Salí de la habitación acomodándome el vestido, los latidos se escuchar en mis oídos y no puedo evitar ponerme nerviosa a medida que voy atravesando el pasillo. Por momentos siento mis rodillas aflojarse, tengo las piernas temblorosas por lo de hace unos minutos y no puedo evitar morder mis labios.
- Cali, pasame los cubiertos por favor. -la madre de Emi iba y venia por la cocina haciendo varias cosas a la vez, no me miro en ningun momento cuando me hablo, y yo toda nerviosa ya pensaba que habia pasado algo. Me apresure como pude a los cajones sacando los cubiertos y llevandolos a la mesa.
En el patio los hombres estaban sentados mientras las unicas dos mujeres nos moviamos de aca para alla. Medio machista es de su parte, pero yo no puedo meterme en las costumbres de los demas, a mi papá lo acostumbre a que no sea un hombre servido y sea un hombre funcional. Solo espero que Emi no haya absorbido las costumbres de los demas.
- Que linda estas. -me halago el Martinez mayor. Emi me miro con una sonrisa orgulloso de lo que dijo su padre. Mi cara de puso caliente y no sabía a dónde mirar.
- Gracias. -fue todo lo que dije, no puedo decir más. Emi quería largar una carcajada pero lo mire mal haciéndolo callar.
...
Faltan dos minutos para las doce de la noche, ya todos estamos con nuestras copas en mano, mirando el cielo esperando los fuegos artificiales. Ya se ve uno que otro globo dando vueltas en el cielo, nosotros jamás pudimos tirar uno de esos, siempre se nos terminaba prendiendo fuego, literalmente.
- Mi mejor regalo de navidad sos vos. -susurro Emi contra mi oreja, un escalofrío recorrió todo mi cuerpo. Lo mire al mismo tiempo que se hacían las doce, y no dude nada en darle un beso húmedo y lleno de amor.
- No te das ni idea de cuánto te quiero. -acaricie su corbata mirándolo a los ojos. Mi cuerpo está lleno de amor por este hombre.
Lo veo y me muero de amor, me encanta él, me encanta pasar tiempo con él, estar con él, todo. Ya deben estar hartos de que les cuente todo lo que me gusta de Emiliano, pero es imposible no presumirlo de esta manera.
...
- No quiero que te vayas. -apoyo su frente en mi hombro, son las cuatro de la mañana, quedamos solos sentados en el patio en unas reposeras, vinieron unos vecinos de ellos y se fueron hace diez minutos, seguidos los otros integrantes de la casa se fueron a dormir.- ¿Es necesario que vayas para el 31 con tu viejo?
- Ay Emi, obvio que es necesario. Es mi papá, no puedo dejarlo solo. -acaricie su pelo mirando las estrellas. Me tiene envuelta en sus brazos, en el calor de ellos, no puedo ni mantenerme alejada de él, porque termina pasando esto. Lo razonable sería que me quede con él porque supuestamente no nos vamos a ver por un largo tiempo, pero no puedo no pasar el treinta y uno con mi papá, con él si van a ser los últimos días antes de que me vaya atrás del amor de mi vida.
— Pero Cali. —alargo la primer vocal de mi nombre, es un caprichoso de mierda. Lo mire y me hacía ojitos con un puchero bastante comprador.— Quédate por favor, salís de acá el mismo día, por favor. —su tono quejumbroso me hace reír tapandome la boca.
— Damian. —el tono de advertencia se escucha en mi voz.— Creeme cuando te digo que lo que más quiero es quedarme con vos. Porque te voy a extrañar mucho cuando te vayas. Pero pensa que él va a estar solo y esa no es la idea. Fuimos compañeros desde que nací, y ahora de un día para el otro ya no paso las fiestas con él, me duele a mi también. Y me duele tener que dejarte acá, pero tampoco te puedo obligar a que vayas conmigo a casa, ahora tenés que disfrutar los días con tu familia. —acariciaba su mejilla y él asentía.— No te enojes conmigo por esto. —lo que me faltaria es que se enoje unos días antes de viajar.— Prometo que el día que tengas que viajar te voy a ir a despedir al aeropuerto. ¿Si? —un sonido de afirmación se escuchó, y supe que él grandote ya tenía sueño.— Vamos a descansar giganton. —me levanté palmeando su hombro.
