Capitulo 19 (+18)

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Camine decidida hacia la puerta de la habitación de Emi, después de suspirar un par de veces profundamente, golpee la puerta.

Hoy después de la reunión nos dieron el día libre, por lo que podía venir un poquito más temprano con él. Estamos todos alterados porque en tres días jugamos la semifinal con Croacia, así que andamos a full reacomodando algunos ejercicios para mañana. A las diez en punto de la mañana tienen que estar en el campo de entrenamiento.

Interrumpiendo mis pensamientos se abre la puerta en frente mío, Emi aparece refregandose los ojos. Creo que estaba durmiendo su siesta, está sin remera y con los shorts medio caídos, dejando ver sus boxer Calvin Klein.

— Medio tarde para dormir la siesta papito. —le señale mi muñeca como si tuviera un reloj. Son las ocho de la noche, si durmió hasta esta hora a la noche no va a poder dormir nada. Medio se despavilo y me dió una sonrisita de costado, haciéndome derretir.

— Deja de retarme y entra antes de que los chicos te vean y nos empiecen a hacer burla. —poniendo su mano en mi espalda me hizo entrar a la habitación. Fruncí mi frente porque le iba a decir que vayamos a mi cuarto para que estemos solos y tranquilos.

— ¿No querés ver la peli en mi pieza así no molestamos a Franco? —sabiendo que duerme con el arquero suplente.

— Hoy dormía con uno de los chicos, no digas nada, pero creo que iban a salir a algún bar. —instantaneamente me sentí culpable.

— Uy Emi, si tenías planes me hubieras dicho y lo dejábamos para otro día. —mi voz sonaba rara, no sé porque. Capaz tenía miedo que me deje plantada.

— ¿Que? No, no. Yo no iba a ir igual, ya les había dicho que no antes de que me invites. —no sé si creerle, pero no digo nada.

Entramos a la habitación y nos sentamos, yo ya tenía puesto mi pijama de Betty Boop, consistía en un shorts blanco con besitos rojos y una remera roja con la cara de ella. No es lo más sexy del mundo, pero safa. Tampoco me podía presentar con la remera del otro día, era muy obvia.

Agarro el control de la tele y se acostó a mi lado, dejándome del lado de la pared. Me siento más protegida en ese momento. Prendió la tele y se puso a buscar algo, al final encontró una peli de terror. Siento que al final mucha atención no le vamos a prestar. Los dos sabemos para que aparecí tocando su puerta.

Repito, parecemos dos adolescentes que no saben cómo dar el primer paso. Yo estoy que no aguanto más, todo el día pensé en este momento. ¿Y si estoy flashando y solo yo está pensando en eso? Ay no. Pensando en eso la cara se me puso colorada, por ser tan pajera. El papu tiene razón, soy una recontra pajera.

Cómo esa vez en mi habitación pase mi pierna por encima de su cadera y mano y cabeza en su pecho. Pero no podía ver bien, ya que la tele nos quedaba medio de costado a los dos.

— Emi, ¿Puedo pasar a ese lado? No veo bien. —él solo se aclaró la garganta y asintió. Pase por encima de él, por un momento con ganas de quedarme sentada en sus caderas, y me acosté de lado, de espalda a él. Pude sentir como se movió y se acomodo atrás mío, dejando su pecho pegado a mi espalda, paso su mano por mi cintura y la apoyo en mi abdomen.

Con ese mínimo toque de su mano en esa piel expuesta, pude sentir el calor expandirse a todo mi cuerpo.

Sentí su respiración en mi cuello y ya supe que iba a hacer conmigo lo que quiera.

— Que rico perfume tenés.. culona. —cuando dijo eso último sentí su cadera chocar con mi culo, y en un acto reflejo yo las hice hacia atrás, para no perder el contacto. Su mano se puso a jugar con el borde de mi remera hasta que la levantó dejando mis pechos al aire.

Fisioterapeuta por un día // Dibu Martinez (SSA #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora