Caeli
Siento la luz darme de lleno en mis párpados cerrados, se escuchan los pájaros cantando afuera y hay un olor a desinfectante horrible. Las sábanas se sienten ásperas bajo mis manos. Afuera escucho los autos ir y venir, y fue cuando los recuerdos volvieron a mi cabeza.
Abrí mis ojos de golpe encontrándome con un techo blanco y una luz cegadora, quise levantar mi brazo para cubrirme pero estaba conectada a una manguera directo al suero. Cerré mis ojos suspirando, odio estar internada, odio los hospitales, odio el olor asqueroso de desinfectante, odio las rutinas de los hospitales, de los médicos que vienen a cada rato a revisarte.
Escuche un ronquido a mi lado derecho, seguido de alguien refregandose contra mi mano. Tiene un conjunto de joggin gris y su pelo en todas direcciones. Cuando gira su cabeza hacia mi puedo ver la cara de un hombre con las facciones más lindas que ví en mi vida, lleno de pecas, labios, barba crecida, dos lunares hermosos en su mejilla. Pero.. ¿Quien es?
Ah mentira, ya se que es el infiel de Emiliano. Saque mi mano bruscamente de las suyas. Me pongo a seguir pensando lo que paso antes de que me choquen.
Fue mi culpa, por salir corriendo de esa forma, soy una mujer grande y tengo que comportarme como tal, estaba en el trabajo, no podía irme así.
Quise moverme y todo el cuerpo dolió, siento mi pierna pesada y es cuando me doy cuenta que tengo un yeso cubriéndola. Suspiré más fuerte que la primera vez, dios.
— ¿Nunca vas a dejar de ser ruidosa cuando te despertas? —rode mis ojos, su voz rasposa me hace palpitar todo mi interior. Lo mire y este tenía los ojos cerrados comenzando a estirar sus brazos a la vez que bostezaba.
— ¿Quien sos? —me miro confundido y después asustado comenzando a buscar su celular mostrándome su fondo de pantalla, dónde ahora aparecíamos los dos dándonos un besito con la copa del mundo.
— Soy tu novio, mira. —mi corazón se paró, jamás oficializamos del todo.— Ganamos el mundial Cali. Y no sabes las garchadas que te pego. —abri mi boca dándole un manotazo.
— Emiliano. —lo rete mandándome al frente en mi mentirita.
— ¿Que me venis a querer mentir a mi? Salame. —me hizo montoncito con su mano.— Contestame hija de puta ¿Tanto ruido vas a hacer?
— Y eso que te importa a vos. —mire hacia otro lado cuando mis ojos se llenaron de lágrimas, otra vez.
— ¿Cómo no me va a importar? Si vamos a dormir juntos tengo que saberlo. —levante mi ceja haciéndole cara de asco.
— Yo no pienso dormir con vos, pedazo de infiel. —no puedo cruzarme de brazos, porque si no ya lo hubiera hecho.
— Daa Caeli, si fuera infiel no estaría acá.— me rei.
— Esa es una frase de infiel, Damian. —uhh se que le duele que lo llame por su primer nombre. Suspiro levantándose de la silla, apoyo sus manos a los costados de mi cabeza y puso su cara a centímetros de la mía.— No te aproveches porque estoy indefensa, eso es acoso.
— Sería acoso si vos no quisieras, pero vos si querés. —subio y bajo sus cejas. Dejo un beso en mi frente y se alejo.— No tendrías que haber salido corriendo. —se volvió a sentar cruzandose de brazos, parece más grande.
ESTÁS LEYENDO
Fisioterapeuta por un día // Dibu Martinez (SSA #1)
FanfictionPaso a relatarles cómo pase de estar estudiando para mis últimos exámenes de la carrera, a estar masajeando las piernas del plantel de nada más y nada menos que de la selección Argentina. Ya de entrada es poco creíble, imagínense cuando les cuente t...