Esa noche dormimos abrazados como si fuera la última vez que nos íbamos a ver, en su cabeza es así, pero yo sé que el primero de enero ya voy a estar viajando a su encuentro.
...
— Prométeme que vamos a hacer videollamada todas las noches. —me señalo levantando sus cejas Emi, estamos en Ezeiza, tiene su mochila colgada al hombro y su mini valija apoyada a un lado de él, es tamaño mediano, pero a su lado parece mini.
— Prometido. —extendi mi dedo meñique en señal de promesa, y él con una sonrisa unió nuestros dedos. Me acerque a envolver mis brazos en su cintura, a pesar de que en dos días ya nos vamos a volver a ver, me cuesta no llorar. Sorbi mi nariz y la refregue por su remera en broma.
— Me vas a llenar de mocos, asquerosa. Las chicas no se me van a querer acercar. —me jodió y lo mire mal causando su risa.
— ¿Querés tener fantasías en el avión con alguna azafata? —me cruce de brazos remarcando mi supuesto enojo.
— Mira enana de porquería, a mí no te me pongas en amenazante porque te piso. —me rei y me abrazo nuevamente.— Ay cuánto te voy a extrañar tóxica. —apoyo su mejilla en mi cabeza para luego dejarle unos cuantos besos.
— Bueno bueno a ver, ya está. Nosotros también te queremos saludar. —me aleje mirando mal al hermano de Emi.— Mira que yo también te puedo pisar, enana de mierda. —me peleo, debo decir que nos llevamos bastante bien, a pesar de haber compartido unos pocos días pudimos tomar una linda confianza para poder cagarnos a puteadas libremente. Se acercó su familia y se saludaron por segunda vez cuando por el altavoz se escuchaba el anuncio de su viaje.
— Nos estamos viendo en unos meses familia. Chau amor. —me dejo un último beso en los labios y se fue caminando despacito hacia las escaleras mecánicas. Una vez que subió se giro mirándonos y saludando con la mano en alto.
— Te amo. —le dije solo moviendo mis labios, le tire un beso y pude ver cómo se mordia el labio recibiendo mi beso y poniéndoselo en.. la verga. Na si es un desubicado, ni en frente de la madre se calma. Nos saco una última carcajada hasta que desapareció por completo.
Di un suspiro pesado dejando caer mis hombros.
— Bueno pero ya se van a ver en un par de días. —dijo Susana pasando su brazo por mis hombros las dos todavía mirando por dónde se fue.
— Ese me va a engañar con la azafata. Si se hace el canchero le doy un bife. Yo me entero de todo. —jodi está vez yo. Ale nego sacando las llaves de su bolsillo.
— Bueno mucho drama por hoy, vamos saliendo que ya no aguanto a esta gente, dios. —empezo a caminar quejándose del desastre. Todos salimos medio tristes y nos subimos al auto.
Me dejaron cerca de casa por lo que tuve que caminar unas cuantas cuadras, pero no quería que se desvíen mucho del camino.
Una vez acostada en la cama reviso mi celular encontrándome con una notificación de Emi en Instagram.Las azafatas están safables. —me mando una foto suya con los auriculares y la frente pegada a la ventana. No sé si reírme o ahorcarlo.
Ahorcarlo me suena más exitante.
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Fisioterapeuta por un día // Dibu Martinez (SSA #1)
FanfictionPaso a relatarles cómo pase de estar estudiando para mis últimos exámenes de la carrera, a estar masajeando las piernas del plantel de nada más y nada menos que de la selección Argentina. Ya de entrada es poco creíble, imagínense cuando les cuente t...