Prólogo I

6.7K 232 25
                                    

No sé por dónde empezar a contar el día donde cambio todo por completo, bueno empiezo por lo más fácil que es mi nombre.

Caeli D'Andrea, si, tengo el mismo apellido que Daddy el fisioterapeuta de la selección Argentina. Las casualidades no existen en este caso, es mi papá, era obligación que tenga su apellido.

Creo que ya diciéndoles eso la historia se cuenta sola.

Mis amigos me dicen Cali o Calo, mi papi me dice cielo. Tengo que admitir que amo ser la nena de papá, me encanta ver cómo me protege y me cuida a más no poder, nadie tiene chance en ser mejor que él. Es un viejito tierno.

Ese día, para ser más exactos fue el jueves 17 de junio del año 2021, un día antes del partido contra Uruguay. Estaba hospedada en un hotel cerca de donde se estaba quedando el plantel, ya que no podía estar en el mismo edificio que los jugadores. Mi mesa estaba abarrotada de hojas, mi laptop y resaltadores.

No doy más sinceramente, el final de la carrera llega a ser más tedioso que la carrera en si, tome mi cabeza entre las manos y pegue el suspiro más ruidoso que pude en ese momento.

Instantáneamente escuché como mi celular empezó a vibrar en algún lugar en la mesa, los papeles empezaron a volar cuando los fui corriendo descuidadamente buscando el dispositivo. Hasta que lo encontré y pude ver quién me estaba llamando.

- Papi. -exclame alargando la última letra, mi felicidad cuando ví su nombre en la pantalla no tiene explicación. Por más que hoy hayamos desayunado juntos, cada oportunidad es buena para mostrarle lo feliz que me hace.

- Cielito de papá. -una sonrisa se dibujo en mi cara sin pensarlo. Pero si voz la escuché medio tomada.

- ¿Estás bien pa? -ya mi voz no tenía la misma emoción del principio.

- Si Cali, pero tengo un pequeño problema. Creo que me estoy engripando y no sabes cómo me duele el cuerpo, no puedo ni mantenerme en pie.

- Pa, acostate por favor, descansa. Si la mayoría de los chicos están bien, no te pueden prohibir acostarte diez minutos nada más.

- No, hija sabes que no puedo dejarlos en banda ahora. Por eso te llamo, necesito que me vengas a cubrir por hoy, solo por hoy. Te explico lo que hay que hacer y listo, total ya tenés la carrera en el bolsillo, esto es una boludes. -me quedé callada unos minutos

- Vos estás en pedo pa, estás loco, mira si alguien se entera que no tengo carrera y estoy manejando una sesión de un grupo de selección. Es algo jodido, no es todo así nomás. -mi lado serio salió a la luz.

- Cielo, por nada de eso tenés que preocuparte. Es una sesión a puertas cerradas, en un edificio, nadie puede decirte o preguntarte nada. El DT ya está informado y está de acuerdo, si él no se opuso nadie puede hacerlo o decirte lo contrario. -suspire por segunda vez en menos de media hora, ¿Qué voy a hacer con este hombre? igualmente no lo puedo dejar así nomas, cada vez que yo le pido un favor él me ayuda sin dar vueltas.

- Papi, me llegan a decir algo y te voy a mandar al frente de una, te aviso nomas.- escuche su risa de fondo, haciendo que sonria también.- ¿Y como hacemos? 

- Venite hasta la puerta de atras del edificio donde nos estamos quedando, ponete el conjunto que te regale del equipo y yo te encuentro ahí, acá te doy el pase y te guio hasta donde vas a trabajar por hoy. -terminamos de arreglar lo ultimo y me fui a preparar para irme. Acordamos que le iba a mandar un mensaje cuando este llegando a la puerta así sale.

...

Me encontré con una puerta gigante mitad de acero mitad de madera. Le hable a papá diciendole que lo esperaba donde dijimos, el conjunto de la selección me quedaba relativamente bien, el pantalón me quedaba levemente ajustado en las caderas marcando mis muslos y culo. No puedo hacer nada contra eso, lo saque de familia. 

Fisioterapeuta por un día // Dibu Martinez (SSA #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora