Mary permaneció parada, mirando fijamente a su hermano.
-¿Podemos hablar? -preguntó él, ansioso.
Ella miró a Ethan, quien asintió, indicándole que podían hablar en privado.
-Claro.
Ambos se dirigieron a la cocina, y una vez que se sentaron, Max comenzó a hablar.
-Mary, hermana, sé que lo que hice ayer no tiene perdón...
-No exageres, no es para tanto. Sí, me dolió, pero sabes que te perdonaré... Sabes que no puedo enojarme contigo por más tonto que seas.
-Tengo una razón para explicar lo de ayer... o al menos la tenía.
-¿"Tenías"? -preguntó ella, confundida.
-Ese chico, Jees...
-El primo de Ethan y Megan.
-Sí. Bueno, él estaba con Megan y con los niños, jugando. Yo no sabía que eran primos, yo creía que...
-¡Ay, Max! ¿Fue por eso lo de ayer? -él asintió, avergonzado -, Hermanito, ven aquí -lo acercó y lo estrujó en un abrazo.
-Lo sé, soy un idiota. Pero estaba triste, pensé que ya no tenía oportunidad...
Ethan, que estaba por entrar en la cocina, se detuvo al escuchar a Mary hablando con Max.
-Y si hubiera sido así, ¿Pensabas rendirte sin pelear? ¿Perder a la chica que amas, sin si quiera luchar? Eso si es grave. Debes luchar por ella, por muy difícil que parezca. Si ella también te ama, responderá a tu llamado. Lo verás en sus ojos, en su sonrisa, en cómo es contigo, te darás cuenta de que ella también te quiere.
-Suenas como si supieras de lo que hablas. Nunca te has enamorado.
Ella se encogió de hombros.
-No puedes saberlo con exactitud, ¿o sí? -le sonrió a su hermano.
Ethan se quedó parado, meditando sobre las palabras de Mary, especulando si ella hablaba de él o de otra persona, aunque la segunda opción le producía espasmos en el abdomen. No quería pensar en eso, después de todo, Mary tenía razón: nadie más que ella sabía sobre sus amores.
-¿Estás queriendo decir qué...? -preguntó con expresión sorprendida.
-¡Mary! ¡Tío Max! -Sophie y Alex entraron por la puerta del patio, con Blackie en brazos.
Ambos saludaron a los pequeños con un abrazo.
-¿Vamos a jugar con Blackie? -preguntó la pequeña.
-Claro -respondió Mary sonriendo.
***
-Mary -la llamó Ethan.
-¿Si?
-¿Me acompañas arriba?
-¿Qué ocurre?
-Ven -él tomó su mano y la llevó hacia la habitación.
Allí dentro, sobre la cama, yacía un vestido azul de encaje de mangas cortas. Al pie de la cama, se encontraban unas botas negras no muy altos, tal como a ella le gustaban.
-Ethan...
-Feliz Cumpleaños. Lamento haberme tardado.
-No tenías que...
-Lo sé, pero quise hacerlo, porque te lo mereces.
Ella sonrió.
-Y también porque quiero que lo uses en la noche.
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Sálvame del Dolor
RomanceCuando el amor surge a partir del dolor... ¿Se puede amar estando herido? ¿Puede el amor borrar el dolor del pasado?