comprado para Tomas y por cariño la había conservado pensando que solo la guardaría y jamás la usaría, sin molestias busco el video de una mujer que explicaba como lo ponía y el significado de este. Ya con su bebe acomodado bajo a la cocina a terminar todo lo que había empezado. Por suerte mientras estaba en la entrevista termino con la masa y había empezado a hacer el relleno, prendió el horno eléctrico que tenia y lo dejo calentándolo mientras ponía el relleno de la tarta y le ponía la tapa con un diseña loco para que su hijo se divierta un poco.

Sarah sintió el cuerpo de su niño más relajado y se fijo que ya había caído dormido, esta puso un poco de música suave para acompañar un poco el sueño. Con calma lavo todo lo que había usado y dejo la tarta en el hornito, poniendo su alarma para dentro de treinta minutos. Dejo su cocina limpia y luego se sentó en el sofá con el teléfono en mano para ver cuánto le faltaba a Tomas para venir, tenia aun una hora y media del silencio. Esta decidió ir a su cuarto para ordenar el puñalero de su bebe y ponerle todo lo necesario, también bajo a lavar las mamilas nuevas y preparar la formula. Su alarma sonó sacándola de su sueño y bajando a la cocina sacando la tarta del horno y dejándola al aire.

  

Liberada [Nueva Especie] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora