Fisioterapeuta por un día // Dibu Martinez (SSA #1)

Capitulo 23

18 de diciembre, final vs. Francia.

Estoy con bronca y nerviosa, estamos ya en el primer tiempo del extra. Si, nos empataron a último momento, no saben la bronca e impotencia que manejo. Pero sé que son cosas del juego, no todo va a salir como esperamos, pero tengo fe.

Para colmo los dos goles los hizo Mbappe. Peor me pone. Estamos a nada o de cumplir nuestros sueños y el de millones de argentinos, incluyendome, o de salir con la cabeza en alto de que dieron todo adentro de la cancha, pero completamente tristes porque estuvieron a pasitos. Pero estamos de acuerdo que sea lo que sea que vaya a pasar en unos minutos, la gente y los hinchas van a estar completamente orgullosos de ellos.

Estoy envuelta en los brazos de papá que no sabe como o de que otra manera manejar sus nervios, estamos de la misma manera, hoy es el ultimo día acá, y uno de los dos si o si sale ganador.

Aunque desde mi opinión ya los dos son ganadores porque son los dos mejores equipos del mundo, pero no todos piensan igual que yo lamentablemente.

De la nada, y en medio de un suspenso increible, gritamos un gol. Un gol a medias, porque desde nuestro lugar no podiamos ver perfectamente la linea ni donde fue la pelota.

Pero el arbitro marco gol, señalando con sus manos el centro de la cancha, nos desgarramos la garganta gritando ese acto tan esperado, las lagrimas de todos no tardaron en salir. Estamos que no lo podemos creer. No falta nada para que termine el partido, solo unos minutos más y somos al fin campeones del mundo, después de tantos años de sufrimiento, después de ese 2014 que nos dejo sin lagrimas y se llevo todas nuestras esperanzas.

Las lagrimas seguian acumulandose en nuestros ojos cuando el arbitro marco penal para Francia, nuestras caras de sorpresa sin entender que mierda habia pasado, y con el corazón en la boca pudimos ver al cache Montiel por una de las pantallas grandes, como esa pelota de mierda le dio en el codo. Obvio que fue sin intención, lo vi en su cara, se la tapaba y refregaba.

El diez de la selección francesa se posiciono para patear el penal, Emi ya lo miraba decidido, sé que el primero casi se lo ataja, nada me dice que este no sea igual. Tengo toda la esperanza y confianza en él. El silbato sono y cerre mis ojos, fue gol. No me quiero imaginar todo el remordimiento que debe correr por la cabeza del número cuatro, siento que se debe sentir tan mal, pero esto lamentablemente es así, ya esta. En los penales somos insuperables, tenemos el mejor arquero del mundo y los mejores marcadores que puedan existir.

En el minuto 120+3 de este partido interminable, Emi cubre una pelota que no sé ni como explicar, era gol, los franceses ya estaban adentro de la cancha para gritarlo. Y nosotros lo gritamos como si fuera un gol de nuestra selección. Después de esa jugada que solo genero infartos en nosotros, el partido termino.

Estamos todos abrazados en el costado de la cancha, uno al lado del otro, creo que todos estamos en la misma sintonia. Sin querer respirar mucho y tratando de no prestar atención de más. Todo por las dudad.

Después de un penal atajado por Emi, otro errado por la selección francesa, vino Gonza a patear. Sé que debe sentir la presión en sus hombros, encima que tecnicamente causo el penal del empate, el gol de la victoria queda en sus manos. O en sus pies mejor dicho.

El arbitro hizo sonar su silbato, y todo paso en camara lenta. Esa pelota entro como si fuera dueña del arco, Lio callo de rodillas, como si todo el peso del mundo se esfumara de sus hombros en un segundo. Todos corrian, pero yo solo los veia, no los escuchaba. Mi cuerpo se movio en un abrazo fuertisimo entre Aimar y papá, desperté y los abrace de igual manera. Me separe buscando al DT, estaba sentado mirando toda la escena desde un solo lugar y corri a abrazarlo.