Sálvame del Dolor

Epílogo

Cuando Mary vio a sus pequeños, se sorprendió al ver el parecido del varón con Ethan, excepto los ojos, había heredado los ojos de Mary. La niña se parecía mucho a Mary, aunque su cabello era negro, como el de la madre de Mary, y los ojos celeste humo de Ethan.

Al momento de ponerles nombre, Ethan decidió ponerle Allyson a la niña, le gustaba ese nombre al igual que a Mary. Pero el nombre del niño tuvo un mayor significado para Mary, que fue quien lo eligió. Le puso Robert, el nombre del padre de Mary, porque veía en los ojos de su bebé los lejanos recuerdos de cuando su padre la quería y la protegía, antes de que todo se desmoronara. Ethan estuvo de acuerdo con el nombre, y un año después fue el bautismo.

Megan y Max finalmente se mudaron a una casa en lugar de un departamento, porque su familia también crecería. Max estaba orgulloso de su futura niña, su pequeña princesa.

Sophie y Alex amaban a sus nuevos hermanos, y ayudaban a Ethan y Mary a cuidarlos. Ya comenzaban la etapa de la pre-adolescencia, con todo lo que eso implicaba.

Y en cuanto a Ethan y Mary como pareja, no podían ser más felices. Todos sus días eran igual de divertidos.

Ethan colocó a Ally sobre su madre, y comenzó a hablar.

—A ver, cielo, despierta a Mamá —Mary escuchó la voz de su esposo, y reconoció a su pequeña hija que estaba sacudiéndola para despertarla.

—Mmm...—ella se removió en la cama, sin voltearse.

—Dile a mamá que se despierte, cariño —la incitó Ethan nuevamente.

—Mamá...mamá —su pequeña la zarandeaba una y otra vez.

—Dame un minuto, pequeña...Estoy algo cansada.

—¿Por qué estás cansada? —insinuó Ethan, en tono de broma.

Esta vez, Mary si se volteó a ver a su esposo.

—¿De verdad quieres que responda a eso? —ella preguntó con una sagaz sonrisa; ambos sabían perfectamente la respuesta.

Ethan se quedó mudo.

—Allyson, ve con tus hermanos —su hija hizo caso.

—Debiste seguirme la corriente.

—Lo hacía, pero...

—Pero es más divertido tomarme el pelo, ¿verdad? —le sonrió a Mary.

—Un poco —rió por lo bajo.

—Ahora verás... —la tomó por la cintura y se dejaron caer en la cama.

—Agh, por favor... Se nos hace tarde —reclamó Sophie desde el marco de la puerta.

—Díselo a tu padre —le dijo Mary.

—Papá...

Ethan soltó a Mary. Ella le sacó la lengua infantilmente y él rió.

—Ésta vez te salvaste —besó su mejilla y se dirigieron, junto a sus hijos, hacia la cocina.

—¿Papá, puedo ir al centro con mis amigas?

—No.

—¿Mamá, puedo ir al centro con mis amigas?

—Claro, cariño.

—Mary...

—Ethan, déjala. Estará bien, irá con sus amigas.

—Aún es muy pequeña.

—Ethan...

—De acuerdo, puedes ir.

—Te amo, mami.

Mary sonrió. Ambas se las ingeniaban siempre para convencer a Ethan.

—Si Sophie sale, yo también.

Ethan suspiró.

—Bien, ¿Tú que quieres hacer?

—Habrá una fiesta el viernes en la noche y...

—Pero a ti no te gustan las fiestas, Alex.

—Pero a esta irá su novia —se burló Sophie.

—¡No voy por ella! Y no es mi novia.

—Alex, no sabía que tenías novia —le dijo Mary.

—¡No es mi novia!

—De acuerdo, de acuerdo —intervino Ethan—. Sophie sale, tú también.

—Gracias —le enseñó la lengua a su hermana.

—Alex —lo reprendió su madre. Ethan rió por lo bajo, ella les había dado el mal ejemplo.

—Lo siento —respondió a regañadientes. Mary le sonrió con dulzura.

—Iré por Robert y Allyson —anunció ella antes de subir las escaleras hasta el cuarto de los mellizos.

—Deja que te ayude —le dijo Ethan, cargando a Ally.

—Gracias —ella cargó a Robert y se dirigió a la puerta, pero Ethan se puso delante —. Ethan...

—Un beso y te dejo pasar.

—Ethan, se hace tarde.

—Tú decides.

—Ethan...

—No me moveré.

Mary suspiró se acercó a él y lo besó. Ethan la acercó a sí con un brazo y profundizó el beso, cargando a Ally con su otro brazo.

—¡Mamá! ¡Papa! Es tarde —exclamaron Alex y Sophie.

Ambos se separaron, se miraron sonrientes y bajaron con sus hijos.

FIN.